Por un alma equivocada (GaaTen)

Sólo por una vez

Tenten seguío por unos minutos mirando al chico pelirrojo tratando de procesar lo que él había dicho.

Se separó de su abrazo algo apenada y luego de desviar su mirada hacia el agua y regresar a los ojos azules que la observaban con atencion habló.

-Imposible, ¿como podrías...?-

¿Acaso acababa de oír bien?

-No te preocupes por lo detalles - Gaara sonrió hacía ella y Tenten le pareció una sonrisa triste- te lo explicaré en el momento adecuado, sólo tienes que confiar en mí.

La chica se sorprendió al saber que le pedía confianza cuando él había presumido de entregar la suya un día antes.

-Claro que confío en tí Gaara- cuando su sonrisa apareció el chico al fin suspiró a sus adentros aliviado.

-Te lo agradezco- desvío su mirada sintiendo el molesto latir de su corazón.

Algo brillo en el rostro de Tenten, un color particular, un reflejo verde amarillento en su mejilla Gaara volteó de inmediato al agua y vio lo que Tenten también.

Peces, de todos los colores que se podían imaginar y qué tal vez no sabían que existían, todos con un brillo particular viendo las escamas con detalle llenando el río de los colores del arcoiris como si dejarán fluir pintura en él.

Tenten se levantó y puso sus manos en el puente apreciando la belleza de la naturaleza, eran muchos y entraban por los pequeños canales que cruzaban hacía la aldea y regresaban al mar.

-Esto es... hermoso- Tenten abrió los ojos tratando de ver con detalle a cada uno de los peces con atención.

Gaara se había puesto a su lado, a centímetros de ella, ya sin incomodarlo en lo más mínimo lo que ella pensará, sólo quería estar lo más cerca de ella que se pudiera antes de que el día se acabará.

Con el atardecer en su punto más alto el cielo cedió a la oscuridad de la noche, toda la aldea apagó las luces que iluminaban el festival para poder apreciar mejor a los peces, habían pequeñas lámparas de papel por toda la aldea con suficiente luz para no entorpecer el espectáculo natural.

En un impulso Gaara colocó su mano arriba de la de Tenten recargada en el barandal, la chica volteó a verlo en ese instante viendo las facciones de Gaara que aún con el genjutsu seguía conservando si mirabas atentamente.

El miedo entró en ella de nuevo pero cuando sintió como Gaara entrelazaba su mano con la suya retirándola del barandal todo ese sentimiento desvaneció.

Y todo a su alrededor igual, las personas se acercaron a ese puente a ver el espectáculo y ahora ya no estaban solos pero Tenten no lo notó sólo veía con atención los ojos azules que la miraban sin perder contacto con los suyos.

-Gracias- la voz masculina de Gaara casi le hizo salir del trance pero solo logró mirarlo sin entender cómo podía ser tan cómodo para ella tomar su mano- por mostrarme el festival y hacerme sentir por primera vez como una persona normal.

Los labios de Tenten se separaron ligeramente al ver la sonrisa de Gaara, sincera y a la vez tan indescifrable para ella.

Tenten sintio como se sonrojó y miró de nuevo al puente avergonzada sintiendo la firmeza de la mano de Gaara contra la de ella, asintió con la cabeza respondiendo y eso fue todo.

Después silencio, en todo momento Tenten se sentía avergonzada tratando de desviar su mirada y poner atención a los peces pero no podía concentrarse por más que tratará de hacerlo.

Los peces volvieron al mar y las luces de la aldea se encendieron un poco más dejando ver los puestos de nuevo y las personas se dispersaron del puente y siguieron disfrutando de aquel festival.

Y ellos siguieron sin moverse con Tenten avergonzada y Gaara mirándola con una sonrisa.

Tenten por primera vez en mucho tiempo se había quedado sin palabras.

Gaara decidió caminar llevando de la mano a Tenten con él, sin mencionar ni una palabra Tenten lo siguió sin resistencia, en todo camino observó la mano de Gaara tomando la suya, no se dió cuenta cuando estaban en la posada de Laila dónde se hospedaban hasta que entraron por la puerta abierta por Gaara y cerrada por él mismo.

Gaara soltó su mano y Tenten sintió una pequeña desesperación por volver a tomarla y en ese instante se dió cuenta que el chico estaba a centímetros de ella, la tomó por una de sus mejillas y sonrió.

Tenten retrocedió un paso, respirando ahora con dificultad, sus mejillas ardían más que nunca las tomó entre sus manos sin mirar a Gaara.

Las manos del chico aprisionaron cada una de sus muñecas separandolas de sus mejillas obligando a Tenten a verlo a los ojos, centímetros entre sus rostros y Gaara sólo observaba sus labios.

-Gaara yo...- no podía por alguna razón quitar su mirada de él.

-Lo sé- susurró él- y no me importa en este momento...

Él lo sabía a la perfección, aquella hermosa mujer frente a él amaba a otro y aún así permanecía frente a él sonrojándose solo por él y nada más que por él y Gaara decidió no ignorarlo por qué su tío tenía razón, aquello era un parpadeo y a la mañana siguiente cuando regresarán a la misión aquel parpadeo habría desaparecido y él se arrepentiría de no haber cedido a sus impulsos en ese momento.

-Sólo una vez Tenten- le volvió a susurrar está vez suplicante- déjame estar junto a tí... aunque sea sólo por una vez..

Mientras decía la última palabra se acercó a sus labios y los besó.

Gaara lo sabía, si ella no correspondía él lo dejaría, jamás la obligaría a nada que ella no quisiera así que esperó por unos segundos antes de retirarse, de inmediato sus labios fueron correspondidos.

Aunque sus labios temblaron en el momento de corresponder Tenten se dejó llevar por aquel sentimiento del que hace unas horas había huido por el miedo a olvidar a quién una vez amó, de olvidar lo que ella había sido cuando estaba con Neji, ahora se desvanecía como agua, ella se dejaba llevar por lo que fuera que la había llevado ahí en ese momento frente a un chico que jamás se imaginó que estaría, desde la muerte de Neji Tenten no había querido dar la mejor parte de sí hasta destrozarse como lo había hecho con Neji y sin embargo ahí estaba, correspondiendo aquél tierno beso, algo dentro de ella se removió y recordó aquel sentimiento a la perfección, podía amar con facilidad esos labios que la besaban en ese instante, podía amarlos tanto que eso podía destrozarla una vez más y a ella no le importaría por qué algo dentro de ella le decía que cuando recogiera de nuevo todos los pedazos destrozados de ella lo haría con una sonrisa en su rostro.