ʚ一O9.

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De repente abro los ojos, encontrándome con la oscuridad de mi habitación

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De repente abro los ojos, encontrándome con la oscuridad de mi habitación. Un trueno ilumina el cielo, dejando ver la inmensa nube negra causando la tormenta. Una vez se vuelve a oscurecer, no hay nada visible allá afuera. Ni siquiera la luna. Parece que esta era una de esas tormentas eléctricas que pareciera el fin del mundo.

Agarré una de las almohadas al lado mío y hundí mi cara en ella. Estaba todo sudado y con la respiración agitada. Menos mal que me desperté, estaba teniendo una pesadilla.

Escucho unos sutiles toques en el vidrio de mi ventana. Mi primera conclusión fue que era algún bicho que se estaba estrellando contra la ventana. Pasados unos segundos, esos golpes se tornan más constantes, más fuertes.

No sé por qué de repente siento un poco de miedo, pero puse mis manos contra la cama y levanta mi torso con el fin de mirar hacia la ventana. No había nada. Al menos por unos momentos. Al siguiente segundo, una mano se presiona contra el vidrio y esto causa que un grito salga de mí.

¿Qué es eso? ¿Un asesino serial o algo?

一¡Hyunjin!一consigo oír una voz femenina. Me toma unos instantes para reconocerla.

Salto fuera de mi cama y camino hacia la ventana con pasos grandes. Me acerco al vidrio, la punta de mi nariz tocándolo y dejándolo algo empañado. El cielo vuelve a iluminarse con numerosos rayos y me bastó unos dos segundos para poder diferenciar el rostro de Orion afuera.

Abrí la ventana y ella saltó adentro.

一Qué haces一Orion estaba sentada en el piso, su pantorrilla derecha sangraba y la sangre se acumulaba en el suelo. Me paralicé, incapaz de dejar de observar el charco de sangre y tantas preguntas formulándose en mi cabeza一...¿aquí?

Ella notó mi estupefacción y respondió一: Me atacaron, Hyunjin.

一¿Quienes?一me acerqué a ella, poniéndome de cuclillas a su lado y mirando a todas direcciones sin saber qué hacer para detener la hemorragia.

一No lo toques一apartó mi mano antes de que pudiera llegar a su pierna一. Eso se cierra solo, hay que esperar unos minutos一exhala lentamente y se acuesta en el piso一. Pero no puedo mover mi pierna mientras se recupera...

一¿No necesitas que te haga un torniquete o algo?

Ella voltea a verme y sonríe. Pareciera que va a decir algo, pero lleva su mano hacia mi cabeza y acaricia con ternura. 一¿Te estás preocupando por mí, bebé?

Fruncí mis labios en el momento que el apodo sale de ella, haciendo mi mayor esfuerzo por no mostrar el hecho de que me ha gustado. Así como Orion hizo cuando yo iba a tocar su pierna, aparté su mano de mi cabeza. 一Lo hago para que te vayas pronto.

一Pfff一apoya sus codos en el piso, levantando todo su torso一. Ve a buscar algo para limpiar toda esta sangre. Te ayudaría con mucho gusto, pero...tú sabes.

Rodé mis ojos, pero le hice caso de todas formas. Cuando regresé, Orion ya estaba de pie, su pierna totalmente ilesa como si no le hubiera pasado nada. La única evidencia de que alguna vez tuvo una herida ahí, era líquido rojo manchando el piso.

一Dámelo, yo lo limpio一pregunta mientras sus manos buscan el papel toalla en mis manos一. Vete a dormir si quieres.

一¿Qué harás mientras tanto?

Una pequeña sonrisa se curva en sus labios rosados, semi-resecos. 一Me quedaré aquí hasta que la tormenta termine. En la mañana ni me verás.

Quería preguntarle más cosas, conocerla mejor y conversar con ella. De un momento a otro, es como si se me hubiera espantado el sueño. Aún así, me acosté en la cama y me cubrí con mi sábana. Sin embargo, no podía conciliar el sueño.

Pateé las sábanas, descubriendo mis piernas. Me gire sobre mi brazo y pude ver que Orion ya había terminado de limpiar el desastre que dejó.

一Más vale que no me observes mientras duermo一susurré, simultáneamente recordando la pesadilla que tuve一. Sería muy extraño.

一Descansa tranquilo, muchachín.

No digo nada y la habitación vuelve a caer en un silencio absoluto. A excepción de las gotas golpeando el vidrio afuera.

Orion se recuesta en el piso y por un segundo me dio lástima.

一Si quieres...一¿puedo bajar la guardia con ella tanto? espero que esto no parezca muy apresurado一Puedes entrar a la cama conmigo.

Ella se voltea hacia mí y dice一: ¿Qué?

一¡Si quieres! No te estoy obligando一puedo sentir mi rostro tornarse cada vez más y más cálido, en especial mis mejillas y mi cuello. Mejor no hubiera dicho nada.

Vuelvo a girar, ahora mirando hacia la pared. Mis piernas seguían afuera de la sábana, pero era mejor asi. De repente siento que tengo calor en todo el cuerpo.

Al cabo de unos breves segundos, la cama se hunde en una sección, delatando su presencia. A la par que ella se va acomodando a mi lado, la cama se mueve un poco.

No sé por qué de la nada me siento tan nervioso. Yo ya he tenido novias antes y me he sabido comportar bastante seguro de mí mismo. Ahora, esta sirena, me tiene con los nervios de punta.

一Hyunjin一murmura, casi inaudible. Percibo su mano tocando mi hombro, enviando escalofríos involuntarios por mi cuerpo一. Sé que aún me tienes miedo porque sabes lo que soy.

Aprieto mi mandíbula y me doy la vuelta, ahora estando cara a cara con Orion.

一No es que te tenga miedo...solo no estoy acostumbrado todavía a tu presencia.

一Qué curioso. Cuando estábamos en el bosque, te comportabas bastante cómodo conmigo.

一En ese instante olvidé lo que realmente eres. Pero...一suspiré, tomando una pequeña pausa y continué一No sé.

Caímos en silencio nuevamente, por lo menos unos cuantos segundillos.

一¿Aún te duele la marca en tu espalda?

一Nada más cuando me forzas a ir a la playa一levanté una ceja, recordando que no me ha vuelto a arder desde hace una semana o un poco más一. Lo cual no has hecho en un buen rato. Ahora tú vienes a mí.

一Es más conveniente para ambos一responde cortante一Tengo frío. Abrázame.

一Eres como que bipolar o algo一de todas formas, la abracé. Justo en el momento que nuestra piel hace contacto, puedo sentir lo fría que está, como si hubiera estado en medio de una tormenta de nieve一. Mierda, estás congelada. Creí que estabas bromeando cuando decías que tenías frío.

Ella agita su cabeza en señal de no y se acurruca más cerca mío. Luego de multiples minutos, siento que su piel se va tornando más cálida, asemejándose a mi temperatura.

Antes de que pudiera darme cuenta, me quedé dormido con ella en mis brazos.

A la mañana siguiente, despertado por el canto de los gallos, me levanto. No había señales de Orion por ningún lado.

fin del capítulo

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