•Capítulo 10: Cura•

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Saludos cordiales, Villanos.

Y bienvenidos, nuevos lectores.

No hay mucho que decir en esta ocasión, siempre ha sido así; Demencia es uno de mis personajes favoritos, realmente me gusta todo de ella, es una gran representación a las adolescente obsesivas, y a esos amores imposibles que todos hemos tenido alguna vez. Lo que hago con ella me duele incluso a mí.

La gente que llega por primera vez a la historia siempre se sorprende en esta parte, porque nadie espera un poco de LizarHat es una historia PaperHat, pero en mi defensa, es parte importante del desarrollo de la relación de Black Hat y Flug, además que las dos parejas me gustan, aunque claro que a grados diferentes.

Bajo otras circunstancias, posiblemente no le habría hecho esto a Demencia, pero la idea desde el principio estuve en mi mente, y me conozco lo bastante bien como para saber que, en algún momento, habría hecho esto. Me disculpo de antemano con todos ustedes.

La imagen en multimedia es propiedad de Cats-Dont-draw

No tengo mucho que decir, así que por favor disfruten la lectura.

Tenía la silenciosa esperanza de poder olvidar todo con la llegada de otro pico de trabajo pesado, con la ausencia del científico que permanecía encerrado en su laboratorio creando máquinas a pedido. Tenía esa silenciosa esperanza de poder dejar de pensar en sus suaves labios y lo bien que se sentía besarlos; pero ya había pasado una semana sin verlo y seguía recordando a la perfección la suavidad de aquellos carnosos labios sobre los suyos, cediendo a sus demandas.

Golpeó con fuerza el escritorio, gruñendo al verse nuevamente pensando en ello ¿Qué estaba mal con él? Era el mejor de los villanos, el ser más malvado de toda la creación, una perfecta máquina de maldad ¿Por qué no podía dejar de pensar en un estúpido subordinado? Cada vez que recordaba esas furtivas sonrisas que le daba cuando esperaba con ansias su aprobación se sentía enfermo.

— Maldito idiota— masculló con frustración, empujando la silla para alejarse del escritorio. Necesitaba darse un respiro de todo, especialmente de aquellas confusas e inútiles emociones que tanto lo irritaban.

Dejó fluir su cuerpo en sombras que se arrastraron por la mansión como agua, escapando de cualquier rincón que pudiera traerle aquellos recuerdos; quería encontrar un solo espacio de la mansión que no tuviera impregnada la esencia del humano. Para su desgracia, hasta su biblioteca, santuario sagrado donde nadie lo molestaba, tenía ya su esencia en todas partes.

Mientras el eldritch hacia lo posible por distraer su mente, Flug se esforzaba por alejarse de las constantes distracciones que la presencia de la joven alebrije y del felpudo oso azul representaban para su trabajo. La chica se rehusaba, como era usual, a dejar el laboratorio; mientras el animal iba y venía, siempre trayendo consigo platos de hotcakes frescos y tazas de café negro que ayudaban al científico a sentirse aún más agotado.

Demencia saltaba sobre los robots que se suponía debían atraparla, evadiendo hábilmente sus garras, riendo cuando se chocaban entre ellos, destrozándose o maltratándose. Su único objetivo era molestar al muchacho, pues estaba aburrida; hacía semanas que nadie solicitaba sus servicios, por lo que necesitaba formas de liberar su interminable energía.

— Por amor a la ciencia— chilló golpeando con las palmas de sus manos una de las mesas, haciendo temblar los instrumentos sobre esta, dejando de hacer lo que hacía para mirar con enojo a la chica de cabello bicolor— Demencia, detente de maldita una vez por todas ¿Qué no ves que intento trabajar?

— Le quitas lo divertido a la vida— burló Demencia, trepando por una de las paredes hasta verse colgando del techo con los brazos cruzados y una mueca de disgusto poco usual en ella— Vamos nerd, ¿No fue suficiente? Mi amorcito no estará feliz al saber que juegas con su sangre como~ Ah!

De Monstruos Y Humanos|Villainous|PaperHatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora