La diferencia entre tú y yo (SUPERCORP +AGENTREIGN) TERMINADA

16. Maldita y estúpida cobarde

Lena

Si no hubiera sido por Kara, si no me hubiera acompañado en aquellas noches, con sus palabras, sus caricias y sus abrazos, no me habría recuperado. Las pesadillas eran recurrentes. Revivía sus manos por mi cuerpo, sus labios en mis pechos, su sexo destrozándome. Me despertaba en plena noche, gritando desorientada, pero a quien encontraba allí no quería dañarme.

Kara me hablaba dulcemente, tomaba mis manos y acariciaba mi mentón. Me aseguraba que siempre iba a cuidar de mí y que nunca me iba a dejar. Sin embargo, ya había puesto fecha para la boda con mi hermano.

Cuando pronunció aquellas palabras, noté como si me hubieran vuelto a atacar. Estaba indefensa y no podía defenderme. ¿Qué iba a decir delante de mi hermano? Y ella vio mi mirada de súplica, y aún así siguió adelante. ¿Por qué? ¿No me habían hecho suficiente daño? Sam, Alex y ella eran las únicas en quienes confiaba plenamente.

Mi hermano se fue, feliz de pensar que en una semana estaría adentrándose en ella. Cuando vi que estaba lo suficientemente lejos, hablé.

-¿Por qué Kara? Pensé que eso había cambiado. ¿Fue porque te dije que no quería que me tocases?

-Claro que no, Lena- me contestó- Tú misma dijiste que no quieres decepcionar a tus padres. Es lo más importante para ti. Si no me caso con él, ¿qué razón daría?

-¡Cualquiera! Que no te gusta, que has decidido centrarte en tu trabajo... 

-Pero seguirían hablando de nosotras.

-¿Y qué?

-Que sigues decepcionando a tus padres.

-¿Qué quieres Kara?- pregunté con temor-.

-No son buenas personas. Ni te tratan bien.

-¡Ya lo sé!

-Me gustaría estar por encima de ellos en tus prioridades- terminó por decir-.

-¿A qué te refieres?- pregunté  confusa-.

-¿Quieres que no me case con tu hermano para demostrarme que no importa lo que digan de nosotras? Cuéntales a tus padres que estoy enamorada de ti. Ni siquiera quiero que digas que es correspondido. Sólo que estoy enamorada de ti y que tú me proteges en eso. Que me aceptas.

-Kara... No puedo decirles eso. Te llamarán desviada.

-¡No me importa! Sólo quiero ver que me defiendes, que me pones por encima de ellos. Te amo, estás por encima de todos, para mí.

-¿Estás celosa de mis padres?- no podía ser cierto-.

-¿No lo estás tú de tu hermano?

-¡No es lo mismo!

-Ya lo sé...- contestó, bajando la voz- Mira, Lena. Respeto tus deseos. Respeto que quieras a tus padres, que quieras impresionarles y no quieras decepcionarles. Pero no puedo luchar contra eso... Si eso es lo que quieres, yo voy a ayudarte a que se sientan orgullosos. Haré que la gente piense que no nos amamos. Contratraré a un pretendiente falso. Conseguiré que alguien compre un cuadro tuyo o una poesía. Cualquier cosa que te haga sentir mejor.

-Pero no hace falta...

-¿Cómo te hace sentir que la gente comente cosas sobre nosotras?

-Avergonzada...- confesé y una lágrima bajó por mi mejilla-.

-Sí... Eso creía... No quiero que te sientas avergonzada de mí o del amor que siento por ti. Que me sientas como un pecado que merece un castigo...

-¡No eres tú! No me avergüenzo de ti.

-Te avergüenzas de amarme, de besarme y de tocarme- guardé silencio porque era verdad- Voy a estar siempre contigo, Lena. Esto no cambia nada. No dejaré de amarte nunca. Por eso hago esto...