Un jueves a las 3 de la tarde (12/7/18)

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Ya es verano, ha llovido mucho desde aquel día, el último día en el que te vi sonreír. Nos fuimos alejando poco a poco, como dos imanes iguales que en vez de atraerse se repelen. Yo ya no era la misma y tú tampoco  seguías siendo tú, el invierno pasó y durante él no supe nada de ti. Llegó la primavera y junto a los árboles florecientes, volviste tú de nuevo a mi vida. Justo cuando parecía que ya nos habíamos olvidado por completo. Al igual que las flores en invierno nuestros sentimientos se fueron marchitando y ya solo quedaba rencor, intentamos volver a ser amigos; ¿Qué estúpido verdad? Ambos supimos desde aquellas fatídicas Navidades que ya nada volvería a ser como antes. Hoy sin querer me topé con aquellas frases que me escribiste, estabas empeñado en que rimaran, leí la última frase y creo que ya entiendo cómo te sentiste, supongo que tú también escribías sobre mí para intentar calmar el dolor y bueno, aquí estoy yo, escribiéndote un jueves a las 3 de la tarde, espero que te vaya bien.

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