Por un alma equivocada (GaaTen)

Lo que somos ahora.

Cuando Tenten notó que estaban solos sentados y en silencio en aquel pequeño teatro fue que decidió dejar de sentirse como si la hubiera partido en dos al recordar algo muy triste para ella, miró a Gaara que se había quedado en silencio junto a ella sin mirarla pero entendiendo, dándole espacio, había muchas clases de silencios y ese era uno comprensivo.

Tenten sonrió hacía él y él la miró sin expresión, Gaara supo que esa sonrisa era de agradecimiento, por qué hasta ese momento en ese viaje había descubierto que Tenten tenía muchas sonrisas para diferentes situaciones y todas lo habían cautivado igual.

Se levantaron y salieron hacia las calles del festival de nuevo.

- Siento el mal rato, no tuve un lindo recuerdo al escuchar el final de esa historia- Tenten se mostró incómoda sonriendo hacía delante mientras se abrían paso entre la multitud.

-No fue un mal rato- mencionó Gaara con una voz más débil que la de ella- no te disculpes por nada.

Y Tenten lo miró y le sonrió de nuevo, está vez Gaara notó algo de tristeza en aquella sonrisa.

Y luego de nuevo silencio.

A Gaara le incómodo por primera vez en su vida el silencio, dado que venía de ella, aquella chica que incluso en el silencio de los demás los hacia sentir cómodos escuchándola hablar.

-Según entendí los peces de colores vienen mañana al atardecer, ¿no te sientes cansado?- Tenten rio un poco mirando apenada, ella lo estaba, estaba cansada y Gaara lo comprendió de inmediato y asintió con la cabeza.

Regresaron y Gaara empezaba a levantar la pared de arena cuando Tenten lo observó.

-No es necesario, en serio- le dijo lo más amistosa que pudo- no me incómoda ahora que nos llevamos bien, eres un chico lindo Gaara y se nota que respetas el espacio de los demás, me siento cómoda en tu compañía por alguna razón, te lo agradezco pero debes de guardar chakra y descansar, podemos compartir la cama... es decir es muy grande pondremos almohadas para separar un lado de otro, Lee solía hacerlo siempre en las misiones donde no nos tocaba dormir en el exterior, tomaré un baño si no te molesta.

Y Gaara solo la observó y después de unos minutos asintió lentamente con la cabeza, después Tenten entró al baño y salió vistiendo ropa para dormir sin llevar ya su maquillaje y los adornos, el Kazekage miró con atención el cabello castaño suelto y mojado de la chica mientras salía con una toalla secando lo después se estiró con una mano tocando el codo de la otra por detrás de su cabeza.

-Mmm eso fue refrescante- Tenten se dirigió hacía el lado izquierdo de la cama y se sento en el sonriéndole divertida al chico- que difícil es ahora para mí creer que el Kazekage tenga ropas más relajadas, ya sabes por lo de la figura pública y todo.

Gaara había quitado el genjutsu de él, el cabello rojizo volvía a ser del mismo color que ahora era su camisa más holgada y su pantalón de la misma forma.

-Es lo mismo para mí, siempre llevas el cabello amarrado- comentó Gaara desviando la mirada al suelo, claro que estaba nervioso pero decidió no mostrarlo en sus expresiones se sentó del otro lado de la cama y le dió la espalda a Tenten la cual ya que había recostado dándole la espalda al chico, la pared de almohadas los separaba tal y como ella había sugerido Gaara se encargó de hacerla mientras ella tomaba un baño.

Gaara observó de reojo a la chica por última vez antes de apagar la luz y quedarán los dos en oscuridad total.

-Descansa Gaara- mencionó Tenten en voz baja suficiente para que el chico la escuchara.

-Igual- contestó él.

El silencio reino en la habitación, Gaara seguía con los ojos abiertos mirando hacia el techo de la habitación, siempre era así conciliar el sueño siempre le costaba y esa era la razón por la cual aún tenía aquellas ojeras marcadas alrededor de sus ojos, tomó las manos en su pecho y las apretó contra el en el preciso instante sintió el latir de su corazón lo suficientemente como para incomodarlo, se acomodó de lado viendo parte de la espalda de Tenten entre la pared de almohadas, el olor de su cabello mojado inundó sus sentidos, era un olor a manzanilla.