Cortos ToriTam

Vecino

La Noruega, veía tras la pantalla a su pequeña, bailar de una manera lenta y sumamente sensual. Con solo dos prendas puestas, las cuales eran su ropa interior, no obstante, esto no duro demasiado, puesto a que la menor se desprendió de su brasier y braga.

Mostró su voluminoso trasero a la cámara de aquel computador, comenzando a dar leves saltos.
La cuernuda, observaba hipnotizada como rebotaba ese redondo y perfecto trasero.

Era la mejor vídeo-llamada que hacía en meses. La ojinergra, se introdujo un dedo en su intimidad, realizando leves estocadas, de forma simultánea dejaba escapar gemidos bajos.

Todo iba de maravilla, el mejor vídeochat porno que estaba viviendo la noruega. Veía la perfección de su novia y las ganas de hacerla suya nuevamente, crecían en su interior.

Todo iba de maravilla. Hasta que la mayor se percató de algo.
Tamara no había cerrado sus cortinas y un chico de no más de 14 años, grababa y tomaba fotos de la escena que estaba realizando su vecina.

—T-Tam, tu vecino...

—¿M-mi que?

—¡Tam, date la vuelta! —La menor, se dio la vuelta encontrándose con la cámara.

—¡Pendejo, borra eso! —La cuernuda, veía como su novia, aún desnuda, regañaba al chico que posiblemente tenga una erección, por algo su cara de baboso.

—¡Hellucard! ¿¡Que demonios estás haciendo que no estás dormido?! —La madre del chico, apareció con una escoba, amenazando al pobre y tirando su cámara por la ventana.

En silencio Tamara, cerró sus cortinas y miró avergonzada a su novia.

—Solo te diré que a pesar de ese problema, disfruté todo porque podía verte él trasero.

—Ahg, Tori...