Capítulo 18

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Jimin se dio la vuelta y vio en los ojos de YoonGi una profunda tristeza. Quiso preguntar cuál era el motivo, quiso depositar su mano pequeña sobre el hombro del pálido; sentía la necesidad de reconfortarlo, hacer que cambiase aquella triste expresión, pero una pequeña vocecita en su cabeza no se lo permitía. Le decía que quizá era mejor no preguntar, más bien, limitarse a permanecer a su lado en silencio.
Así que se sentó sin preguntar nada y YoonGi procedió a hacer lo mismo, sentarse a su lado en silencio.
Los minutos pasaron y lo único que se escuchaba en aquella sala, era el sonido de un reloj que colgaba en la pared. Jimin miraba a YoonGi de reojo, pero este no se movía ni decía nada, tan solo miraba un punto fijo en el suelo y suspiraba. El pelinegro infló sus mejillas, algo que solía hacer cuando se sentía frustrado o triste, y mandando a callar aquella pequeña y tonta vocecita en su cabeza, aclaró su garganta y buscó la mirada del contrario.

— ¿Me vas a decir que es lo que te sucede?

No obtuvo respuesta.

— ¿YoonGi?, me preocupas, tan solo quiero ayudarte.

—No me puedes ayudar, quizá creas que porque tienes dinero, puedes solucionarlo todo, pero no es así.

—No me refería a dinero, YoonGi. —Jimin suspiró.

— ¿No?, ¿Entonces?, ¿Con palabras crees poder ayudarme? —El pálido estaba siendo cortante, y Jimin tenía buenas intenciones, pero no era algo que YoonGi quisiera hacer adrede, en ese momento no pensaba con claridad lo que decía.

Jimin calló y tomó su teléfono para distraerse con algo, tal vez era lo mejor o solo iba a empeorarlo todo.
YoonGi, estando lo suficientemente cerca, pudo ver la pantalla del pelinegro, lo que vio le sorprendió a tal grado que las comisuras de sus labios se encorvaron en una pequeña sonrisa burlona.

— ¿En serio, Park?, ¿Una foto tuya como fondo de pantalla? —YoonGi negó con su cabeza.

— ¿Qué tiene ello de malo?

—Eres muy superficial. ¿No ves?, por esa misma razón es que tú y yo no podemos ser amigos, no tolero esa clase de gente, me ponen de mal humor.

Jimin apretó el teléfono con fuerza entre sus pequeñas manos. No quería que las lágrimas que se estaban amontonándo en sus ojos salieran, eso sería demasiado humillante.
Él tenía una respuesta, pero temía que su voz saliese demasiado quebrada, así que intentó recomponerse.
Recordó cuando su psicólogo en una de sus sesiones semanales, le había aconsejado que intentara proyectarse a si mismo en la forma que los demás lo veían, con amor y admiración. Si, su psicólogo le daba consejos para que intentara amarse a si mismo, para que dejase atrás sus inseguridades, que no pensara en aquellos defectos que le atormentaban, defectos de los cuales la mayoría venían tan solo de su cabeza, porque nadie los notaba, de hecho, las personas a su alrededor veían aquellos "defectos" como algo adorable. El hombre le había dicho a Jimin que buscase sus atributos, que se mirase en el espejo e intente ver tan solo cosas positivas de su persona, que se tomase más fotografías, que las colocase en su foto de perfil o en su fondo de pantalla, que comience a gustarse tal y como era.

《 ¿Por qué lo he hecho?, soy un tonto》, pensó amargamente.

Por otro lado el pálido sintió que esta vez no debió decir lo que pensaba, el pelinegro se veía casi tan abatido como él mismo lo estaba hacía un instante.

Secuestré a un Idol || HopeV [PT2] CONCLUIDA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora