Capítulo 07

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—Por favor no, no quiero sorpresas, simplemente quiero ir a dormir. —Musitó Yoongi tras un sonoro resoplido.

—Juro que te gustará, confía en mí, serán solo unos minutos y te llevaré a tu casa, lo prometo.

El auto se dirigió a una zona bastante concurrida en el centro, había muchos jóvenes caminando sin importarles que fuera entrada la noche, muchos se detenían en largas filas, a la espera para ingresar a las discotecas.
Por las angostas calles pasaban autos importados con jóvenes ricos escuchando música y algunos extranjeros caminaban por la vereda con sus bolsas de compras, riendo ruidosamente.
El chofer se detuvo frente a un pequeño edificio de dos pisos, estaba completamente a oscuras. Algunos jóvenes se voltearon a ver el auto en el que iban Jimin y YoonGi, e incluso uno de ellos tomó una fotografía del vehículo.

Jimin fue quien bajó primero, puso una clave en la entrada de aquel oscuro edificio, tomó a YoonGi del brazo y lo guio adentro.
El pálido, desconfiado, lo siguió a pasos muy lentos. Apenas pusieron un pie en la entrada, se toparon con unas escaleras amplias, las cuales subieron hasta el primer piso. La única iluminación que había era la de un cartel con letras verdes que decía "Salida".
YoonGi caminaba tras de Jimin, concentrado en cada escalón, procurando no trastabillar y caer rodando por las escaleras. No sabía con lo que se podía encontrar, Jimin lo sujetaba aún del brazo, llevándolo con seguridad.
En cuanto llegaron, se encontraron con dos puertas, el pelinegro se dirigió a la segunda y puso una clave para que esta se abriera, los números estaban iluminados y los tableros era lo único que se veía en cada entrada. Una vez allí, la oscuridad fue absoluta, no había ningún tipo de luz que le indicara a YoonGi en donde se encontraba. Jimin siguió avanzando, aferrado al brazo del pálido. Ahora caminaba a pasos lentos con una de sus manos a la altura de su cabeza, para no chocarse con nada. Dobló y abrió una puerta, finalmente, soltó a YoonGi.

—Espera aquí. —Musitó mientras se dirigía a otra sala, cerrando aquella puerta tras de si.

—Eh, ¿Jimin? —Susurró YoonGi, pero no obtuvo respuesta.

De pronto se sintió la voz del pelinegro a lo lejos, YoonGi sintió otra puerta abrirse y volverse a cerrar para luego escuchar la voz de Jimin tan cerca como si este estuviese en la misma habitación que él, pero sabía muy bien que no era así.

—¿Estás listo? —Preguntó el pelinegro emocionado.

—No.

Jimin sonrió y tanteó el panel de control donde girando el interruptor encendió una a una todas las luces. Primero las más lejanas y luego la del sitio donde YoonGi se encontraba.
El pálido se refregó los ojos intentando acostumbrarse a tanta claridad, y cuando finalmente pudo ver, se quedó helado al darse cuenta en donde estaba situado.

—¿Esto...esto es tuyo?, ¡por Dios, Jimin! —YoonGi llevó ambas manos a su cabeza sin podérselo creer, ¡Cuántas veces había soñado con estar en uno de esos!

—Y ahora es tuyo también, te daré la clave de ingreso para que vengas siempre que quieras.

— Jimin, esto... —YoonGi se quedó con las palabras en su garganta, no podía creer que estaba en un estudio de grabación, nunca siquiera había podido poner un pie en uno, aquello era un sueño hecho realidad.

No muy lejos de él, había dos micrófonos y tras ellos, había una amplia ventana de vidrio en la que podía ver a Jimin, sentado con un gran panel frente a él, un sintetizador, varias pantallas y amplificadores.

—Espero que vengas seguido, yo apenas si lo he utilizado, es una pena que este lugar permanezca cerrado.

YoonGi sintió un nudo en el estómago, estaba tan emocionado y feliz, quería probar todo en ese mismo instante.

Secuestré a un Idol || HopeV [PT2] CONCLUIDA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora