Secuestré a un Idol || HopeV [PT2] CONCLUIDA.

Capítulo 11

TaeHyung sintió un fuerte impacto sobre él, pero no de donde se esperaba, más bien del lado contrario.
Cayó al suelo y el automóvil pasó a toda velocidad exactamente en el lugar donde se encontraba parado segundos antes.
Aturdido, miró a todos a su alrededor. Varias personas se habían acercado a él con el objetivo de auxiliarlo, manifestando aparente preocupación en sus rostros.
TaeHyung  vio a una mujer sacudiendo el polvo de sus rodillas y sus manos le temblaban.
El castaño reaccionó finalmente y se incorporó del suelo.

—Gr-gracias. —Dijo a media voz a la mujer que lo había empujado para salvarle la vida.

— ¿Pudieron ver la patente del automóvil? —Preguntó un hombre que había cruzado la calle a toda velocidad desde la cafetería que estaba en frente.

—No. Seguro era un ebrio, se dirigió directo hacia el chico. —Respondió un joven quien también había presenciado la escena. Luego miró a Taehyung y le tocó el hombro suavemente. — ¡Creí que te arrollaría!

—Todos lo creímos. —Siguió diciendo el hombre—. Vi como aceleró directo hacia donde él se encontraba.

—En-en serio, muchas gracias. —Volvió a decir TaeHyung. Aun no lograba entender lo sucedido, ¿Por qué lo habrían querido arrollar?, recordaba haberse sentido perseguido en más de una ocasión y comenzaba a pensar que no eran paranoias suyas.

—Debes estar en shock. —Dijo una joven quien estaba aferrada a las manos de su novio.

El hombre quien había hablado al principio no dejaba de observar sorprendido a la mujer que había reaccionado a tiempo para evitar la desgracia.

—Le ha salvado la vida al muchacho. —Musitó.

El castaño observaba con ojos curiosos a todos a su alrededor.

A escasos kilómetros de allí, un automóvil zigzagueaba en la transitada carretera que unía Seúl con Incheon, ambos jóvenes iban discutiendo audiblemente. 

— ¿Te das cuenta que si no fuese por aquella mujer estarías en graves problemas? —Musitó el muchacho de rubia cabellera a su acompañante, quien se encontraba conduciendo.

—Solo quería acelerar el proceso, ya estoy harto, el jefe actúa demasiado lento, no se por qué no nos manda a matarlo de una vez y ya.

— ¡Eres un imbécil!, él tiene sus razones, y tú debes acatar sus órdenes, no creas que no le informaré lo sucedido.

—Ya, no seas tan dramático, nada sucedió, al final, ese Kim TaeHyung solo se llevó un susto.

—Si que tuvo suerte.

—Te equivocas, ¿Recuerdas el "regalo sorpresa"? —El joven sonrió ladino a su acompañante.

—Tienes razón, al parecer, Kim TaeHyung... no es tan afortunado.