•mr.jung•

3.

-No entiendo una mierda Johnny, ¿Si quiera hemos dado este temario?- Su mejor amigo se giró distraído hacia ella.

-¿Qué?- Marie sacudió la ficha en sus narices.-Oh. No sé Marie yo no creo que sea tan difícil, estoy seguro de que puedes hacerlo, es lo que nos enseñó el lunes.

Marie frunció el ceño, estaba segura de que no había escuchado hablar de lo que le preguntaban los ejercicios en toda su vida.

-¿Que has puesto tú en la primera?- Se inclinó por encima del brazo de Johnny para ver lo que había escrito. -¿Que cojones? Yo tengo algo totalmente diferente, mira.

Le pasó el dossier vacío, él lo inspeccionó con una mueca desconcertada.

-Tienes razón, lo tuyo no me suena de nada.

-¿Crees que la esté tomando conmigo por haber tenido que aprobarme?

-Puede. Aún no me creo que le convencieras.

Un retortijón casi la dobla sobre la mesa al pensar en cómo lo había convencido.

-Recojo las actividades.- Anunció el profesor Jung.
Cuando se plantó delante de ellos dos el papel de Marie seguía en blanco. Jung la miró fijamente.

- ¿Que es esto señorita Ruiz?

-Eso me pregunto yo. Ni si quiera hemos dado esta parte de la materia aún.

-Sí la hemos dado, no es mi problema que usted no esté atenta a mí clase.

Marie rebufó claramente molesta pero tuvo que morderse la lengua para protestar. No quería ser regañada delante de todos.

-Le doy cinco minutos más.

-Pero...

-Cinco minutos.-Sentenció rotundamente.

Se releyó los ejercicios de nuevo, no entendió nada de nuevo. Sus ojos crisparon en ira. Si de normal no lo soportaba ahora aquello llegaba a otros extremos.

Escribió con rapidez y cuidado de que no lo viese nadie y esperó que pasaran los cinco minutos para entregarlo. Cuando sonó el timbre de finalización de clase salió disparada para evitar encuentros con el señor Jung.

Estaba sacando las llaves de su piso cuando se dió cuenta que la puerta ya estaba abierta. Con el corazón en la boca y temblando como un papel se acercó. No se atrevía a entrar. Aún temblorosa sacó el móvil (que mantenía desde hacía dos años) y llamó a su mejor amigo.
-¿Mary Poppins, que te has dejado ya?

-Johnny no te asustes pero creo que han entrado a robar a mi piso.

-¿Que?- Chilló.- Mierda, espérame voy para allá.

-No, no. Te tomaría mucho, solo no cuelgues porfavor.

-Deberías llamar a la policía.

-¿Y si no es un robo y me la he dejado así esta mañana?-Johnny no contestó.- Entraré ahora. Tú solo no cuelgues por favor, me da miedo.

-Esta bien, estoy aquí.

Marie suspiró cogiendo valor y a pasos lentos entró en el pequeño piso. Pudo confirmar que había sido un robo cuando vió todo desordenado y removido, por seguro que ella no había dejado eso así. La puerta de su habitación también estaba abierta y estaba todo removido.

-Ha entrado alguien, estoy segura. Pero ya no está.

-Como mínimo no estabas en casa.- Casi pudo notar como su amigo se relajaba al otro lado de la línia.- ¿Te han robado?