Por un alma equivocada (GaaTen)

Cielo despejado

-Es todo por hoy, que tengan un buen día- mencionó mientras recogía su carpeta de anotaciones y veía como los alumnos se dispersaban y salían por la puerta del pequeño salón.

Antes de eso todos al unisonoro respondieron un si y se despidieron de ella.

A Tenten le gustaban los niños fue por eso que no dudo ningún segundo cuando Gai-sensei le comentó de un lugar en la academia ninja para dar clases, después de ser recomendada por su propio maestro había conseguido un lugar como maestra sustituta, era una manera de probarse a ella misma que podía cambiar su vida sobre todo que ahora que todos tenían un plan en sus futuros ella no quiso quedarse atrás, aún sin misiones que cumplir y una alianza de paz ella debía seguir dando todo de si misma.

Ignoró la pesadez que aparecía cada mañana, no la dejaría avanzar ni un poco si seguía poniéndole atención a aquel vacío.

Miró hacia la ventana y observó las nubes en el cielo que se movían rápidamente.

-Día soleado...-mencionó para si misma apreciando como unas aves en el cielo volaban.

Sonrió levemente y salió del salón, se encontró con una de sus compañeras maestras.

La chica le sonrió y ella correspondió.

-Hola Tenten que te parece unos tragos después de entregar hacer reporte de hoy-su compañera le sonrió mientras golpeaba su codo a la castaña- invitaré a chicos guapos que aceptarán venir con mujeres solteras como nosotras, es más unos de ellos se muere por conocer a una de los 12 de Konoha.

Tenten le miró con atención y luego le sonrió amablemente.

-Lo siento Yashi en realidad estoy ocupada hoy.

-Aaaw siempre estás ocupada, ¿a dónde vas todas las tardes después de tus clases?, ¿Acaso es algún pretendiente que deba de enterarme?- le sonrió cómplice.

-No, nada de eso- Tenten le sonrió incómoda y apenada- sólo necesito ir a visitar a un amigo.

-Mmm otra vez-su compañera le hizo un puchero- eso no es para nada sano Tenten.

-Lo sé pero hoy es especial- Tenten comenzó a caminar por el pasillo de manera rápida antes de desaparecer de la vista de la otra chica se volteó y con una sonrisa habló- te lo recompenzaré, lo juro, saldremos la próxima semana.

Sus pies conocían el camino casi en automático se apresuró a comprar una flores con el clan Yamanaka, cuando llegó a la tumba de Neji Hyuga ella observó cómo ya habían flores frescas sobre el florero.

-Apuesto a que eres muy visitado el día de hoy, como siempre mis flores sobran- miró sonriendo mientras la brisa del viento revoloteaba su trenza y sus flecos de adelante de su peinado.

Quitó su sonrisa casi de inmediato entrecerrados los ojos un poco, todo su cuerpo pesaba siempre en ese lugar, como si el mismo no se quisiera apartar de ahí, la misma fuerza de gravedad que siempre lo llevaba hacía el chico cuando estaba vivo la empujaba a su tumba cuando no.

-Ya se cumple un año más Neji, y todo sigue igual de tranquilo- suspiró cansada- de hecho demasiado, supongo que está tranquilidad te gustaría te ayudaría a meditar más de lo que lo hacías.

Dobló sus piernas y una tras otra las colocó sentándose frente a la tumba, dentro de la bolsa que traía aparte de las flores que ya había colocado arriba de la tumba había un plato de comida.

-¿Adivina que? ya me sale el curry después de varios intentos Lee lo elogió un poco, aunque sigue tan traumado como aquel Curry de la misión con Naruto ¿recuerdas?, lo que pasa es que no es tan picoso como lo era ese- la castaña rodó los ojos y después vio su plato- pero si estuvieras aquí para probarlo te agradaría...

La expresión de Tenten se volvió neutral y luego sonrió de nuevo.

-Ya qué puedo cocinar algo delicioso ya me puedo casar Neji, ¿qué opinas?- probó la comida y ensombrecio su mirada- ¿crees que sea lo correcto para mi?, dime.. ahora que te lo he contado ¿tengo permiso de mi novio para casarme?, nunca cortamos ¿lo recuerdas?, así que... tienes que dar tu consentimiento...

Hasta a ella se le hizo cruel la sonrisa que le dedicó a la tumba mientras decía aquello pero ya había llorado muchas veces lo único que le quedaba eran ese tipo de sonrisas.

Así era, en un tiempo atrás antes de la guerra Neji había sido su novio, nadie lo sabía, los ninjas debían de guardar un poco de sus sentimientos muchas misiones se pueden arruinar solo por la relación de dos ninjas en el mismo equipo, por otro lado ni a ella ni a Neji les interesaba que los demás lo supieran, jamás les interesó la opinión de los demás de si deberían de estar juntos simplemente lo estaban y eso era todo.

Nadie nunca cuestionó nada y es que era normal verlos a los dos solos y juntos después de todo todo mundo sabia qué Lee era entrenado por Gai-sensei y desde que formaron el equipo ellos se vieron obligados a entrenar juntos.

Neji era alguien amoroso cuando nadie estaba cerca excepto ella, las muestras de afecto en público le avergonzaban y a Tenten tampoco le gustaban ser de aquellas parejas acarameladas, ambos se acostumbraron el uno al otro y no necesitaban demostrarselo a nadie.

Después de una horas y horas sentada frente a la tumba notó que alguien llegaba caminando hacía donde ella estaba, no le asustaba que le vieran ahí todo mundo sabía ahora que ella iba ahí todo el tiempo.

Cuando volteó inmediatamente le sonrió a Lee y él a ella.

-Sabia que aquí estabas- se colocó al lado de ella, ella seguía sentada.

-¿Vienes a dejar flores Lee?

-Las dejé en la mañana- le sonrió a la tumba y luego la miró a ella- en realidad te estaba buscando, Kakashi-sama te mandó a llamar estás de suerte Tenten en verdad te envidio eres de las pocas personas ahora con una misión de verdad.

Tenten abrió los ojos entusiasmada, por fin una misión algo que haría a su vida más interesante aunque fuera por unos momentos.

Cuando entró a la oficina del actual Hokage fue la del Kazekage la última mirada con la que esperaba encontrarse.