11° Nunca Hubo Secreto

234 37 8
                                    

¿Él... Acababa de llamarme agente? No. Debía ser un error, tal vez entendí mal y podría cometer una metida de pata tremenda.

— No entiendo.— Respondí a cambio, implementando mi mejor cara de inocencia e incredulidad.

— No tienes porqué hacerte el tonto, sé quién eres y sé lo que haces. No eres sólo el hermano tonto que no tiene idea de las actividades de su hermano.

— Estás equivocado, yo no-

— ¿Quieres saber cómo es que lo sé? Porque eres tonto, amenazador y con un peculiar conocimiento sobre los cazadores y todo este absurdo tema, mal estructurado, pero lo tienes. ¿Qué clase de hermano espía secreto enseñaría información de importancia nacional a su pequeño hermano?

— Fue-

— No, dejemos los rodeos. Sé reconocer una cara cuando la veo. Eras tú, estoy seguro.

— ¿Era quién? — Esta vez si estaba confundido.

— El idiota del helicóptero, el día de la muerte de Michael. Eras tú, bastante interesante. Un tiro con mucha distancia y aún así diste al blanco. — Entonces, ¿Era él uno de esos hombres que aparecieron al final o fue uno que no había notado antes? De cualquier modo, él estuvo ahí.

— Yo no-

— ¡Deja de fingir! — Gritó exasperado. — Es tonto lo que haces, te ridiculizas. Deja. De. Fingir. — Repitió con molestia. — Vamos, déjame ver al agente que no deja pasar por alto cada oportunidad para tomar el arma que está en mi bolsillo derecho y volarme los sesos, pero extrañamente se detiene a los pocos segundos. ¿Sabías que tardo un poco más en girar, sólo para ver si en algún momento tomarás la iniciativa y la tomarás?

— No soy quién tú dices. — Volví a hablar, no dejaría tan expuesta mi identidad, no con esa facilidad.

— Eres tan... — Apretó las manos en puños, sus codos sobre la mesa y sus manos frente a su rostro. — Odioso.

— Yo no sé de que hablas. — Volví a hablar.

Dean lucía tenso, sus brazos y hombros e incluso en su respiración se notaba lo tenso y molesto que estaba. ¿Iba a hacerme un berrinche o algo? Porque desearía tener mi celular y grabar eso, todos en la agencia se morirían de risa. En un movimiento brusco se pone de pie y rodea la mesa hasta llegar a mí, me toma de la camisa y me acorrala contra la pared detrás mío, siento las repisas y los libros golpear contra mi espalda.

— Eres el hombre de ese diario Castiel, tu agencia te da por muerto y nadie vendrá a buscarte. ¿Me escuchas? Ese puede ser el final de tu historia, olvidado.

— Puedes tomar tus amenazas y meterlas por donde te entren.

— No son amenazas, es la maldita realidad Novak.

— No es la mía.

— Deja de fingir, ambos sabemos de lo que puedes ser capaz. ¿Acaso no lo entiendes? Haz sido olvidado aquí.

— Sam no se rendiría.

— ¿Sam? Así que esto es sentimental.

— No me dejarán de buscar.

— ¿Eso piensas? ¿Qué te hace creer que eso es verdad? ¿Amor? No seas ciego, nadie dejaría un caso abierto por un agente desaparecido, estoy seguro que eso ya lo sabes.

— Él no es así.

— Tal vez no te equivoques, pero tus superiores nunca dejarían que eso suceda. Eres peso muerto.

— No es verdad.

— Tu hermano aparecerá muerto y tú no, no harán ninguna búsqueda, ellos te darán por muerto y lo único que harán serán darle las condolencias a Sam.

— Tú no lo conoces.

— Tú tampoco, bien podría ser un ángel aliado con los demonios y tú jamás lo notarías.

— Lo conozco, y no es un traidor.

— En lo que consta a tu agencia, tú eres un traidor. Estás conmigo, no estás atado a ninguna silla o estás siendo torturado a muerte.

— ¿Por qué me tratas tan bien? He sido secuestrado antes y lo más agradable era cuando sólo se dedicaban a golpearme.

— Ya te lo dije, no somos los malos.

— Eso no explica nada. Tus compañeros parecían bastante molestos por tenerme con vida.

— Tengo mis razones, tengo mis asuntos.

— ¿Tu padre estaría de acuerdo con ello? — Su rostro no cambió, pero después de varios segundos no respondió y sonreí ligeramente a cambio de esa reacción. — Estoy seguro que no aprobaría esto, él ha desaparecido y tú estás aquí metido, junto a un hombre del bando contrario.

— ¿Cómo sabes lo de mi padre?

— Las personas despiertan y duermen.

— ¿Qué fue lo que escuchaste?

— Nada que quisieras que escuchara. — No habló, permaneció callado. — Tenías razón, sabes quién soy y todo lo que conlleva ser quién soy. Felicidades, ahora suéltame.

— Tengo mejores planes para ti, dada la situación, será mejor que entiendas lo que sucederá a continuación. Voy a encerrarte; cómo tanto me has pedido, voy a tratarte como el prisionero que eres, verás que no hay nadie buscándote y como tu vida va a cambiar.

— Entonces hazlo. — Lo observé con molestia, pero no hubo reacción por su parte y permaneció en silencio más de lo que esperaba.

— Nah. Será para la próxima, es tarde y yo... — Se alejó dando un largo bostezo. — Yo tengo una cita con la almohada, descansa angelito. — Dean desapareció entre los pasillos

Y se fue, el desgraciado se fue, ¿Acaso era así siempre? Primero había estado molesto, después mostró una actitud divertida para volver a mostrarse amenazante y después irse, este hombre estaba zafado de un tornillo.  No imaginaba como serían el resto de mis días en ese lugar, no podría hacerlo.

— ¡Eres un inútil! — Grité a la nada, Dean ya no se encontraba ahí, ni siquiera había una espalda desapareciendo por un pasillo para gritarle. — ¡Un inútil infantil! ¡Eres un maldito niño!  — Arrojé un libro con molestia al lado contrario de la biblioteca, del triste intento de biblioteca, este lugar era una mierda completa y no podía creer que no actué antes, debí haberlo previsto. ¡Estaba siendo el chiste de un payaso! Esto podría ser humillante para el resto de mi carrera, de hecho lo era. Era un maldito desgraciado que simplemente me sacaba de quicio. Era un imbécil que no tiene idea de nada y solamente está jugando. Penoso, eso era lo que ese hombre era, era penoso, su triste intento de hacerse pasar por uno de los más buscados del país era todo una broma.

Iba a salir de ahí e iba a matar a Dean Winchester, su inmadurez no sería extrañada por nadie. Sería lento y doloroso, lo veré sufrir hasta que no quede pizca de él, eso era lo que le sucederá por su impertinencia y no me iba arrepentir, lo que le suceda a ese idiota será por mi causa, no aceptaré que sea de otra forma. Ahora no podía imaginar una situación donde Dean no pagara por hacerme pasar la vergüenza de mi vida.

°°°°°°°°°°°

Capítulo corto y patata, pero tengo algo bastante interesante preparado para el siguiente capítulo, así que no desesperen. He hecho un avance y no publicar capítulos con un mes de diferencia, así se comienza el progreso. 😅 Y una disculpa si por ahí hay una falta de horrografía, la edad me está afectando. :'v

Fuego Cruzado | Destiel | AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora