11: Florencia, Venecia y Nápoles.

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   Ayudo a Kiri a cargar la maleta en el vagón. Después cargo también las mochilas de las dos chicas. La de Denki es ligera ¡Pero la de Izuku es una pluma!
  
   - Vosotras avete capito que vamos a estar tres días...
  
   - Sí- se ríe- Sólo llevo un cepillo de dientes y Chanel... Hace tanto calor- Y me sonríe tomándome el pelo- No, no, estoy bromeando, quiero comprar muchas cosas aquí y lo voy hacer in questo viaggio.
  
   Denki interviene:
 
  - Izuku es una modelo molto importante en Japón.
  
   - ¡Denki! Él no está interesado en eso.
  
   Estas últimas palabras las entiendo perfectamente.
  
   - No es cierto, non è vero, soy curioso di te...
 
    Y ella me mira de un modo... es como si en ese momento hubiera descubierto la combinación perfecta.

   Todavía no hemos llegado a nuestros asientos cuando el tren empieza a moverse, de modo que me siento junto a la ventanilla. Izuku, después de coger una botellita de agua de su mochila, se sienta a mi lado y se recuesta en mi pecho. El tren acelera y fuera el panorama enseguida discurre de prisa. Con la mano izquierda juega con el botón de mi camisa mientras yo le acarició el pelo. De vez en cuando cierra los ojos, luego vuelve a abrirlos y mira por la ventanilla, veo que la punta de su nariz es perfecta, está ligeramente bronceada.

    Frente a nosotros, Denki y Kiri están mirando algo en el iPad, cada uno lleva sus auriculares conectados con un doble adaptador. De vez en cuando se ríen. La gente que está sentada a su lado en la fila de la derecha de tanto en tanto los mira y echa un vistazo al ordenador, con curiosidad. Sólo espero que no estén viendo porno.

   Florencia. Izuku y Denki se quedan con la boca abierta. Enseguida sacan la Lonely Planet, pero las detengo.
 
  - ¡Ahora andiamo al hotel, dejamos i bagagli y andiamo a ver la ciudad!
  
   Nos acercamos a la parada de taxis, mientras caminamos Denki habla con Izuku, no entendemos muy bien lo que dicen, luego, justo cuando llegamos delante del primer taxi libre, Izuku se dirige a mí.
  
   - No, Katsuki, non stiamo a Roma, por lo que ahora déjanos pagaré i biglietti di treno y el taxi...
 
  Kiri se acerca.
  
   - ¿Qué están diciendo?
  
   - Me parece que quieren pagar algo...

   El taxista se acerca.
  
   - Sí, quieren pagar el tren, o vais a medias u os tocará coger el autobús- Y pone cara de sabiendo, debe de tener nuestra edad y se hace mucho el gallito. Sonrié a nuestras amigas- Lo están decidiendo.
  
   - Disculpa... Jefe... Mete nuestras bolsas en tu taxi y limítate a eso. Gracias.

   - Bueno, andiamo, tutti al taxi- abro la puerta- ¡Ahora vosotras estáis nen nostro paese, la nostra casa! Y vosotras sois nuestras... - Miro a Kiri- ¿Cómo se dice ospiti?
   
   Kiri pone inmediatamente el traductor.
 
   - "Invitadas"
  
   - Sí, vosotras sois nuestras invitadas, o sea, ¡niente de dinero con noi!

   Y subimos todos al taxi del simpático florentino, que no dice nada más hasta que llegamos. Bajamos y entramos en la multipropiedad. Me dirijo hacia el mostrador, al que llega un simpático señor.
  
   - Buenos días, ¿en qué puedo ayudarlos?
  
   - Hemos reservado dos habitaciones, venimos de parte de P&U para supervisar la gestion del inmueble.
  
   Lo comprueba en un registro.
  
   - ¡Claro! Nos ha llamado el señor Toshinori y me ha pedido encarecidamente que les diera las mejores habitaciones- mete dos tarjetas en una máquina y me las da- Avísenme si necesitan cualquier cosa. Estaré aquí en la portería hasta mañana por la mañana. ¿Quieren que avise al mozo para que suba las maletas?
  
   - No, gracias, no pesan- y voy hacia el ascensor. Pulso el cuatro.

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