14. Como ordenéis, majestad

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Sam

Cepillaba mi cabello mientras Kara leía cerca de mí, cuando la puerta de mi cuarto se abrió de golpe. Me volteé nerviosa, y vi a Alex allí, mirándome fijamente e hinchando y deshinchando su pecho de forma rápida, nerviosa. 

Le pidió a su hermana que fuera con Lena y Kara me miró pidiendo permiso, cosa que le concedí, porque tenía la esperanza de que Alex quisiera hablar conmigo de algo que le aterraba en mayor intensidad que a mí. 

Cuando su hermana salió, buscó mi mirada y la vi temblar. Parecía vulnerable, cuando nunca antes me lo había parecido. Era segura de sí misma y muy protectora conmigo. Podía parecerme cualquier cosa, pero no vulnerable.

-Lo siento, Sam. Perdóname.

Vino hacia mí y atrajo mi cara hacia ella. Me besó tierna y vorazmente y descubrí el paraíso. Jamás me habían besado así. Jamás había amado a nadie más que a ella. Me agarré a su nuca y profundicé los besos que me daba. Nuestras lenguas se entrelazaban y nuestros cuerpos echaban chispas.

-Alex, ¿qué ha cambiado?- pregunté cuando me alejé a tomar aire-.

-Lena...- contestó con la respiración entrecortada- Lena me dijo que estás enamorada de mí.

-¿No te lo había dejado claro?- sonreí, pues ella me había visto llorar por sus rechazos-.

-Sam... Yo sabía que te gustaba, pero pensé que eran las ganas de probar algo nuevo, al decidir no acostarte con un hombre.

-Los hombres aquí no tienen nada que ver. Aunque hubiera un montón de ellos esperando, aunque no existiera Ruby. No es una necesidad que satisfacer, no es lujuria. Es amor, Alex- le dije, intentando que entendiera que no era otra cosa que profundo afecto mezclado por el deseo de besarla, de tocarla y de que ella me tocara a mí-.

-Yo te amo a ti, Sam, desde hace años- me confesó y tuve que volver a besarla- Y no era un secreto para mí que siempre había sido una desviada, pero contigo no era tan físico. Me dolía el corazón.

-No te llames así ¡No somos eso! Somos diferentes, incomprendidas, pero no desviadas, ni degeneradas. Ninguna de las cuatro.

-¿Cuatro?

-¿No es obvio que Lena está enamorada de tu hermana? La conozco bien. Está confundida y sufriendo, por eso mismo lo sé. Y tu hermana... Nunca he visto a nadie más protectora que ella- la miré y vi su cara de alivio. Supongo que es más fácil confesarte a tu hermana cuando es igual a ti- Bueno, quizás sí conozca a alguien más protectora- dije, besando sus labios superficialmente- Y más buena- repetí- Y más bella.

Alex me agarró de las caderas y me levantó del suelo mientras yo la besaba con pasión, agarrándome a su cuello. Me recostó en la cama y se tumbó encima. Introdujo sus manos por debajo de mi camisón, acariciando mis muslos hasta que rozó mi sexo y las retiró.

-Sigue, Alex- le pedí-.

-No tan rápido. Quiero volver a ver ese precioso cuerpo que tienes.

Con soltura, retiró su pesada cota de malla y quedó con una camisa blanca que llevaba debajo. Su tacto ahora era más suave y tenerla encima me excitaba mucho. Con una mano, acarició mi cara y con la otra, de forma hábil, desabrochó las dos cuerdas que cerraban mi camisón a la espalda. 

Bajó poco a poco la tela, dejando un hombro al descubierto, manteniéndome la mirada. Fue hacia él y lo besó con ternura, como sólo ella sabría hacerme. Depositó varios más en mi clavícula y en la parte superior de mi pecho. Después se retiró un poco para seguir tirando de la tela hacia ella y desnudarme hasta la cintura.

La diferencia entre tú y yo (SUPERCORP +AGENTREIGN) TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora