- Déjame aquí mismo. Si no después tendras que dar toda la vuelta.
- Vale ¿Nos vemos más tarde? Para está noche también lo tengo todo preparado, las acompañó al hotel y después nosotros quedamos dentro de dos horas. Hay un sitio fantástico para llevarlas a cenar.
Kiri arranca de nuevo derrapando, doy unos cuantos pasos, giró en la esquina y llegó al portal de mi casa. Abro la verja, subo los escalones del jardín, pero cuando abro la puerta no me da tiempo a cerrarla.
- ¡Por fin! ¿dónde estabas? ¡Hace una hora que te busco!
Himiko se me echa encima como una furia, me da un susto, pero me lo esperaba.
- Fíjate, es increíble ¡cuando se te necesita no estás nunca!... Ven, ven conmigo.
Pasamos por la puerta del sótano y llegamos al patio. Un Cinquecento azul está parado delante de nuestro garaje. Me doy cuenta de que tiene todos los cristales laterales hechos añicos, los de adelante y los de atrás, los dos retrovisores rotos, el limpiaparabrisas doblado y en el capó hay una raya que da la vuelta al coche subiendo y bajando.
- Un accidente muy particular...- Ah, encima te haces el gracioso... Es el coche de Jin, estábamos charlando tranquilamente debajo de casa cuando ha venido Dabi y lo ha dejado así! ¿Tú te crees que tenemos que aceptar está violencia?
Llega Jin. Los miro a los dos.
- Perdonad, pero ¿Qué puedo hacer yo?
- ¿Cómo que qué puedes hacer? Una amiga mía me ha dicho que anoche estabas en el quiosco del puente y Dabi le robó el bolso a una de esas extranjeras que Eijiro y tú lleváis de paseo... si eres tan amigo suyo, ve a hablar con él ¿no? Ahora eres tú el hombre de la casa.Dejando a un lado que no soporto esa frase ¿Cómo es posible que se hayan enterado?
- ¿Y bien? No es que haya que decidir mucho... ¡llama a Dabi!
- No tengo su número...
- Aquí lo tienes.
Me pasa su móvil con el número ya en la pantalla. No hay manera, joder, me gustaría ocuparme de mi vida y, en cambio, tengo que ocuparme de la lianta de mi hermana. Hago la llamada y ni dos tonos después ya contesta.
- Te has salido con la tuya, ¿eh? ¿sabes el tiempo que llevo buscándote? ¿Por qué haces eso, cariño?
- Ejem, Dabi... soy Katsuki.
- ¿Quién?
- Katsuki, el hermano de Himiko...- Pásamela...
- No, quería decirte que no vale la pena. He visto el coche, déjalo estar si no empeorarás las cosas, ya conoces a Himiko, es muy obstinada y esto se va a convertir en una cuestión de principios ¿entiendes?
- Me importa dos cojones, pásamela.
- En este momento está llorando, me parece... Sí, debe pasar está época y después quizá un día...
- Pásamela...
Me encuentro con Jin delante.
- Él va con es táctica del miedo, pero ¿quién tiene miedo de él? ¡Díselo!
Himiko también se acerca.
- No es él quien decide ¿estamos? Es el principio de la libertad, mi libertad ¡díselo!
Dabi insiste:
- Pásamela.
- No tenemos miedo, díselo.
Dabi se está enfadado cada vez más.
- Te he dicho que me la pases, será mejor que me la pases.
- Ya basta. Creo que no puedo hacer nada por vosotros...
Dejo el móvil en el techo del coche y me voy. Himiko y Jin se quedan mirándome atónitos mientras por el teléfono se oye la voz de Dabi, como si fuera un disco rayado:
- Pásamela. Te he dicho que me la pases.Yo subo a casa, abro la puerta y la cierro a mi espalda. Oh por fin un poco de silencio. Voy a la cocina, miro por la ventana, quiero ver como Himiko sale de este lío.
Entonces oigo un ruido, casi imperceptible. Veo la puerta de la habitación de mis padres abierta y a ella ahí, sentada a los pies de la cama.
- Mamá.
Pero lo digo en voz baja, casi para mí. Esta sentada en la cama y tiene un cajón a un lado, álbumes de fotos y fotografías esparcidas a su alrededor, por la alfombra. Ese ruido es ella, está llorando. En esas fotos está su vida. Tiene un pañuelo en la mano y mientras se seca las lágrimas vuelve a poner en una caja las fotos de una vida, su vida, nuestra vida.
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Happiness
FanfictionKatsuki está pasando por una época difícil: su novia le ha dejado. Su padre falleció y tiene que ocuparse de su madre y sus dos hermanas. Su mejor amigo no puede decidirse entre dos chicas. Pronto conocen a dos jóvenes extranjeras y se dan cuenta qu...