Mario Benedetti

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La tregua
Entonces sentí una tremenda opresión en el pecho, una opresión en la audiencia no parecía estar afectado ningún órgano físico, pero que era casi asfixiante, insoportable. Ahí, en el pecho, cerca de la garganta, ahí debe estar el alma, hecha un ovillo.

- Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto cambiaron todas las preguntas.

- El perdón es un puñado de sentimientos que a veces nos acaricia cuando el alma llora.

- De todos modos para ti no es novedad que el mundo y yo te queremos de veras, pero yo siempre un poquito más que el mundo.

- Más que sus ojos, su mirada. Mira a cómo queriendo decir algo y no diciéndolo.

- ¿Sabes una cosa? Creo que te quiero bastante más de los que creía.
+ Y eso, ¿modifica tus planes?
- No. Simplemente los hace más difíciles.

- Aprender que hay personas que te ofrecen estrellas y otras que te llevan a ellas. - Esa es la diferencia entre quién quiere y quien ama.

- Y para estar total, completa, absolutamente enamorad@, hay que tener plena conciencia de que uno también es querido, que uno también es inspira amor.

- No te rindas por favor, no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños.

- No sé si soy una persona triste con vocación alegre, o viceversa, o al revés. Lo que sí sé es que siempre hay algo de tristeza en mis momentos más felices, al igual que siempre hay un poco de alegría en mis peores días.

- Nadie nos advirtió que extrañar, es el costo que tienen los buenos momentos.

- Usted no sabe como yo valoro su sencillo coraje de quererme.

- Ya casi es hora de que empiece a dedicarte mi insomnio.

- Todo fue espontáneo, tan natural, que a ninguno de los dos nos pareció nada raro que, de pronto, mi mano estuviera en su mano y que nos miráramos a los ojos como dos tontos.

- Pero hay una posibilidad, ¿sabe?, de que usted y yo lleguemos a algo. Algo como querernos, caramba. Llámele como quieras, pero hay una posibilidad.

- Sí el corazón se cansa de querer, ¿Para que sirve?

- El corazón cree en todo o casi todo lo que lo hace latir, pobre inocente.

- Siempre ando de mal genio. Yo que sé. Cómo si me sintiera incómodo conmigo mismo.

EmocionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora