♥Que lindos son♥

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*Guillermo*

-Mamá, porqué tengo que ir por Samuel a buscarlo-. Esta situación me tiene muy enojado. No tengo porqué comportarme como el chofer de ese idiota. Y ni auto tengo.

-Por la simple razón de que quiero que se lleven bién. Es mucho pedir?-.

-Ahora que quieres, que me despida de el con un beso en la cara?-.

-Pero hijo... Besos y abrazos no sacan pedazos-. Si supiera lo que pasó ayer antes de que llegaran. Esa frase no serviría mucho.

-Si, lo que tu digas.... Pero no creo que nos llevemos muy bién-.

-Lo dudo..... Oye, quieres que compre algo de comida. Ya que no estaré hasta la tarde y no queda mucho en casa-.

-Bueno, compra lo que quieras. Igualmente terminaré comiendo lo que sea-.

-Ok... También te dejaré para que a esas horas de las 12 vallas por Samuel. No quiero saber que tuvieron algún problema-.

-Si, tranquila, te lo juro porque las tortugas vuelen que hoy no pasará nada-. Guau que ejemplo.

-Claro.... Espero llegar esta tarde y verlos no sé... Hablando como gente normal-.

-Mamá, porqué siempre pienzas que todos se pueden llevar bién?-.

-Será porque me crié así y estoy acostumbrada a a ver paz en las familias-.

-Lo se.... Por eso no me gusta ir a casa de mis tíos-.

-Tubiste que salir tan obeja negra. Pero me gusta tener un hijo así la verdad-.

-Y yo una madre alegre-.

-Que lindo. Hijo, no te pediré que me acompañes a comprar ya qye estás con tu pijama así que aquí te quedas-.

-De todos modos no iba a salir de aquí-.

-Ahora vuelvo-.

(• • •)

-Pajaritos pio pio, pollitos curru, curru... Los perritos dicen guau y los chinos dicen pa dentro-.

-Listo, toma esto. Que estás cantando?-.

-Nada, solo inventando canciones-.

-Claro.... Te dejaré rapido en casa, o si nó, llegaré tarde-.

-Ok....wooooo, me compraste galletas-.

-Si, unas galletas de chocolate que tienen chispas de chocolate y más encima relleno de chocolate-. Algo más que no sea chocolate?. Pero igual, es chocolate, se ven muy deliciosas. Creo que no podré comerlas todas, así que guardaré unas para más tarde.

-Gracias por sobre alimentarme con chocolate-. Era inevitablemente no abrazar a mi madre.

-De nada hijo. Te quiero pedir un favor-.

-Cual?-.

-Puedes preparar el almuerzo, sabes que cuando llega Carol tiene un montón de habre-.

-Si, ningún problema. Que quieres que prepare?-.

-Arroz-. No, todo menos eso. Justo lo que menos me sale..... Bueno, tendré que hacer el intento. -También hay un poco de lechuga en el refrigerador, si quiere se lo das-.

-Bueno... Lo intentare-.

-Vamos, no es tan difícil. Solo tienes que colocar en una olla 2 tazas de arroz y 4 tazas de agua. Después le echas un poco de sal y listo-.

-Ok, haré el intento. Ojalá me salga-

-Te saldrá, no pierdas las esperanzas-.

(• • •)

Uno en un millón (Wigetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora