•Capítulo 23: Maneras de Amar•

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Saludos cordiales, villanos.

Vengo a ustedes con un capítulo hecho para hacerlos sufrir y llorar y odiar a Black Hat más de lo que ya lo hacen. Pero los quiero, así que igual él va a sufrir con ustedes.

¿Recuerdan que yo decía que Flug llevaba una bitácora? ¿Y recuerdan que al final resultó ser verdad? Bueno, vamos a aprovechar eso y colar la perspectiva de Flug en el capítulo.

Un detalle importante, qué tal vez todos sabemos pero elegimos ignorar, es que Flug es el encargado de bañar a Demencia. Es importante porque hace parte de la vida cotidiana de la mansión y, francamente, creo que todos olvidan eso de vez en cuando. Debido a esto, muchos han hecho teorías respecto a cómo Demencia se comportaría sexualmente; yo digo que ella es perfectamente consciente de lo que implica, en su momento, el contacto con algunas partes del cuerpo. Los rasguños y mordidas que sufre Flug al momento de bañarla son producto de roces accidentales con estas partes, ella defiende lo que "pertenece a Black Hat".

Eso es también un aviso, porque hay una escena completa bajo esta situación y no quiero que me echen pestes por un momento PaperLizard. (confío en que no lo harán, ustedes son buenos).

La imagen en multimedia es propiedad de Cats-Dont-Draw.

Nada más que decir, salvo, disfruten la lectura.

Probablemente debía de espabilarse antes de atender las labores que venían con el regreso de la chica, a lo mejor hubiera sido una buena idea si dejaba de lado la peor semana de su vida y se concentraba en el momento presente, pero la voz en su cabeza continuaba repitiendo las palabras del eldritch, reproduciendo momentos y recordando sensaciones en su piel.

La joven alebrije entró en la mansión con un estruendo exclusivo de ella, abriendo la puerta con una patada y dejando caer la única maleta que cargaba consigo sobre la alfombra, esperando a que un Hatbot se hiciera cargo. La sonrisa que surcaba sus labios se hizo más pequeña al notar la ausencia de su adorado Black Hat; pretendió correr escaleras arriba, directamente a la oficina del villano, cuando los brazos de un robot, siguiendo las órdenes de Flug, la atrapó en el aire.

— Bienvenida de vuelta, Demencia— saludó con la usual antipatía con que se dirigía a ella, ordenando a un Hatbot-ler recoger las cosas que había dejado atrás la joven— Lord Black Hat está ocupado, así que yo me haré... cargo de ti.

— Déjame ir, abrelatas— protestó con irritación, forcejeando para librarse de las metálicas garras que la mantenían presa en aquel oscuro vestíbulo— Mi amorcito espera ¡Nerd! Dile a tu tonto robot que me suelte.

— No— cortó sin importarle el alboroto que estaba causando su berrinche. Su lista de deberes comenzaba con una revisión en el laboratorio, seguida por un baño y un almuerzo compuesto por chatarra de toda clase. No quería hacer ninguna de esas cosas, pero no había nadie más allí para encargarse— Hatbot, llevaba al laboratorio. Que no escape.

El enorme robot se alejó con un alboroto que, inevitablemente, captó la atención del único reptil de la mansión. Jack se asomó en cuanto Demencia se había alejado lo bastante como para no intentar devorarlo, sorprendiendo a un Flug que recogía la ropa esparcida que el impacto de la maleta había dejado en el suelo. Le extrañó verle ayudando a sus máquinas, pero alguna razón habría.

— ¿Listo para el regreso a la normalidad?— preguntó, enroscando su cuerpo, gordo en algunas partes, por la pierna del científico— ¿Listo para ver a Black Hat volver a estar con una mujer?

— Será lo mejor para todos— susurró terminando de recoger cosas, ordenando al pequeño robot dirigirse a la habitación de la chica— Ellos serás felices y yo podré hacer mi trabajo. En cuanto Quinientos cinco regrese, todo será como antes.

De Monstruos Y Humanos|Villainous|PaperHatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora