🔥15🔥

404 78 0
                                    

Intento mantener la calma al girarme para enfrentarme a Jackson, sometiendo el miedo con un golpe desesperado, procurando no pensar en dónde me ha encontrado…, en el espanto de hallarme en una habitación recubierta con la piel arrancada a los de mi raza. -¿Qué estás haciendo aquí? -exige saber. - Estaba buscando el cuarto de baño - respondo, parpadeo frenéticamente. Tengo los ojos secos y respiro a duras penas por la nariz, concentrándome en enfriar el creciente calor de mi tráquea. -Hay uno junto a la cocina. -Jackson ladea la cabeza, estudiándome con un centelleo de sus ojos oscuros-. ¿Por qué has subido al primer piso? -Abarca con la mirada la habitación, deteniéndose sobre el mapa antes de volver a posarse en mí con penetrante decisión-. ¿Por qué estás husmeando aquí? -No estoy husmeando -niego, tragándome la quemazón que me sube por la garganta. -¿Qué tienes ahí? -me pregunta, señalando la camisa de Hyunjin. -Nada. Solo una camisa - respondo, agarrándola con fuerza. - ¿De Hyunjin? ¿Por qué la tienes? - Entorna sus oscuros ojos, bajando unos párpados pesados y recelosos-. No me digas que eres una de esas chicas que duermen con un mechón de pelo de su novio… No pensaba que fueras tan patética. Nos quedamos mirándonos fijamente. Yo guardo silencio, tan inmóvil como una roca. Jackson estira una mano hacia la camisa y yo retrocedo un paso de golpe. Sé que mi reacción es exagerada, pero no puedo evitarlo. De ninguna manera le entregaré la camisa a este tipo. Él me sigue, agobiándome. -¿Qué te traes entre manos? ¿Por qué estás aquí realmente? -Por Hyunjin -contesto, y me alejo-. Me gusta Will; eso es todo. ¿Por qué si no iba a estar aquí? -Él se ha acercado tanto que lo empujo con una mano; mi furia está sobrepasando a mi pánico de tal modo que estoy dispuesta a tocarlo-. Apártate. Él no me hace el menor caso y sigue acercándose. -Creo que tú también le gustas a Will, y eso es toda una novedad. - Me repasa con la mirada insolentemente, sin pasar nada por alto-. ¿Qué tienes tú de especial, eh? Choco contra el escritorio y me agarro al borde, pero al recordar que está forrado con piel de ónix suelto un grito ahogado. Horrorizada, retiro las manos al instante. Jackson sonríe siniestramente, pues no se le ha escapado mi reacción. -Precioso, ¿verdad? -comenta, y roza mi brazo con el suyo al ir a acariciar el tablero del escritorio. Se me contrae el estómago violentamente y, temiendo ir a vomitar, paso deprisa ante Jackson antes de hacer o decir algo espantoso, algo de lo que no pueda retractarme después. Él me agarra al pasar, obligándome a mirarlo a la cara de nuevo. Sublevada por su contacto, mi piel destella dorada y roja durante una fracción de segundo. -No recuerdo cuál fue la última vez que a Will le gustó un chico - continúa-. No se permite a sí mismo que le gusten los chicos. No desde que estuvo enfermo…, lo cual me lleva a pensar que tú eres algo más. Lo confieso: siento curiosidad. ¿Enfermo? ¿Cuándo estuvo enfermo Hyunjin? Quiero preguntar, pero no me atrevo a seguir ni un momento más en esta atroz habitación, sujetando una camisa con mi sangre, sufriendo el contacto de Jackson y las incisivas cuestiones sobre por qué soy tan diferente. Libero el brazo y me alejo bruscamente; el aire se vuelve viento contra mi cara. No llego muy lejos antes de que Jackson me atrape de nuevo y me obligue a girar. En ese momento me atenaza el auténtico temor de que podría no salir nunca más de esta habitación. Su cara se acerca tanto a la mía que casi me veo en el oscuro reflejo de sus ojos. - Quiero saber qué estás haciendo aquí -insiste. Empiezo a respirar aceleradamente, mientras en mi interior se forma un vapor que se va transformando en fuego. -Suéltalo - exige de pronto una voz que me inunda como una fresca oleada de alivio. Hyunjin se halla en el umbral, abriendo y cerrando las manos a los costados. Pero, aun así, Jackason no me deja libre. -Le he pillado husmeando. Hyunjin avanza con una expresión tan fría como el mármol. —Suéltala -repite. Jackson se cuadra, colocándome a su lado sin soltarme. - Empieza a usar el cerebro, Hyunjin. La he pillado aquí -remarca. Estás haciendo una montaña de un grano de arena -dice Hyunjin, dando unas cuantas zancadas para liberarme. Yo me tambaleo y Jackson aprovecha el momento para arrebatarme la camisa de las manos. -¡No! -exclamo con voz ahogada, intentando recuperarla. Pero es demasiado tarde. Jackson se pone fuera de mi alcance y empieza a examinar la camisa con fingido aburrimiento. -¿Qué es lo que tiene esto de especial? Le da igual la camisa. Solo le importa que yo parezco quererla…, y que me angustia que me la quite. Mis ojos se clavan en la manchas moradas de sangre porque son lo único importante ahora mismo. La respiración me devora el pecho en una nube de fuego. Percibo el instante en que Jachson comprende qué está mirando, lo observo con atención cuando la incredulidad aparece en su cara, tan brillante y vívida como un relámpago. Hyunjin también lo reconoce y los tres nos quedamos inmóviles durante un momento de conmoción, un cuadro vivo congelado, esperando a que alguien se mueva o hable. Hyunjin es el primero. Le quita la camisa a su primo y Jackson le deja hacer sin pelear. Yono puedo moverme, no sé qué hacer, qué decir. Las posibles escenas que había creado mentalmente jamás se habían desarrollado así. -¿Esta es tu…? -le pregunta Jackson a Hyunjin. Creo que quiere decir «sangre». Lo oigo en la pausa. Jackson desvía su mirada hacia mí; sus ojos oscuros lanzan chispas. Yo me echo a temblar, desconcertado, no muy segura de qué estará pasándole por la cabeza. Luego Jackson se vuelve a Hyunjin y le suelta: -¿Qué sabemos de tu noviecito? ¿Habéis estado hablando más de la cuenta? ¿Compartiendo secretos de familia? ¿Qué sabes realmente sobre el?No seas idiota. Déjalo estar -resopla Hyunjin, bajando una de sus manos para coger la mía. ¿Es un gesto de apoyo? ¿De control?-. Te equivocas…, y eres tú el que está hablando sin pensar, así que cierra el pico. ¿En qué se equivoca? ¿Qué sospecha Jackson? Miro a un primo y a otro desesperadamente, perdida. ¿Por qué Jackson no está fuera de sí al ver sangre draki en la camisa de Hyunjin? ¿Por qué no está exigiéndole una explicación? Hyunjin baja la vista y sus ojos se enturbian al mirar la camisa que tiene en la mano…, al ver mi sangre. Desliza un pulgar por la emborronada mancha morada, con un gesto casi reverente.Es que ahora estás saliendo por tu cuenta? -insiste Jackson. Y entonces lo comprendo. Está acusando a Hyunjin de salir solo a cazar drakis-. ¿Sabe tu viejo los riesgos que estás corriendo? Maldita sea, Hyunjin, te crees que eres un tipo fantástico… El resto de sus palabras se pierde porque Hyunjin agarra a su primo por la pechera de la camisa y exclama: -¡Cierra el pico! Jackson me mira por encima del hombro de Hyunjin, evaluándome amenazadoramente. No parece preocupado por la posibilidad de haber desvelado demasiadas cosas. ¿Y por qué habría de estarlo? En lo que a él se refiere, o yo ya lo sé todo o me resultaría imposible adivinarla verdad. Es demasiado increíble. Hyunjin suelta a su primo con un empujón, como si no soportara tocarlo. -Si ya has terminado de comportarte como un neurótico, me gustaría bajar a tomar uno de los brownies de tu madre. ¿Y a ti, Jeongin? ¿Te apetecen unos brownies ? Hace esa pregunta absurdamente normal con rudeza, como si yo no tuviera elección. Está poniendo punto final a este interrogatorio. Yo asiento sin abrir la boca, pensando solo en que esto no ha terminado, ni mucho menos. Jackson ha visto la sangre. Mi sangre, aunque él no lo sepa. Y Hyunjin también la ha visto. Me baja un escalofrío por la espalda, porque Hyunjin sí debe de saberlo. Jackson dice algo entre dientes y da media vuelta para irse, pero se detiene, mirándome fijamente con un brillo amenazador en los ojos. Yo apenas logro controlarme para no salir corriendo, para no escapar, bajo el impulso de mi instinto draki. Hyunjin se acerca más a mí. Su proximidad me infunde valor, una calma que en estos momentos necesito desesperadamente. -Vete, Jackson. Nosotros bajaremos en un segundo. Jackson sale de la habitación con zancadas iracundas y Hyunjin se vuelve hacia mí y me pregunta, directo algrano-: ¿Quién eres? Nos recuerdo a los dos en las montañas, la ternura de su rostro al mirarme como draki… Le diría la verdad, la tengo en la punta de la lengua, pero me trago esas palabras, pues no soy tan insensato. No me corresponde hacer tal confesión, ni este es el lugar. Hay muchas cosas más que tener en cuenta, aparte de mí mismo. -No sé qué quieres decir -replico. Él se queda mirándome un largo momento antes de apartar la vista para pasearla por la habitación con disgusto. Se le oscurecen los ojos hasta adoptar el color de un bosque umbroso, y sé que lo está viendo todo tal como es. Igual que yo. Piel draki por todas partes. Luego sus ojos se posan en la camisa que sujeta. -Llevaba puesta esta camisa cuando te cortaste la mano. Esta es tu sangre -afirma, y alza la mano, dejando la prenda entre nosotros, como una prueba muda que no puedo negar. Yo no digo nada… ¿Qué clase de defensa puedo armar?-. Solo hay una manera de que un humano tenga sangre de este color - añade. Yo procuro ocultar mi conmoción. ¿Un humano puede tener sangre draki? ¿Cómo es eso posible-. ¿Eres una enkros? ¿Cómo si no vas a…? Su voz se apaga, y él sacude la cabeza despacio; da la impresión de que se encuentra mal.Qué es un enkros? - inquiero. ¿Me lo imagino, o me ha temblado un poco la voz, estrangulada por la pregunta cuya respuesta ya conozco? Hyunjin se queda mirándome, a la espera, como si yo fuese a hacer una confesión. Su penetrante mirada me dice que no se ha creído mi farsa. Sabe que estoy ocultando algo, y tiene la camisa para demostrarlo. Ahora está muy cerca, es una presencia implacable que me observa expectante, decidida a obtener respuestas. -Vamos, Jeongin, no puedes tener sangre como esta y no saberlo. -Sus pupilas se oscurecen, y parecen tan inmóviles y negrascomo aguas muertas en la noche-. Cuéntame. ¿Qué eres? Intento rodearlo. -Deberíamos ir… Pronuncia mi nombre con aspereza, bloqueándome el paso. No hay forma de esquivarlo, no hay forma de evitar esto. Arrinconada como un conejo, el pulso me late en la garganta como si fuera a escaparse de mi ardiente piel. No puedo justificarlo. Hyunjin sabe demasiado, comprende demasiadas cosas… No se me ocurre una explicación razonable, de modo que hago lo único que puedo hacer para detener sus preguntas. Le cojo la cara con ambas manos y atraigo su cabeza hacia la mía. Él permanece inmóvil apenas unsegundo cuando mis labios tocan los suyos. Bajo las palmas de mis manos, su piel parece una roca caldeada por el sol. Y enseguida me devuelve el beso. Con respiración entrecortada, me empuja hacia sí, extendiendo las palmas sobre mi espalda. Ajusto mi cuerpo al suyo, acomodando mi suavidad a sus duras líneas y ángulos, como si fuéramos dos piezas de un rompecabezas que acaban de encajar. Intento combatir el calor en aumento, la creciente vibración que brota de lo más profundo de mi centro. Y entonces lo oigo, el ronroneo en lo más hondo de mi garganta, un sonido inherentemente draki,definitivamente inhumano. Me arriesgo a absorber un poco más de Hyunjin, a robar unos instantes más, olvidando por qué he iniciado este beso, olvidándolo todo excepto la sensación de su boca en la mía y su sabor, tan dulce como un viento brumoso en mis labios. La fuerte presión de las manos de Hyunjin en mi espalda me empuja contra él, como si quisiera soldarnos, fundirnos a los dos para siempre. Pero ya no puedo seguir arriesgándome. No cuando estoy así, con los pulmones dilatados al máximo y llenos de vapor, con los músculos de la cara tirando con un hormigueo incluso en esta habitación sembrada de muerte.Me separo con un grito ahogado. Hyunjin también está temblando. Sus manos palpan el aire, buscándome. Parece un poco aturdido; sus ojos avellana están tan oscuros que casi resulta imposible detectar el matiz verde. Contengo la respiración, convencida de que Hyunjin pretende volver a llevarme hasta él y deseando que lo haga. Deseando que él tome la decisión por mí. Luego deja caer las manos a los lados y me mira con severidad, como si yo fuera algo que ha perdido, que le han robado. -Bajemos a tomar ese postre -digo yo sin aliento, con un cosquilleo en los labios y una comezón ardiente por todo elcuerpo, tan viva como anoche, tan estimulada como cuando atravieso el aire y la niebla, con el viento azotándome la cara. Me apresuro a salir de la habitación antes de flaquear y besarlo de nuevo…, o antes de que él piense en seguir interrogándome. Hyunjin todavía tiene la camisa en la mano, pero supongo que ahora el daño ya está hecho. Mientras bajamos las escaleras, no puedo quitarme de la cabeza estas palabras: «Solo hay una manera de que un humano tenga sangre de este color». ¿Cómo? ¿Cómo puede correr sangre draki por las venas de un humano? Yo jamás había oído tal cosa. ¿Tendrá algo que ver con losenkros y sus espantosas prácticas? Se me ocurre que, al igual que Hyunjin desconoce muchas cosas sobre mi especie, yo todavía sé menos de su mundo…, y estoy ansioso por saber más. Por saberlo todo. El conocimiento podría significar la vida.

🔥Alma de Fuego🔥 [Hyunin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora