Un ángel áureo

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Capítulo IV

Durante todo el día no supe nada de Lucas, tener su número era una tremenda tentación y tortura, Pero... No quería molestar, no quería ahogar aquello tan especial que acabábamos de sembrar. Cuando ya eran las 2:00 de la madrugada el insomnio me parecía abrumador, quería dormir pero no lo conseguía. Lo bueno de todo es que era domingo y podía dormir el día entero si así lo quería. Mi celular sonó, pude ver en la barra de notificaciones una solicitud de amistad en Facebook, me pareció muy extraño por la hora, así que me dispuse a averiguar de quién se trataba, para mi sorpresa ¡Lucas! Lo acepté de inmediato. Lo vi en línea en el Messenger, le escribí.

Elliot: ¿Qué haces despierto tan tarde?
Lucas: No podía dormir. Y vos... ¿qué haces tan tarde? - contestó casi al instante.
Elliot: Igual, no logro conciliar el sueño. Pensé que estabas con tu novia.
Lucas: jajajajaja... Claro que no. No tengo. Y vos... ¿estás con tu novia?
Elliot: jajajaja... No tengo novia... ¿quién se fijaría en mí?
Lucas: Elliot... ¿Quién se fijaría en nosotros? Jajajajaja...
Elliot: Tienes razón y ¿Qué tal tu día?
Lucas: Muy cansado, estudiando mucho, el lunes tengo examen.
Elliot: y... ¿Terminaste de estudiar?
Lucas: Me falta un poco. Y ¿qué tal tu día?
Elliot: Aburrido, muy aburrido.
Lucas: te puedo decir algo, puede sonar algo extraño...
Elliot: Claro que sí, dime...
Lucas: Estaba en la sala estudiando en la mesa, cuando de repente escuche algo en la ventana, así que me asomé, la abrí y te juro que escuché algo extraño, no puedo describirlo.
Elliot: ¿De verdad? Qué terrible... ¿qué crees que sea?
Lucas: No lo sé, vos decime, Vos lo viste o ¿me equivoco?
Elliot: No, no he visto nada ¿por qué me preguntas eso?
Lucas: El día que viniste, tú estuviste en esa ventana, pude ver el terror en tus ojos ¿qué fue lo que viste?
Elliot: Te prometo que nada, solo la silueta de un hombre alto parado junto al árbol frente a tu casa. Estaba lloviendo y muy oscuro no pude ver quién era.
Lucas: Te creo... ¿Te gustaría venir hoy en la noche para que estudiemos? Y así nos vamos juntos a la Universidad el lunes.
Elliot: Si, me parece bien.
Lucas: Ok! Nos vemos, trataré de dormir.
Elliot: Yo también trataré. Nos vemos.

Pude percibir cierta tensión en la conversación con Lucas, parecía no ser el mismo, parecía que algo andaba mal. Leí muchas veces la conversación tratando de encontrar algo en sus palabras, algo que percibí pero no logré entender, me quede dormido tratando de descifrar el mensaje escondido sin éxito alguno.

"Abrí los ojos - ¿dónde estoy? - me dije a mí mismo. Estaba de pie frente al departamento de Lucas, justamente bajo el árbol donde vi aquel misterioso hombre. Todo tenía un tono grisáceo; hacía mucho frío y no podía escuchar absolutamente nada, como si el sonido no existiera. Cuando me di cuenta que no podía moverme ni hablar, entré en pánico. De repente un hombre alto apareció frente a mí de espaldas viendo hacia la ventana del cuarto de Lucas, parecía no darse cuenta de mi presencia. - ¿será el mismo hombre que vi la noche anterior? - me cuestioné. Luego, el hombre se convirtió en algo parecido a un demonio, me aterroricé por completo, luchaba con todas mis fuerzas para moverme y gritar, pero parecía no tener cuerdas vocales. El ente diabólico, en un abrir y cerrar de ojos, ya estaba dentro de la casa, lo podía ver moverse dentro del apartamento, se asomó por la ventana, me miró, sus ojos rojos carmesí me miraba burlonamente, sonrió mostrando sus dientes afilados, Mi respiración se detuvo, mi corazón latía cada vez más fuerte."

Me desperté como si hubiera caído de un edificio en llamas, completamente empapado en sudor, estaba temblado y una desgarradora sensación a tristeza me asfixiaba. Me vestí rápidamente y tomé las llaves del automóvil de mi madre y salí de la casa tan rápido como pude. El terror invadía todo mi sistema nervioso, pero el solo pensar que Lucas estuviera en peligro me aterraba aún más. Cuando llegué, me estacioné un tanto alejado. Caminé con mucha cautela hasta llegar frente al apartamento, no miré a nadie. Comencé a dudar de mi sueño, creo que era solo eso, un sueño. Regresé al automóvil, todo estaba tan calando y desértico, ni los animales nocturnos estaban despiertos. Todo parecía muy normal.

Me estacioné frente a la casa de Lucas, apagué el motor y me quedé un rato más. -me encantaría estar ahora mismo con él- me dije a mí mismo en voz alta. Puse el asiento en forma de quedar completamente acostado frente al timón. De repente, una motocicleta se estacionó a pocos metros de mí, el hombre que la montaba se bajó, él no me podía ver por el polarizado de las ventanas, mi corazón comenzó a latir a mil por hora, mi respiración era fuerte y profunda. El motociclista sacó un arma de fuego de algún lugar, la cargó. Luego sacó un extraño dispositivo, el cual puso en un barrote, acto seguido, el barrote se partió en dos sin hacer ningún sonido. Inmediatamente llamé a Lucas, no contestaba. Le escribí un mensaje:

Elliot: Lucas, estoy fuera de tu casa, hay un hombre intentando abrir tu ventana.

Volví a llamarle, una y otra vez sin ninguna señal de él. Cuando regresé la mirada, el motociclista ya había cortado la mayoría de barrotes, estaba a punto de abrir la ventana. No me quedó opción, tuve que hacer sonar el claxon frenéticamente. El motociclista inició una tormenta de disparos contra mí, los vidrios de las ventanas caían por doquier en forma de pequeños cubitos, podía escuchar las balas penetrando la carrocería. Instintivamente me puse en posición fetal, y me cubría el rostro con los brazos, era como si mi cuerpo se tratara de proteger así mismo. Los disparos cesaron. Pude escuchar la moto alejándose rápidamente; me sentía mareado y débil, algo caliente recorría mi cuerpo. Vi algo que parecía un ángel áureo que venía a salvarme, decía mi nombre una y otra vez. Todo se fue poniendo borroso y los párpados me pesaban. El ángel me llama, su voz me recordaba a Lucas, lo que me tranquilizó y me hizo sentir a salvo, entonces dejé de luchar por estar despierto y me deje ir...

Un Mágico y Verdadero AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora