Perversa Situación

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Hace más de 6 días que estoy temporalmente viviendo con los Malfoy, he recibido algunos pergaminos por parte de dephora queriendo urgar sobre como habia sido mi estadia en estos dias, y a decir verdad, ha sido una maravilla.
Después de aquella escena, draco y yo hicimos como si jamás hubiera pasado y tratabamos de hacer oido sordo. No era algo que estariamos interesados... por ahora.

Todas las tardes, draco y yo visitabamos el pequeño bosque que se encontraba cerca de la mansión. Caminabamos sin parar, hasta poder encontrar algo que nos llamará la atencion, y como si fuera obra del destino, alrededor nuestro observabamos una laguna con una gran cascada. Era como estar en el paraíso, asi lo describiamos draco y yo.

Jugabamos, nadabamos sin parar. Draco, quitaba mi ropa junto con la suya, compartíamos momentos ardientes en esos momentos, algo que ni en un millon de años olvidaría.

—Aún me cuesta trabajo aceptar, que no te veré por unos días—susurró draco mirándome nostálgicamente

Hoy seria el día, en el cuál yo regresaría a casa.

—Pronto estaremos juntos de nuevo, cariño—sonrió posicionando mi mano en su mejilla para poder acariciarla

Tome cariñosamente sus manos para guiarlas a mis pequeñas caderas, y tomarlo de mis brazos justo rodeando su cuello. Los días habían pasado tan rápido, que no me habían sido suficientes de disfrutar la compañía de mi amado.
El mismo día que habiamos encontrado aquella laguna, sin dudar sonrio. Draco, y yo nos encontrabamos mirando alrededor de toda aquella agua tan cristalina, siendo observados por la luna.

—Mikaela, no quiero que solo seas algo pasajero. Quiero pasar el resto de mi vida a tú lado, es algo que he estado fantaseando desde el día que te conocí.

—Sabes que yo jamás me opondría a eso, claro que quiero

-Quiero que nada nos detenga, que solo seamos tú y yo. La guerra viene, y no quiero perderte. Por eso te pido mikaela, que seas el amor de mi vida.. Quiero que seas tu la mujer que despierte a mi lado, la cuál me de unos hijos tan rubios como yo, y tan valientes como tú. Quiero que tengas mi apellido, quiero vivir contigo.

-Draco..

Estaba a punto de llorar, lo sabía.

Draco, como pudo metió la mano al agua justo en sus bolsillos no sin antes sacar una pequeña cajita de cristal era imposible que algo se mojara ahí dentro.

Podía verlo

Un anillo, el anillo más hermoso que había visto en mi vida.

-Mikaela Jones, te he dicho cuanto te amo? Te amo de todas las maneras, y quiero pasar el resto de mi vida contigo. Se que tal vez ahora no podemos casarnos como se debe, pero solo tú y yo sabemos que lo estamos. Tú ¿Quieres casarte conmigo mi bella princesa?

Sin más me abalanzó a draco, besándolo sin parar.

Ese día habiamos cambiado los dos, habiamos unido este gran amor por siempre.

—Trataré de estar tranquilo, deberíamos apresurarnos no querrás que dephora se saqué la cabeza por tanto esperar

Draco, yo tomamos mis cosas para ponernos en marcha, no sin antes despedirnos de sus padres. Los cuales en todos estos días habían sido tan cuidadosos conmigo, siempre buscaban la manera de hacerme sentir especial, y era algo que agradecía más que nada.

—Mi pequeña mikaela, espero tenerte de nuevo aquí.—

Sonreí, mientras recibía el gran abrazo de Narcissa