17. No lo entiendes

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Lena

Me fui a mi habitación. Me tiré en la cama y me eché a llorar. No bajé a cenar y, cuando llegó la hora de irme a dormir, me maldije a mí misma. ¿Podía vivir sin ella? Claro que sí. Iba a ser una mujer independiente que no necesitara de nadie para sobrevivir. Pero, ¿quería hacerlo? No. Quería tenerla conmigo. Quería compartir mi vida, mis experiencias y mi cuerpo con ella. Y vivir las suyas y besar su cuerpo. 

Iba a recuperarla. Estaba decidida. No sabía si iba a ser capaz de decirle todo lo que sentía. Estaba tan nerviosa... Así que me vestí para salir y cogí todas aquellas poesías que le había escrito a lo largo de las semanas y que nunca me había atrevido a enseñarle.

Abrí la puerta de la habitación y me encontré a un hombre de piel oscura, que me hizo gritar, pensando que James estaba allí de nuevo.

-Lo siento, milady. ¿Os he asustado?

Era el nuevo guardián de mi madre. Apenas le conocía, pero no tenía cara de mala persona, como el de mi hermano, al que no soportaba.

-Tranquilo. No me esperaba que estuvieras ahí. Sólo eso.

-Vuestra madre ordenó que cuidara vuestra habitación. ¿Estáis bien?

-¿Por qué lo dices?

-Os escuché llorar.

-Fue necesario- dije-.

-¿Para qué, milady?

-Para darme cuenta de que la diferencia entre tú y yo no existe. Ni entre nosotros, ni entre Kara y yo, ni entre amar a un hombre o a una mujer. Todas esas diferencias están en nuestra cabeza y en lo que impone la sociedad.

- Es estimulante escucharos hablar así.

-Tutéame, J'onn. No soy más que tú. De hecho, tú me proteges. Debo más agradecimiento por eso que lo que tú nos debas por el dinero que te paguemos.

-Gracias, ... Lena- contestó dubitativo, pero feliz-.

-Ahora tengo que irme, porque voy a gritarle a la mujer que amo que no me importa quién se entere. Que no la merezco, y aún así espero que me acepte. 

-¿Mujer?

-Sí, J'onn.

-De acuerdo- contestó extrañado- Su guardiana.

-Mi mujer, J'onn. Mi mujer.

Le sonreí y se apartó para dejarme seguir. Pero, tras él , apareció mi madre.

-¿Por qué estás vestida, Lena? ¿Dónde vas? No son horas de salir.

-Tengo que ver a Kara- informé, sintiéndome valiente-.

-¿A tu guardiana? Ni lo sueñes. No es hora de que una chica decente ande por ahí, y estamos intentando que tú al menos lo parezcas- soltó, tratando de herirme de nuevo- Lo que tengas que hablar con ella, hazlo en la boda.

-No habrá boda, madre.

-¿De qué hablas?- preguntó no sé si más confusa o enfadada-.

-Kara estaba esperando por mí. A que yo me atreviera, a que fuera valiente. Y voy a serlo. Voy a pedirle que no se case.

-¿¡Qué dices, estúpida!? ¿¡Por qué harías algo así!?- me preguntó acercándose e intimidándome con su altura-.

-No quiero que se case con mi hermano- sabía que, inconscientemente, estaba alargándolo porque me aterraba decir la verdad, pero ya no iba a haber freno-.

-¿Qué tiene tu hermano para que no quieras que se case con él?

-¡Que no soy yo!- mi madre torció el gesto y frunció el ceño- Yo quiero casarme con ella, madre. ¡La amo!- casi grité-.

La diferencia entre tú y yo (SUPERCORP +AGENTREIGN) TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora