La historia sigue a seis amigos que son descendientes de familias de poderosos brujos, quiénes están muy cerca de alcanzar el punto máximo de su poder, cuando una poderosa entidad llega al pequeño pueblo en el que viven para intentar separarlos y ad...
—¡Vamos, Caleb! —grité, tratando de animar a Caleb.
Chase y él estaban muy parejos en la competencia, pero Caleb estaba unos cuántos centímetros adelante. De repente, fue como si Caleb hubiese perdido el control y se golpeó la cabeza y cayó al fondo de la piscina, dejando un rastro de sangre. Me lancé al agua sin pensarlo. Arrastré a Caleb fuera del agua y el agua comenzó a salir por su boca. Caleb comenzó a toser y a recobrar el sentido.
—Estábamos preocupados por ti, amigo —dijo Chase.
Definitivamente había algo en ese chico que no me agradaba. Lo miré con desconfianza y él me devolvió una sonrisita sensual.
—¿Estás bien? —preguntó Jake, con verdadera preocupación. Caleb asintió, intentando incorporarse. Le tendí la mano para ayudarlo, Chase también. Caleb sujetó mi mano y no la de Chase.
—¿Qué fue lo que pasó? —le pregunté.
—No lo sé —contestó, desconcertado.
—Creo que deberías ir a la enfermería para que te revisen —sugirió Jake.
—Yo te acompaño —dije, pasando el brazo de Caleb alrededor de mi cuello, para que pudiera apoyarse. Jake flanqueó a Caleb por el otro lado y comenzamos a avanzar mientras Chase nos miraba, escudriñando cada detalle.
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Jake
Nick contemplaba a Caleb mientras la enfermera lo atendía. Se estaba mordiendo las uñas, señal típica de él cuando está preocupado. Me acerqué a él, posando mi mano sobre su hombro.
—Va a estar bien —le dije, tratando de reconfortarlo. Sabía lo importante que Caleb era para él. Nick posó su mano sobre la mía.
—Algo pasó en la piscina —dijo, sin apartar la mirada de Caleb.
—¿A qué te refieres? —quise saber.
—¿Caleb golpeándose en la piscina que conoce mejor que todos nosotros juntos? —negó con la cabeza —Me parece muy raro —apuntó.
—A todos nos puede suceder —le dije, mientras Caleb se acercaba a nosotros, con una venda cubriendo parte de su cabeza —. ¿Cómo te sientes, hermano? —le pregunté.
Nick se volvió para verlo.
—¿Estás bien? —le preguntó.
—Sé que va a parecer que estoy haciendo un berrinche por haber perdido, pero hay algo raro en Chase —dijo, con un tono mortalmente serio.
