1.

23.6K 1.2K 234
                                    

Aquella mañana era demasiado calurosa para mi gusto y lo detestaba. Vivir en las afueras de London no es para nada agradable, mi padre había querido ser un poco discreto cuando se trataba de la magia, y vivir en las afueras de dicha ciudad le parecia una buena idea para alejarse de cualquier muggle y bueno no es que me desagradara, pero vamos el clima enserio, es pésimo.

Hoy iniciaba mi 5to año en Hogwarts, habia cambiado demasiado en todo este tiempo de vacaciones ya que a nosotros los magos nos brindan de estudio un año y nos dan vacaciones de un largo tiempo que hasta ni te acuerdas de cuanto, como ahora. Mamá habia dicho que crecí un poco, y si era verdad. Mi cabellera estaba mas arriba de mis caderas, las cuales por cierto habian crecido como demás partes de mi cuerpo ahora si lucia como una mujer. Mis facciones, mi voz habian dado un giro de 180° y vaya que me sentia como una mujer de revista. Y vaya que lo era, mamá simplemente era una mujer perfecta ella era princesa de la casa Slytherin,y papá bueno el era un orgulloso estudiante de Gryffindor.

—Mikaela, llevas todo? —sono la voz angelical de mi madre.

—Te lo he dicho más de dos veces,madre. Llevo todo.— susurré una vez más

—Entonces, es hora de irnos. ZEUS BAJA EN SEGUIDA! ES HORA DE LLEVAR A LA ESTACIÓN HA MIKAELA.— exclamó, y en cuestión de segundos ya todos nos dirigiamos a la estación.




En muchas ocasiones escuchaba que algunos de mis compañeros murmuraban cosas sobre mí, y para ser honestos no me desagradaba, cuando estaba en 4 año habian divulgado que yo tenia una relación "secreta" con Neville, si ese chico que tiene más mala suerte que cualquiera en Howgarts, y bueno no miento. Me había besado con el en dos ocasiones, pero nada más. Para empezar habia sido por diversión, y bueno supongo que ayudar a alguien a perder su primer beso teniendo catorce años, era necesario.

Nunca había tenido contacto con nadie más, nisiquiera dejaba que los chicos se acercaran a mí, a menos que yo tomara la iniciativa. Como hace unos meses lo habia hecho con Credic, si bueno antes que el muriera. Si me preguntan como me había sentido, la respuesta es fatal. Tenia una relacion llamada muy muggle "Amigos con derechos" con el, y nos llevabamos demasiado bien, que cuando me entere de aquello me habia encerrado en mi habitación por días. Y en este tiempo ni me quedaban ganas para tener alguna relacion de cualquier manera con alguien sabiendo del peligro el cual en algún momento pasaremos como dice mi padre.

Me habia despedido de ellos dos, solia mirarlos por horas para lograr darme cuenta porque siendo enemigos de casas pudieron casarse y ser felices. Digo mamá viene de una familia muy prestigiada, que cada vez que visitamos al abuelo lográ opacar a mi padre, con algún comentario hiriente a el. Lo cual me provoca risa, a mi nunca me habia importado el porque se casaron siendo enemigos, ellos habian dado todo por mi y estaba más que agradecida, me han cumplido todos mis berrinches y no me iba a quejar. Ellos sabian cuidarme y amarme, lo cual más amaba de ellos era su afán de cuidarme como si aún tuviera 11 años.

—Mikaela. De que revista saliste?—suspire. Aquel comentario sin duda habia sido de Thomas.

Los habia extrañado, en toda mi estadia en Hogwarts, ellos siempre habian estado para mí. Me defendian de cualquier circunstacia, incluso en ocasiones cuando me encuentro en la enfermeria ellos realizan y entregan mis trabajos, les tenia un gran afecto como si fueran mis hermanos.

Y ahi nos encontrabamos, en aquel vagón del tren contandonos como habiamos pasado las vacaciones.

Perversa Situación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora