14° Sorpresa Parte 2

203 32 8
                                    

— ¿Me extrañaste?

— No, no, no. Tú estás muerto, estabas...

— ¿Frío y tieso? Sí.

— No...

— No esperaba que esto fuera así, creí que estarías en casa, deprimido o algo.

— Estás muerto. Estoy alucinando.

— ¿Alu-? No, mira Sam, estoy vivo y caliente.

— Estoy definitivamente pasando un mal rato o estoy perdiendo la cordura, la culpa me consume.

— Sir Dramas. ¡Estoy vivo! — Le da una cachetada. — Sam, soy real, así que deja de comportarte como idiota ¡Y reacciona por todos los cielos! — Volvió a darle una cachetada, nada más por puro gusto.

— ¿Gabriel?...

— ¿Necesito ponerlo en una camisa?

Sam no supo cómo debía reaccionar, se estaba volviendo loco. Era una locura. Miró con asombro a Gabriel y para su propia confirmación, golpeó a Gabriel a puño limpio. Con fines meramente informativos.

— ¡Auch!

— Sabes que lo merecías.

— ¡No sobreviví a una bala para que me golpearas!

— ¡Eres un idiota! ¿¡Cómo demonios estás vivo!?

— Es una larga, larga y graciosa historia. — Soltó una risa nerviosa.

— Cuéntame.

— Después, mi hermano está quién sabe dónde con ese tramposo y le voy a recordar que conmigo no se juega.

Inmediatamente Gabriel pasó de largo y conectó una laptop al escritorio. Se sentó y comenzó a teclear, varios archivos siendo abiertos y el rostro del más bajo siendo iluminado por la pantalla.

— ¿Sabes quién tiene a Castiel? — Sam se acercó en silencio, tratando de atrapar un poco de información de la laptop.

— Claro que sí, no me dejaría matar así de fácil si sé que mi hermanito está en peligro. — Gabriel siguió con lo suyo, abriendo archivo tras archivo en busca de algo. — Estás pensando mucho Samuel, escúpelo.

— ¿Cómo sobreviviste?

Gabriel suspiró y dejó la laptop por un momento.

— ¿Realmente quieres saber?

— Te ví hace unas horas, estabas muerto y con una herida en el pecho. No había forma de que te salvaras de eso.

— Sí... El agua estaba fría y casi podría jurar que vi un cocodrilo ahí. — Su tono gracioso no fue tan brillante" como de costumbre. — Pero la verdad es que me metí en problemas, y a Cassie también. — Volvió su atención a la laptop.

— ¿Qué hiciste?

— En la última misión, Cassie había notado un grupo diferente que había atacado la base de Michael. Creí que podría investigar algo por mi cuenta y revisar la información con Castiel, así que me metí a la oficina de Rafael, hackeé algunos archivos secretos de la agencia y descubrí la información de un grupo terrorista de nombre: cazadores, y otro de nombre: demonios. Hubo una alerta, la agencia supo de la infracción de seguridad, bastante lento a decir verdad, pero alguien más se enteró de ello. Recibí una llamada de Rafael, habían seguido el rastro hasta mi computadora, negué lo que pude, al poco tiempo alguien más se puso en contacto conmigo; un cazador. Hablamos y quedé en un acuerdo con él, dadas las circunstancias él iba a salvar a Castiel y protegerlo mientras yo aparentaba mi muerte, acepté, creí que usaría balas de salva o algo parecido. Terminamos de hablar y me dispuse a jugar algún videojuego, Cassie llegó y los demonios ya estaban esperándonos, escapamos del departamento y comenzó la persecución. El resto es historia.

Fuego Cruzado | Destiel | AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora