6: Otro día.

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Nos compramos unas gorras porque hace mucho calor. Después cojo el móvil, lo alejo un poco mientras la abrazo y saco una foto. Quedó con los ojos cerrados.
 
  - Aspetta, sólo un momento. Otra, por favor...
  
   Ella se ríe  y me abraza de nuevo. Alejo el móvil para sacar otra foto. Perfecta.

Izuku me da su mochila. Me coge la gorra de la cabeza y no comprendo lo que quiere hacer. Ah, ya sé, quiere mojarlas en la fuente porque hace todavía más calor que antes, moja las dos gorras y regresa hacia mí se pone la suya. Pequeñas gotitas le resbalan por los bordes de la gorra, sobre la mejilla, después por la barbilla, con el dorso de la mano aparta esa gota que estaba a punto de caerse sola.
  
   - Por favor, póntela, hace calor.
  
   - Ah, mucho mejor.

   Si, en efecto, se está mejor así. Después coge de su mochila una botella de plástico en la que casi no queda agua.
  
   - Voy a llenarla.

   Y después regresa conmigo, caminando como si desfilara, lo hace aposta y lleva la botella sobre la palma de la mano izquierda y con la derecha la muestra, parece un anuncio o un sueño. Me vuelvo loco, pierdo la cabeza. Ella mueve las caderas... Y yo la miro extaciado... Es realmente bonita.

Después, de repente, coge la botella y se pone a correr como una loca hacia mí.
 
  - ¡Es mi teléfono!

   Ah, sí, era su móvil. Lo coge del bolsillo de su mochila.
  
   - ¡Denki!

   Justo en ese momento un coche toca el claxon a lo loco.
 
  - ¡Qué pasa!- es Kiri.

   Ha decapotado el coche, lleva unas Ray-Ban enormes, un collar de acero al cuello. Total, sí había un modo de hacerse notar era precisamente éste. Denki está a su lado, con unas gafas mucho más sombrías y una cadenita de oro que casi no se ve.
 
  - ¿Qué Blasty? ¿Qué quereís hacer? ¡Venga, venid con nosotros!

   Miro a Izuku, que hace señas de que sí, corremos hacia el coche, saltamos detrás un poco a lo Starsky & Hutch, y todavía no hemos tocado los asientos cuando Kiri sale fechado a toda velocidad por las callejuelas del centro.
 
  - ¿Has visto como tira este Tigra, eh? ¡Escucha, escucha las ruedas en las curvas, escucha cuando corro!- Y diciendo esto gira a la derecha a toda velocidad, de manera que Denki acaba prácticamente sobre él con la cara hacia adelante, entre sus piernas.
 
  - ¡Eh, no tan rápido, nena! ¡Hay tiempo per tutti!

   Denki niega con la cabeza y ríe mientras Kiri sigue a toda velocidad, dribla algunos coches y sigue por la carretera.
 
  - ¡Espera, espera, para debajo de la oficina tengo que coger algo!- (la oficina es mi otro trabajo de las tardes, una inmobiliaria de casas y pisos de lujo)

   Bajo del coche y al poco rato estoy de regreso.

   - Ya está, vámonos.

   Kiri arranca despacio.

   - ¿Qué has ido a buscar?

   - Condones...

   - ¿En serio? Pues entonces es que lo ves claro... O sea ¿Ya ha pasado algo? No, digo...- mira a Izuku- Qué potra, está que quita el hipo... en serio.
 
  - Kiri... ¡era una broma!
  
   - Ah... vale.

   Ahora Kiri conduce más tranquilo. Vamos hacia el lago. Declinó la cabeza hacia atrás y cierro los ojos, después como las gafas de sol del bolsillo de mi chaqueta. Izuku me coge de la mano, me aprieta con fuerza y se apoya sobre mi pecho. Siento su pelo bailar con el viento, ligero, me roza, se enreda rebelde, pero no me molesta. Al contrario. Y que tenga ganas de cogerme de la mano, me gusta mucho. Aparta mi brazo de manera que pueda abrazarla y vuelve a agacharse, envuelta en mi cazadora, con la cabeza sobre mi hombro, y yo la respiro.

HappinessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora