Narciso

5. En mitad de la tormenta

¿Acaso había todo sido un sueño? ¿Había estado tan cansado que se había quedado dormido sobre sus apuntes y había soñado todo aquello? ¿Se había inventado a Kim Taehyung para suplir el hecho de que le gustaba una estatua?

Todos estos pensamientos rondaban su cabeza como una colmena de abejas, mientras se dirigía hacia el vestíbulo. Caminaba cabizbajo, arrastrando la ropa que había prestado a Taehyung. ¿Acaso esa no era prueba suficiente de que todo había sido cierto? ¿Real? Jungkook se acercó la ropa al rostro y aspiró profundamente. Olía a él, pero también había un olor desconocido. Un olor fresco, perfumado, como el de una flor...

Jungkook estaba tan ensimismado en intentar reconocer aquel olor que casi no oyó la alarma de su móvil. Ya eran las seis de la mañana, ya había amanecido. Su turno de vigilante había terminado.

Llegó al vestíbulo y recogió sus apuntes, apelotándolos en una pila de papeles y apagó los ordenadores, cerrando cada una de las pestañas que hablaban sobre Narciso. También recogió el vaso de café que había sobre el suelo y limpió el líquido que se había desparramado por las baldosas. Todo esto lo hizo en el más absoluto silencio. Pero en su interior estaba gritando. Tal vez fuera noctámbulo. Podría haber sacado la ropa de su taquilla y haber sacado un café de la maquina de bebidas estando dormido. Las personas noctámbulas eran capaces de hacer cualquier cosa,como si estuvieran despiertas. Cocinar, conducir, mantener una conversación... Jungkook estaba muy estresado por la universidad, los trabajos...no sería raro que pudiera tener algún episodio noctámbulo. Era eso o que tuviera esquizofrenia.

-¡Argg! Deja de pensar, deja de pensar...-Jungkook estaba exhausto, y lo peor era que aquel día solo acababa de empezar.

***

Jungkook dormitaba en el césped de la universidad. Estaba tumbado, con el tobillo derecho apoyado en la rodilla izquierda, ambos brazos estaban cruzados detrás de su cabeza. Sus ojos estaban cerrados, disfrutando de cómo la luz del sol traspasaba sus parpados. Mientras, Jin contaba sus típicos chistes, haciendo que Jimin se riera sin parar.

-Deja de hacerme reír hyung, no puedo ver-dijo Jimin cuando por fin pudo recuperar el aliento.

Jungkook sonrió sin despegar los labios. Jimin-shi era adorable.

-Oh joder. Oh-oh joderrrrrr-Jin empezó a gritar como un poseso, mientras zarandeaba a Jungkook por el hombro para que se levantara. Cuando Jungkook se incorporó, tenía el ceño tan fruncido que Jin levantó las manos en señal de rendición. El mayor tenía miedo de los músculos del maknae-. Namjoon me ha escrito. ¡¡¡Me ha escrito!!!

-¡Já! ¡Lo sabía!-exclamó Jimin-. ¿¿Qué te ha puesto?? ¿Es apto para todos los públicos o te ha dicho que te la quiere chupar hasta que pierdas el sentido?

Jungkook soltó una carcajada. Jimin podría ser un bebé, pero también era uno muy peligroso.

-¡Quiere verme de nuevo!- el móvil de Jin no paraba de vibrar con cada mensaje nuevo que le llegaba-. Quiere repetir lo del otro día. ¡Dice que Yoongi también quiere verte!

-¿Qué? Oh no. No, no y no. ¿Estás loco? Yo no vuelvo a quedar con ese tío. Y menos para ser vuestra sujeta velas. ¿Para que quiere Nam otra cita doble si es evidente que te quiere meter la lengua hasta la garganta?

Jin se sonrojó considerablemente.

-¡Venga Jimin, haz esto por mí! Nam dice que su amigo es muy tímido, pero que le gustaste mucho.

-¡Pero si fue un puto borde!

-¿No te parece guapo? Joder es monísimo. De hecho, me recordaba a un gatito.