La joven camarera, guio a Jimin, Jin y a YoonGi hasta una mesa apartada junto a la ventana. El lugar tenía luces bajas, de un tenue color anaranjado; un jazz suave se perdía entre los murmullos de los comensales, la música iba acorde con el ambiente tranquilo que se quería trasmitir.
Había grandes ventanales, los cuales ocupaban casi todas las paredes, y permitían que las luces de la ciudad se apreciaran; las mesas estaban decoradas con un mantel color rojo oscuro y tenían velas ubicadas sobre pequeños candelabros que parecían estar bañados en oro.
YoonGi tragó pesadamente cuando vio la cantidad de cubiertos que había, escasamente utilizaba tenedores y frente a él, tenía más de tres de cada lado. Miraba anonadado las copas y las servilletas que lucían más caras que todas sus pertenencias.Enseguida, llegó una muchacha y les entregó los menús. Todo estaba en francés y los precios no estaban en Won surcoreanos, sino en dólares. Jin y Jimin escogieron lo que deseaban cenar en cuestión de minutos, pero YoonGi estaba teniendo un dilema. Perdido entre tantas letras, intentaba encontrar algo acorde a su presupuesto, pero incluso para ordenar una copa de agua, necesitaba vender un riñón para costearla.
Con la yema de sus dedos seguía la columna de los precios, sin siquiera ver qué platillos eran.
Se sentía fuera de lugar ante tanta opulencia innecesaria.
Finalmente, un platillo en específico llamó su atención, justamente porque no era tan caro como lo demás, parecía ser una ensalada, pero su pronunciación era casi imposible.
En sus adentros se lamentaba, no pensaba que aquella salida iba a terminar de esa manera, él se imaginaba incluso comiendo pizza junto a Jin mientras miraban el río
o quizá sentados en el banco de alguna plaza, sin nadie que los molestase, teniendo un tiempo de calidad juntos, solo Jin y él, pero esto... era tan diferente.—Me gustaba el restaurante donde nos estaba llevando Jin. —Dijo más bien para sí mismo, que para los presentes, aunque lo escucharon de todas formas.
— ¿Ese lugar pestilente lleno de pordioseros?, si estás conmigo no necesitas ir a lugares así. —Respondió el pelinegro sin poder creer que alguien prefiriese aquel lugar.
—La comida se veía apetitosa y al menos era sencillo de pronunciar. —Se quejó YoonGi mientras pensaba en aquellos nombres impresos en el menú.
—No había forma de que yo entrase a un lugar así, olvídenlo, aparte aquí sirven la mejor comida de todo Seúl, ¿Qué digo de todo Seúl?, ¡de todo Corea!
YoonGi rodeó sus ojos, era imposible razonar con Jimin, aun así no era su culpa, el dinero convertía a la gente en ello, era algo inevitable.
Siguió viendo el menú del derecho y del revés, ahora buscando en la columna de lo más caro. Ya que lo habían traído a regañadientes, se las iba a cobrar haciéndole pagar al pelinegro una alta suma de dinero. Aunque luego de pensárselo mejor, eso no era ningún castigo para alguien que tenía tanto, así que regresó su dedo a la ensalada de hojas verdes, la cuál lucía tan apetitosa como el césped.
En cuanto la joven se acercó a tomar los pedidos, Jin y Jimin pronunciaron a la perfección lo que cada uno quería y hasta seleccionaron las bebidas. YoonGi señalaba con su dedo lo que quería pedir, pero al no poder pronunciarlo, Jimin se acercó a ayudar, en seguida se fijó en donde apuntaba el dedo del pálido y lo pronunció en voz alta a la perfección.—Él quiere una Salade nicoise.
— ¿Eso es todo? —Preguntó la joven mientras observaba a Jimin sonrojada y se acomodaba un mechón de cabello tras su oreja.
—No. —Musitó Jimin, este sacó el menú de las manos de YoonGi y prosiguió.
—Él también quiere Aligot y una porción de Cassoulet, y para beber, lo mismo que yo.
—Perfecto, en seguida les traigo la orden. —La chica tomó los menús y se fue por las bebidas.
—Yo... yo solo quería una ensalada. —Dijo YoonGi agobiado.
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Secuestré a un Idol || HopeV [PT2] CONCLUIDA.
FanficEste es el segundo libro de la saga "Secuestré a un Idol" les recomiendo que lean primero "Secuestré a un Idol [PT1]" para poder entender este.