Capítulo XII
Carolina, Kevin y Lucas pelearon feroz mente contra las quimeras, pero eran demasiadas... Por suerte, la Guardia llegó justo a tiempo y nos ayudó a crear la distracción suficiente para escapar. Rápida mente adentrándonos a las profundidades del bosque llegamos hasta una cueva que encontramos a unas dos horas del lugar del ataque. Nos ocultamos en silencio, pues a fuera todavía se escuchaba el estruendo de la pelea. No podía dejar de pensar en la manera cómo lucharon los dos hermanos insoportable de Lucas, que desde mi llegada no hicieron más que hacerme sentir rechazado, y quien lo diría, ahora estaban protegiéndome. Carolina era una experta en armas de fuego, cada bala que salía de sus pistolas impactaban en el blanco sin ningún error, a su paso las cabezas de esos androides explotaban como si fueran simples globos, y ni hablar de su agilidad física, una asesina perfecta. Ahora, su hermano Kevin, era una espadachín excepcional, su arma, una katana japonesa, su empuñadura era de color negro y su hoja de doble filo, muy larga y brillante como plata muy bien pulida. Destajaba los cuerpos de sus feroces oponentes como un cuchillo corta la mantequilla, y al igual que sus hermanos tenía una condición física inigualable.
- ¿Cuál es el nuevo plan? - pregunté en voz baja. Nadie decía nada desde que las explosiones cesaron y quería romper ese silencio que me incomodaba y me ponía mas nervioso.
- No sé que hacer ahora. Creo que... -musitó Carolina sin terminar la frase.
- Estamos perdidos. - completó Kevin. - no hay nada que podamos hacer -añadió-
- Pero tenemos que salvar a sus padres. - dije indignado.
- No has entendido nada verdad niño. - dijo Kevin algo molesto.
- Tranquilo Kevin. Elliot, la guerra ya comenzó, los Piratas Galácticos van a destruirlo todo y van a matar a todos sin dejar a nadie vivo, bueno... hasta que logren encontrarnos, y cuando nos encuentren... los que queden vivos, si es que quedan... serán asesinados, todo gracias a nuestro registro de ADN.
- Entonces Lucas, luchemos... sí de todas formas vamos a morir, y ya no hay escapatoria... ¡luchemos!¡Muramos con dignidad!
- yo te apoyo... - dijo Carolina.
- yo también... - dijo Lucas.
- Están locos... - nos miro con una fingida sonrisa, que apenas podíamos ver gracias a la luz tenue que entraba a la cueva. - luchemos entonces... continuó. - asesinemos a esa mierda galáctica. -dijo Kevin enfáticamente.
- Ok! hay que llegar a la mansión, y trazar un plan que aunque no sea efectivo, causemos un gran impacto y les demos una guerra que nunca olvidarán. - dijo Kevin
- Así se habla hermano... dijo Lucas.
Esperamos hasta las cuatro de la madrugada para salir de la cueva, apoyados únicamente por la orientación de las estrellas en el firmamento, Carolina encontró el camino a la Mansión. Cuando llegamos, el fuego estaba por todos lados consumiendo lentamente los restos de lo que todavía se podían distinguir de la residencia. Nadie dijo nada, pero pude percibir en sus gestos el dolor de ver su hogar hecho pedazos. Con mucho cuidado entramos por un conducto secreto, para evitar ser vistos. Debajo había algo parecido a un búnker de supervivencia, equipado con todo tipo de armas, comida y trajes.
La noche cayó rápidamente, no encendimos luces, ni ningún tipo de artefacto eléctrico para evitar ser localizado por nuestros enemigos. Estábamos cansados, todo el día planificando que íbamos hacer. Durante la cena, la puerta del búnker se abrió de golpe, alguien bajaba lejanamente por las gradas, la puerta se cerró tras los pasos, luego se abrió la segunda puerta de seguridad. Los chicos se preparaban para disparar a matar. Las luces se encendieron descubriendo la identidad de nuestro inesperado visitante.
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Un Mágico y Verdadero Amor
Teen FictionElliot es un chico de 21 años de edad, quien se enamora profundamente de Lucas. Desde el momento en que sus caminos se unen, extraños sucesos los llevan a situaciones donde sus vidas y las de su familia son puestas en peligro. ¿Podrá el amor salvar...