Adolescentes

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[Adolescentes]

Todo era silencio, dentro de esa habitación. Lo único que se escuchaba, era la respiración nerviosa de la chica ojinegra.

—No, no, no... ¡Esto está mal, muy mal! —Dijo, llevándose ambas manos a su nuca.

—¿Por qué estaría mal? —Interrogó la chica de dos cuernos y chaqueta negra.

—Tú... Tú eres mujer y yo también, eso... No está bien, no podemos estar juntas, mis padres me matarían. —Decía, la chica de ojos negros y ligamentos en su dentadura.

—Tam...Estás diciendo tonterías. —Posó su mano en el hombro, de la chica que estaba a su lado.

—¿Tonterías? Tori, hablo en serio.— La menor, observó a la más alta.

La Noruega, no se iba a rendir tan fácilmente.

Rápidamente, se acercó a los labios de la contraria, uniendolos en un solo beso, lento y lleno de amor.

La británica, permanecía inmóvil.

Su mente se bloqueó, su vista se nubló, sus ojos se cerraron y su conciencia se desvaneció.

Sus almas se cruzaron y sus corazones se enlazaron.

Era un lindo momento, para ambas, aunque la menor lo niegue.

—¡Tori Larsson! ¿¡Qué crees que estás haciendo?! —Una voz imponente se hizo presente en la habitación.

Ambas chicas, se quedaron paralizadas.

—Hola, mamá. —Saludó.

—¿Qué significa eso? —Frunció el ceño, muy molesta. —Tamara, retírate de mi casa.

La más baja de las presentes, se retiró en silencio y con la mirada baja.

—¿Qué diablos, mamá? ¿¡Qué tiene de malo?! —Alzó la voz.

—¿Qué dirían las personas, al saber que la hija de una comandante es homosexual?

—No tiene nada de ma–

—¡Déjame hablar, Larrson! —Gritó, furiosa. —Me podrían quitar el cargo.

—Mamá, yo–

—¡No me interrumpas, Tori!

—...—Sentía impotencia.

—Y no veo en ti, las intenciones de cambiar... —Arqueo una ceja.—Así que, quiero que te vayas de esta casa.

—¿Qué?

—Te doy 48 horas, para abandonar esta residencia, Larrson. —Se retiró de la habitación de su hija.

La chica de dos cuernos, cerró lentamente la puerta de su habitación y se sentó a orillas de su cama.

Sintió un extraño ruido, como si estuviese raspando algo.

Hasta que vio la cabeza de la oji-negra, asomarse por su ventana.

La británica, entró a la habitación de una forma muy torpe, cayendo de cara al suelo.

—Todo mal con tu madre, ¿Eh? —Susurró, mientras se levantaba.

—Ni me lo digas...

—Hey, podrías quedarte en mi casa...

—¿Y tu madre qué ?

—Nunca está en casa, ni siquiera sabe que bebo alcohol, jaja.

—Oh, jaja.

—Bueno, te veo mañana después de clase, adiós. —Se despedio dándole un beso en la mejilla, para después salir por la ventana, cayendo en algunos arbustos.

La noruega, solo se sobó lentamente la mejilla besada, con una sonrisa.

... 🌹...

Toda una spiderman esta Tamara, ¿No?

Kakskaksan

Una próxima historia, jeje

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Una próxima historia, jeje...

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