♥Solo un resfriado♥ (Epílogo)

53 10 9
                                    

*Guillermo*

Muchas cosas pasaron desde que decidí mudarme de vuelta a Madrid... Una de ellas es que por fin mi hermana admitió que estaba saliendo con su amiga y Samuel dejó su trabajo en el hospital de Barcelona para venirse a vivir con nosotros. Yo le insistí que no lo hiciera porque dejaría sólo a José, pero me dijo que tenía a la vecina, reí mucho esa tarde por como lo dijo. Guimuel ya se mejoró después del accidente y corre con Ani por toda la casa.

Y bueno digamos que hace 3 meses que las cosas estarán tranquilas, nadie se enoja por una tontería y mas veces que voy a visitar a mamá me dice que no se a enfermado. A excepción de mi, hace una semana me duele la cabeza y los vómitos no han parado.

Me dicen que vaya al hospital pero no creo que sea tan terrible que una pastilla para la gripe no cure.

-Oye Guille... ¿Estás más gordito o es idea mía?-. Samuel ma a estado mirando hace horas, y cada vez que habla me encuentra un defecto.

-Ya deja de molestar tío... Hace rato me dijiste que mis piernas estaban más hinchadas y no es verdad-.

-Que mentiroso chaval... ¿Cuándo te he dicho algo semejante?-.

-No te hagas... Ayer igual me dijiste que Por que le eché tanto kétchup al arroz. Es delicioso-.

-Más que delicioso, eso parecen antojos-.

-¿Antojos?¿Y de qué?-.

-No te hagas... Hace días te vengo notando algo extraño... Comes cosas que no se de donde las sacas y además no soportas oler mi perfume. ¿Crees que no noto esas cosas?-.

-¿Y eso que?. De verdad ese olor es horrible. Y si preguntas de donde saqué esa tarro con miel, lo compré a un apicultor-.

Bueno admito que me están pasando unas cosas medias extrañas, pero no es para alarmarse. Creo.

-Chiqui... ¿No has pensado que puedes estar en cinta?-.

-No me vengas con eso ahora quieres, si usamos protección-.

Samuel se encogió de hombros apretando sus manos en los lados de la silla nerviosamente.

-Emm.... Te recuerdo que hace 3 meses...-. Me cago en todo... Ya había olvidado eso.

-Ok, mejor calla ¿Quieres?-. ¿Y ahora que hago? ¿Tendré que ir si o si al hospital? ¿O primero voy a comprar un test de embarazo?.

Pero no... No puedo estar embarazado, estos síntomas no pueden estar en estas fechas ¿o sí?... Lo malo es que no me acuerdo muy bien. Pero ¿Otro hijo?, no lo creo. Aunque si llego a estarlo no importa...mierda ¿¡¡Qué hago!!?.

-Guille... Reacciona chico-.

-¿Ah? Perdona... Estaba distraído-.

-No tranquilo... Es que quiero saber que vas a hacer-.

-¿Hacer con qué?-.

-Que si vas a averiguar si estás o no embarazado-. Tengo miedo en estos momentos y la razón no la se.

-S-Sí... Ahora voy a ir a una farmacia y ya-.

-¿Quieres que vaya por ti-.

-Si quieres... ¿Pero estás seguro que no quieres que vaya yo por eso?-.

-Si, tu tranquilo. ¿Te imaginas que vas de camino y te ocurre algo?-.

-No seas exagerado...-. Cree que por un poco de vómitos voy a estar esparciendo de mi comida en plena calle.

-No soy exagerado, solo es que quiero que te relajes por si quedas impactado-.

-¿Pero impactado de que?... Ya andate luego que me vas a hacer vomitar otra vez con tu aroma a ropa sucia-. Me levanté para abrirle la puerta de entrada a Samuel, tengo que sacarlo luego antes de que su olor entre por mi nariz.

Uno en un millón (Wigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora