Escapatoria secreta

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Me abre quedado dormida, cuando me desperté era ya de noche, todos estaban dormidos y como era de esperarse lo primero que se me vino a la mente era mi plan que había armado, el plan de ir me de acá.

Me di cuenta que la cortadura que me hice había sido vendada con un retazo de tela, sin duda sabía que era la hermana Johanna.

Aliste rápidamente mi maleta, después todo no tenía nada importante que llevar, solo un poco de ropa.

Pensaba que esto era una locura, y lo era sin duda, pero ninguna ciencia indica que un poco de enloquecimiento es malo, después de todo creo que Jazmín tenía razón, estoy completamente loca.

Agarre mi maleta y sin hacer ruido abrí la puerta saliendo de la habitación, suspire ordenando mis ideas.

_Tranquila Catrina, tu solo tienes que ir al portón principal sin que nadie te descubra, después abrir el portón sin hacer ruido y por ultimo correr a toda velocidad hacia afuera- me dije a mi misma dándome aliento yo sola- es fácil solo tienes que hacer tres simples pasos.

Camine los pasillos dirigiéndome a la puerta principal haciendo el más mínimo ruido, tengo que admitir que tenía demasiado miedo, eran por dos cosas, uno porque me asustaba que de repente la hermana superiora me viera y otra por que nunca había experimentado el mundo exterior, como podría sobrevivir haya a fuera sin ayuda de nadie y sin un céntimo en el bolsillo, pero algo me impedía que me quede aquí.

Sin darme cuenta ya había llegado a la portón principal, me apoye en un muro que estaba en la esquina de una pared, reflexionando tan solo por un momento, después tome con fuerza mi escasa maleta y marche a la puerta cuando de pronto por otra puertezuela alguien venia, era la hermana superiora.

¡MALDICION! pero qué demonios hacia a estas horas despierta, rápidamente me escondí en el muro de nuevo.

_Que tontería es este lugar, falta más disciplina en este asqueroso orfanato, cualquier niño de acá se puede escapar si se enteran que la llave de cada ventana esta abajo del tapete, pero mientras yo esté aquí nada va a suceder.

Diciendo esto se fue, tuve que esperar unos minutos de angustia para concretar mejor mis ideas. La hermana superiora me dio una excelente información acerca las llaves de las ventanas.

_Imposible, nunca saldré de acá por el portón principal- pensé- tendré que hacerlo por otra forma. Saldré por la ventana del dormitorio.

Corrí despacio hacia la entrada del dormitorio con mi corazón latiendo a mil, logre llegar sin que nadie me vea, pude notar un gran tapete tendido en el suelo al frente de la puerta, era grande de, color rojo con bordes decorados de color dorado que resaltaban con la imagen del centro que era un rombo.

Deje mi maleta en un costado, busque rápido abajo del tapete esperando encontrar una llave, pero no encontré nada.

_ ¡Maldita sea! donde está la bendita llave_ renegué y maldecí.

Era increíble como una simple llave puede cambiar tus hechos, tu destino, sino lo encontraba me quedaba dos años más en este lugar, y si lo encontraba me marcharía de una vez por todas.

Lo siento hermana Johanna, sé que soy ambiciosa por solo pensar en mí y no lo en triste que se va a poner cuando me vaya, el único amor que recibí fue de usted, pero ya no puedo seguir acá, ya no.

Elecciones prohibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora