ʚ一13.

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一¡Minho!一fue lo primero al entrar en su farmacia, buscando cualquier rastro de él en el local

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一¡Minho!一fue lo primero al entrar en su farmacia, buscando cualquier rastro de él en el local. Las luces estaban encendidas y la señal de afuera decía estar abierto. No comprendo, ¿dónde está ese idiota?

一Buenas一una voz masculina, definitivamente no la de Minho, me llama la atención y dirijo mi vista en la suya一¿Te puedo ayudar en algo?

A diferencia de Minho, este hombre tenía una compostura más madura y derecha, más autoritativo一aunque fuera más bajo que yo. Su cabello castaño claro estaba impecable y una amable sonrisa estaba presente para balancear tanta presencia.

一Estoy buscando a Minho一inconscientemente, mi pie salta contra el piso de manera impaciente一. Es urgente.

El chico da unas palmadas al mostrador, su boca torciéndose hacia un lado como si estuviera pensando y dice一: El señor Lee salió del pueblo anoche. Tendrá que esperar, pues no estará regresando hasta en mes y medio.

Ya con esto sé que es mi fin, ajá.

Salí de ahí corriendo también, con las intenciones de retornar hacia Al, hasta que una idea surge.

¿Y si trato yo mismo de capturar alguna sirena? De seguro Orion podría ayudarme o algo. Sencillamente necesito encontrarla.

¿Es un mal plan? Puede que sí. ¿Es peligroso? También一es mi última opción. A estas alturas del problema, es mi única escapatoria. De haber sabido que algo como esto pasaría, se lo hubiera preguntado a Orion; inconvenientemente, al estar tan absorto en sus encantos, no se ocurrió一y ahora, sufro con las consecuencias.

一Por favor, Sooyoung一murmuré para mí mismo más que nada一. Aguanta un poco más一ya llegando a la playa, las arena entraba a mis zapatos y me picaba como si fueran avispas. Olvidé el calor intenso que hace a estas horas.

Apenas prestándole atención a mi agitada respiración y raudo pulso, observé cautelosamente la superficie del mar, hasta el horizonte, en búsqueda de alguna señal de ella.

Al no verla, decidí subirme a uno de esos botes amarrados al muelle. Sólo sería por unos minutos, no demoraría mucho y no planeo alejarme demasiado de la costa.

En el momento que mis manos tocan las sogas, alguien exclama一: ¡Hyunjin!

Sin pensarlo bien, mi primera reacción fue sobresaltarme ligeramente porque creí que era el dueño del bote. Sin embargo, cuando me di la vuelta, resulta ser aquella sirena que se ha adueñado de mis pensamientos estos últimos meses.

一¿Qué estás haciendo?一me mira extrañada, sus cejas fruncidas.

一¡Orion!一antes de que pudiera darme cuenta, la abracé con tantas ganas que ni le di tiempo a responder一Dios mío, qué alegría verte aquí. Necesito tu ayuda, ¡ya!

Cuando me separé, intenté hacer contacto visual con ella, pero me di cuenta de algo muy peculiar en sus ojos.

Si bien su apariencia física y voz son tal y como las conozcos, su ojos es una excepción. En lugar de tener los irises azules, son un negro tan profundo e inmenso como la noche.

一Tú no...一tal vez me esté equivocando, quizá halla una explicación, no sé一. Eres Ori...

No pude terminar de hablar, nada más siento cómo la criatura se abalanza sobre mí y nos tambaleamos juntos adentro del mar.

Al no estar preparado para el inminente ataque, no llegué a tomar aire y sentí las consecuencias del impacto en menos de cinco segundos. Mis pulmones rogaban por oxígeno, mi cabello cubría parte de mi visión y nada más diferenciaba cómo la luz se iba tornando inexistente mientras me hundía más.

Moví mis brazos en todas las direcciones, con la esperanza de agarrarme de algo o subir; no es el caso, Orion一o quien parece ser一sostiene un fierro agarre en mí y continúa ahogándome.

En la oscuridad, puedo ver la forma grotesca en que abre su boca, mostrando la fila de colmillos y dientes blancos y listos para enterrarse en carne.

No, esta no es ella. No puede ser.

Si estuviéramos en tierra, ya habría triunfado en removérmela de encima. Pero este es su terreno; las profundidades del agua.

Justo en el momento que creo que voy a perder la consciencia, siento un déjà vû al sentir unas familiares manos en mi muñeca.

MERMAID GLASSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora