Habian pasado tres días en los cuales todas las noches me escabullía con draco a la torre para poder ver las estrellas y contarnos un poco más de nosotros, no les mentiría si dephora no sospechara y si que lo hace pero no indaga más, sin embargo las burlas en estado un poco más constantes por parte de Thomas y Greg ahora draco solo se rié ¿donde quedo aquel rubio que era temido por todos? y ahora era yo la que tenia que hacerlos callar.
Draco habia sido una maravilla conmigo, en todas las clases que tomabamos juntos me miraba y sonreía sin parar inclusive se tornaba un poco molesto cuando me dirigía a Potter para pedirle los libros que mos daban a él y a mí para entregar, y no solo era eso el asistia a todos mis ensayos junto con sus amigos, pero era imposible que estuviera tranquilo ya que algunos de los alumnos de diferentes casas solo comentaban lo bien que nos moviamos y a él no era algo que le agradara.
-Mañana es el día, draco.-acomodé un poco de mi caballera, para poder mirar a draco un poco más.
-Mika, te ira múy bien. No tienes de que preocuparte, tienes todo para ganar.-sentí sus brazos envolverme
-Mis padres vendran, y seguro querran hablar contigo.
-Me lo imagine, mi madre ha estado hablando con la tuya de nuestro supuesto romance y creeme que estan fascinadas.
Había tomado aquello por sorpresa, en el tiempo que hemos estado hablando draco y yo, no habiamos formalizado algo entre nosotros y no es que no quisiera solo que no sabia a que iba todo esto.
-Y tú que quieres.-susurré dirigiendome a sus labios
-Tú que crees.- Y sin más tomé del cuello a draco para poder sumergirnos en un largo y intenso beso.
Caminé delante de él, por el pasillo que nos lleva a su habitación la cuál para suerte nuestra no comparte con nadie, tranquila y serena, pensando en lo que viene ahora. Se me sube el pulso nada más de imaginarlo.
Me giro hacia él cuando llegamos, y descubro que tenia su mirada puesta en una altura más baja de lo normal. Al segundo se que me estaba mirando el trasero, y sonrío coqueta.
Nos colamos en las cuatro paredes, él agarra mi mano y con su pulgar dibuja unos pequeños circulos, una y otra vez. Mientras nuestras miradas no se apartan.
Nada más entro, y me siento en la cama. Su expreción ha cambiado por completo. Ahora me observa desnudandome con la mirada, mientras agarra su labio entre los dientes con una sonrisa, cuando me mira así el fuego dentro de mí convulsiona, solo puedo pensar en sentirle dentro con el orgasmo de los dedos.
Asi que no lo pienso mucho, cuando me levanto y agarro su cara para estampar nuestros labios. La pasión se desborna por mi cuerpo. Acaricio su paladar con mi lengua, para después succionar la suya y soltarla. Sus labios son mi proxima presa, los que robo una y otra vez.
—Joder....-gruñe al separarse de mí y mirarme a los ojos.
—Te tengo demasiadas ganas.—le digo, para después sonreir y continuar explorando sus labios. Me separo, quedandome a muy pocos centimetros de él y deslizo mi mano dentro de su pantalón. El gruñido que suelta cuando le agarró no me pasa despercibido, ni tampoco la manera en la que frunce las cejas. Después, él se quita su camisa. Y yo pronto quedo con solo la parte interior de abajo.
Caemos en la cama, hechos un lío de manos, piernas y besos. Nuestras pieles se rozan, sus manos suben por mis costillas, hasta amazar mis pechos. Después pellizca sus cimas, mandando pequeñas ragadas de placer que bajan hasta la parte interna de mis muslos. Suelto un gémido, apartandome de su boca y no dudo en jalarle algunos mechones rubios.
Giramos, quedando yo encima de él. Dibujo una sonrisa en mis labios, me muevo. Frotandome contra él solo para sacarle un gemido. Estoy muy contenta del sonido que escucho como respuesta.
—Relajate, malfoy.— susurró. Comienzo repartiendo dando besitos por todo su torso, los que luego se convierten en lametones. Bajo poco a poco, hasta llegar a su ombligo. Alzo mis ojos y veo que draco me observa tragando saliva. Sonrio y desabrocho la cinturilla de su pantalón ante su atenta mirada.
—Mikaela..—susurra. Quito sus pantalones, arrastrando también los boxers que llevaba puestos, ver lo desnudo es el mejor que me ha podido pasar.
Su erección es grande y dura y sonrio cuando empizo a repartir besitos por toda ella. Despues, paso a los lametones, los cuales los recibe hechando la cabeza detrás y gruñendo. Para cuando llevo ya me vuelvo loca, lamiendo y succionando, cubriendo mis dientes con mis labios. Le hago salir y entrar, mientras que su cadera se alza.
—Por merlí ín.— draco hecha su cabeza hacia atrás y suelta un gemido.
Cuando comienza a aumentar su ritmo, sus supiros siguen resonando cada vez más seguidos.
Justo después se pone un condón, que desconozco de donde lo habra sacado y entra dentro de mí.
Gemidos. Suspiros.
Nuestras caderas encajando una y otra vez. No hace falta nada más, pues llego a un orgasmo brutal que me recorre por toda la espalda, y grito su nombre, mientras que él se vacia dentro de mí gimiendome al oído.Y sabia que desde ese instante, seriamos el uno para el otro.

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Perversa Situación
Fanfiction-Slytherin. -gritó el sombrero Mikaela Jones, egocentrica, popular, decidida y con una belleza en particular. Draco Malfoy, popular, creído, respetado, proveniente de una familia de gran linaje. Los dos juntos, son pura maldad. La obscuridad está j...