Capítulo 11

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Querido Shawn: Hace exactamente dos meses que dejamos de hablar, o más bien, dejaste de contestar mis mensajes, y eso, me puso mal. Pensé que cuando me diste tú número telefónico hace dos meses atrás íbamos a seguir con nuestra amistad, pero al parecer me equivoqué. Algunas veces te mando algún tweet esperando a que respondas, pero luego me doy cuenta de que eso no será así, hay otras dos millones de chicas esperando también a que les respondas. ¿Cómo destacaría yo entre dos millones de fans?

Presioné enviar y el mensaje desapareció para luego mostrarse en mi muro de Twitter. Sigo esperando que responda, porque creí que éramos amigos. Hoy es mi cumpleaños, son exactamente las ocho de la noche en Argentina. Pasé todo el día con unas amigas y amigos, así que me encontraba agotada, me levanté de mi cama para cerrar las cortinas, la noche estaba preciosa, había miles de estrellas en el cielo con una hermosa luna llena que iluminaba todo el lugar. Si no fuera porque me siento observada dejaría la ventana abierta. La puerta de habitación se abrió, me di la vuelta dejando de ver el cielo. La puerta estaba abierta y no había nadie. Eso me extraño demasiado, me comencé a acercar temerosa a investigar como se había abierto, luego de un costado, se asomó Shawn.

—¡Shawn! —Grité emocionada de volverlo a ver.

Shawn sonrió y abrió sus brazos invitándome a abrazarlo, no me lo pensé ni un segundo y me lancé a sus brazos. Nos separamos lentamente viéndonos a los ojos, el lucía igual que yo. Había extrañado demasiado al canadiense.

—¿Qué haces aquí? —Le pregunte algo confundida—Te mande mensajes por meses y nunca me contestaste

—Feliz cumpleaños Brooke.

Sonreí, Shawn se sacó la mochila que ni sabía que tenía en su espalda y la abrió, de ella sacó un regalo y me lo tendió.

—No era necesario...

—Cállate y disfrútalo.

Reí junto él, y lo abrí tratando de no romper el envoltorio, era un collar precioso con mi nombre en él.

—Es precioso, gracias Shawn

—Es un placer

Le tendí el collar diciéndole que me lo colocase, le di la espalda corriendo mi cabello hacía delante, el collar cubrió mi campo de visión por un segundo y luego se pegó a mi pecho. Shawn lo abrochó rápidamente.

—Entonces... ¿Qué sucedió? —Volví al tema anterior, no me había contestado y quería respuesta.

—Ese mismo día se me cayó el teléfono por el inodoro—Shawn se rascó la nuca incómodo con una sonrisa tímida. —Cambiando de tema, ¿Cuántos años cumples?

—Diecisiete.

—Prepárate para tu último año de adolescencia

—Ni me lo digas... ¡No puedo esperar! —Hablé emocionada

—¿Por qué te emociona? Es decir, la vida adulta es un asco, tienes que pagar tus propias deudas y cuentas, debes trabajar para conseguir lo que quieres y muchas cosas más. Desearía volver a ser un niño.

—¿Por qué eres tan pesimista? —Le pregunté con el ceño fruncido—Si, la vida adulta está llena de responsabilidades y obligaciones pero no por eso tiene que ser así, desde niños tenemos nuestras obligaciones. Ser adulto, es conseguir lo que quieres porque puedes hacerlo, es poder explorar el mundo donde no podías ir solo, ser adulto significa que es tiempo de conseguir tu sueño. La etapa adulta no tiene porque ser algo malo.

Shawn y yo nos quedamos hablando toda noche, había venido esta mañana a Argentina porque había recordado que era mi cumpleaños y según él, necesitaba verme. Se quedaría algunos días en mi casa, mis padres habían contactado con él con anterioridad y habían hablado. Mis padres decían que me veían más triste y desanimada de lo común, lo único que se les ocurrió, fue llamar a un famoso.

El castaño y yo, alrededor de las dos de la madrugada mientras mis padres dormían se nos ocurrió salir al patio trasero a ver las estrellas. Esto no era América del norte ni Europa, si salías a la calle te robaban. Como sea, estábamos tirados en el pasto mirando las estrellas mientras la luz de la luna iluminaba el lugar, era precioso. Estábamos en silencio hasta que lo rompí.

—Shawn...—Llamé su atención, el nombrado giró su cabeza para poder verme a los ojos—No vuelvas a dejarme sola dos meses sin hablarme, me siento muy cercana a ti

—No lo haré—Shawn susurró sonriéndome.

Alzó la mano hacía mi rostro y su pulgar acariciaba el mismo, cerré los ojos disfrutando su tacto. Quitó la mano, abrí los ojos y el castaño estaba mirándome fijamente con un brillo en sus ojos.

—¿Sabes? —Volvió a hablar—Te escribí una canción

—¿Enserio? —Sonreí tímida

—Sí, ya está grabada y ya la tengo en mi nuevo teléfono—Shawn me mostró su nuevo teléfono mientras buscaba la canción—La escribí pensando en todo lo que tuviste que pasar para solamente buscarme y darme una carta, que ni siquiera era tuya. Escucha

Shawn colocó la canción

—Ella no mostraría que tenía miedo 

Pero estar y sentirse solo era demasiado para enfrentar
Aunque todos decían que era tan fuerte
Lo que no sabían es que apenas podía continuar Pero ella sabía que estaría bien,
así que no dejó que se interpusiera en su camino.A veces, todo es demasiado,
pero debes darte cuenta de que pronto se despejará la niebla
y no tienes que tener miedo, porque todos somos iguales
y sabemos que a veces todo es demasiado Ella siempre se decía a sí misma que podía hacer esto.
No usaría ninguna ayuda, estaría bien.
Pero cuando se pusiera difícil perdería el enfoque.
Así que toma mi mano y estaremos bien.Y ella sabía que estaría bien,
así que no dejó que se interpusiera en su camino.A veces, todo es demasiado,
pero debes darte cuenta de que pronto se despejará la niebla
y no debes tener miedo, porque todos somos iguales
y sabemos que a veces todo es demasiado, sí


Sin saber que decirle, lo besé.

Latina |S.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora