Capítulo 3

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Solo podía quedarme seis meses dentro del país, desde las alturas, todo se veia increible, los bosques, las ciudades, todo. Seguía sin creerlo, es que, diabos, no se donde me quedaré. Al cabo de unas horas, habíamos llegado a la ciudad, el avión descendió y pudimos bajar. Esperaba que pasara mi mochila, la cual tardó media hora, la tomé y salí del aeropuerto mirando todo a mi alrededor, esto era nuevo para mi, estaba nerviosa, no sabía donde ir. Me senté en la acera con mi mochila en mi espalda, veía todo a mi alrededor, no dejaba de sorprenderme de lo hermoso que era, y lo diferente que era a Argentina.

El cielo comenzó a oscurecer, y las calles se comenzaban a iluminar. Y me había perdido. Perfecto. Mi sarcasmo era demasiado notorio.

No sabía que hacer o a donde ir, diablos, estaba perdida en Canadá. Latina perdida en Canadá.

No tenía ni idea de donde podría pasar la noche, no conocía en lugar ni sabía cómo eran las cosas por las noches.

Diablos.

Me quedé quieta en medio de la acera pensando que hacer, las tiendas ya habían cerrado, y había un viento que te congelaba hasta los huesos. La noche ya había comenzado, y la gente ya casi ni salía. Mire a mi alrededor pensando en algo, había árboles...

Me asegure la mochila y trepe el árbol más cercano. Intente subirme a la rama más gruesa y alta, así no se rompería mientras dormía, y nadie pudiera hacerme nada, ni robarme, ni secuestrarme ni nada. Creo que era un buen plan, lo único malo... Es que era posible que me cayera. Tengo que admitir, que tengo tanto miedo y ganas de volver a casa, con mis padres, mi familia y los amigos que me quedaban, pero estaba aquí por Ginger. Ni siquiera llevaba más de una semana aquí, y ya no sabía que hacer. Diablos, ¿En que estaba pensando? ¿Se supone que dormiré en una rama hasta que encuentre a Shawn? ¿Qué comeré y beberé?

Sin quererlo, comencé a llorar, necesitaba un abrazo, y estaba sola. La angustia y desesperación, eran demasiado. Tenía dieciséis años, y tenía mucho miedo.

Y entre llantos y lágrimas, logré pasar mi primera noche. Desperté a la mañana por el sonido de un pájaro que estaba en la rama de arriba, en un nido. Me restregué los ojos con pesadez, me agarré de una rama de más arriba y conseguí pararme en la que estaba.

Era un milagro que no me hubiese caído.

El pájaro salió volando asustado por mi presencia, me acerqué con cuidado a su nido, y vi que tenía unos huevos. Sonreí sin quererlo. Luego me bajé del árbol, para seguir caminando por las calles de Toronto. Llegué a un parque, me senté bajó un árbol, suspiré, cerré los ojos y alcé la cabeza hacía el cielo. Abrí lentamente los ojos, algo resaltó.

Era una especie de punta de metal que se veía detrás de varios edificios, me levanté de inmediato, era la torre CN, estaba segura. Comencé a caminar hacía la torre, hasta que después de muchos minutos llegué. Lo único que se me ocurrió, es que en algún momento, Shawn podría pasar por aquí, es decir, es un monumento de Toronto. Solo esperaba que el pasara seguido por aquí. Miré la estructura admirando su gran tamaño.

Algo volvió a resaltar, era un anuncio. De un concierto.

Un concierto de Shawn Mendes.

Tal vez era la única oportunidad que tenía de encontrarlo, no la iba a desperdiciar. Tenía que entrar a ese concierto.  

  — Estoy cerca. 

Latina |S.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora