MERMAID GLASS

ʚ一15.

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一¿Qué has estado escondiendo exactamente, Alaska?

一Alaska es más bien un nombre código一me mira directo.

一¿Entonces cómo te llamas en realidad?

一Me temo que no te puedo decir, por ahora一Al termina de cortar una sección de la cola一. No es momento de hablar de esto, vamos primero a terminar lo de tu hermana.

Los movimientos abruptos y los gritos de mi hermana habían cesado ya desde hace un tiempo, pero al entrar en la habitación donde estaba restringida, estos gritos de ayuda reanudan.

Espero en silencio a que Al termine de agregar o combinar las especias y demás plantas con las escamas. Cierro mis ojos con fuezas al momento en que los sollozos desgarrados de Sooyoung incrementan una vez la sacerdotisa se acerca a ella.

一Acércate, Hyunjin. Necesito que agarres su mandíbula一Al se posiciona detrás de mi hermana, lista para iniciar con el ritual de purificación.

Me toma una gran fuerza de voluntad y tiempo para atreverme a acercarme, pero lo hago. Me tomó unos segundos, pero lo hice y eso es lo que cuenta.

Sooyoung intentó morder mi mano o mi brazo al instante de sostener la parte inferior de su rostro. Tengo mucho cuidado antes de poder asir su mandíbula y mantenerla abierta como Al me indicó.

Con una gentileza que no parece humana, Al susurra entre dientes algo en un idioma que no comprendo y forza la mezcla de escamas y demás adentro de la boca de Sooyoung.

Mi pobre hermana sigue llorando, sus ojos inyectados en sangre y su voz se ha tornado áspera de tanto gritar. No sé qué hacer ni conmigo mismo.

一Suéltala一no demoro en hacerle caso a Al y me alejo de ellas lo más posible一. Te recomiendo que salgas, no es bonito lo que vas a ver.

Se puede ver en su expresión, cada detalle, de que está siendo sincera.

Además, ya con todo lo que he visto por hoy, es más que suficiente trauma.

Desde el otro lado de la puerta, los chillidos cada vez más adoloridos de Sooyoung se tornan lacerantes. No tengo idea de cómo es que nadie se ha dado cuenta de esto. Menos mal que Al vive en un lugar tan apartado del resto; de lo contrario, habrían numerosos vecinos alarmados.

Perdí noción de cuánto tiempo pasó desde que salí de ahí. Sólo sé que en algún punto, los gritos terminaron. Sin embargo, no me atreví a entrar o siquiera asomarme. Preferí esperar a que Al me dijer directamente que ya era seguro.

Los pasos de Al no son discretos cuando se van acercando a la puerta y me preparo para lo que está por decir.

一Tu hermana ya está bien.

Suelto un suspiro alargado.

Es un alivio similar a cuando estás esperando a los resultados de un examen médico y termina que ha sido un éxito para ti. Así de tenso me sentía.

一¿Puedo verla?

一Sí, claro. Nada más está inconsciente一Al es comprensiva y me lleva hacia donde ahora Sooyoung descansaba.

Mi hermana estaba acostada en una de las camas que provenían del cuarto de invitados. La habitación es un espacio reducido, aunque tiene el suficiente espacio para que uno se mueva cómodo.

Su abdomen se levantaba lentamente, de arriba hacia abajo. A diferencia de cómo se veía hace varios minutos, su cara se ve más limpia y los restos de las lágrimas ya no estaban ahí.

En la mesita de noche, están las herramientas que Al debió haber usado para limpiarle un poco la cara y hacerle ver más presentable.

No era necesario que lo hiciera, pero igual lo hizo. Es un lindo gesto de su parte, creo.

一¿Por cuánto tiempo seguirá así? Se está haciendo tarde, mis padres se darán cuenta de que estamos demorando mucho.

一Recuerda de que acaba de salir de un ritual. Cuando despierte, no te sorprendas que se vea tan desorientada y fatigada一Al recoge el pañuelo y lo remoja un poco en agua, prosiguiendo a pasárselo una última vez en el rostro de Sooyoung一. Ahora mismo, nada más está recuperándose.

Asentí, entendiendo lo que me estaba diciendo y me repetí a mí mismo ser más paciente. No obstante, existe una gran duda existencial que ahora no para de exigirme a gritos que lo resuelva.

一¿Quién eres en realidad, Alaska? Mira que ese nisiquiera es tu verdadero nombre.

一¿Por qué te impacienta tanto descubrir eso?

一No es por presionarte, pero siento que...no sé, tú y yo tenemos alguna conexión一la chica en cuestión levanta una ceja y me apresuro a aclarar一. No de una manera romántica. No sé cómo explicarte.

一Puede que tú y yo nos hayamos conocido antes一su mirada se vuelve a perder, recordando algo一. Solo que no en esta vida, no en esta línea del tiempo.

一¿Eres una...?

Su silencio es más que suficiente para hacerme saber que estoy en lo correcto.

一¿Cómo puedo saber que no estás jugando conmigo?一entrecerré mis ojos, juzgándole.

一No estás obligado a creerme y yo no tengo que justificarte nada一responde tranquila, indiferente de que estoy sospechando aún.

一Si lo que me estás diciendo es real, ¿en qué momento nos conocimos?

Se ríe y asiente repetidas veces, de forma irónica. 一¿Alguna vez has escuchado de las almas gemelas?

Luego de eso, la conversación tomó un giro drástico. Una revelación que nunca olvidaré.

Qué vida más interesante, de veras. Sirenas, rituales, viajeros...

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Tal y como Alaska informó, mi hermana se recobró la conciencia y más confundida no podía estar. Le tomó un par de horas y explicaciones para hacerle entender lo sucedido y rompe en llanto, abrazándome y agradeciéndome de que no la haya dejado así. Cuando en realidad, la que más trabajo hizo fue Al.

Llegamos a casa a las cinco de la tarde, el cielo tomando colores rojizos y dando indicios de que está por anochecer. Mis padres nos cuestionan dónde rayos estábamos e inventamos una excusa semi-creíble que por suerte dejaron pasar.

Ya en la noche, apunto de irme a dormir, un estruendo suena de afuera, al lado dela ventana de mi cuarto.

Abrí la ventana, saqué mi cabeza para ver mejor lo que sucedía o de dónde provenía ese estruendo y me encuentro a nada más y nada menos que...

Una carta.

Un millón y te devolvemos a la sirena entera. Apúrate antes de que termine siendo comida. Viernes 1 pm, muelle. Sube con el dinero o la verás en las noticias. Díselo a cualquiera y haremos lo mismo contigo.