Capítulo 16

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No sabia si estaba lista para este gran cambio. Camine durante toda la noche por las calles, aun sabiendo lo peligroso que era de noche. La Lluvia continuó, estaba empapada. Mi mente deba vueltas sin cesar, no dejaba de pensar en lo correcto o incorrento.

¡Maldición! ¿Por qué tomar una simple decisión era tan difícil?

No podía dejar de pensar en eso, maldición. La lluvia caía débilmente sobre la ciudad, la gente caminaba o corría rápidamente por las calles, algunos con paraguas y otros no. Pero nadie se veía triste, como yo. Necesitaba tiempo. Y una noche, esperaba que fuera más que suficiente. Luego de caminar durante horas, sin llegar a ninguna conclusión decente, decidí tomar un pequeño descanso. No tenía ni idea de donde me encontraba, solo sabía que estaba muy cansada. Demasiado. Y tenía mucho frío, estaba empapada, sin una idea mejor, decidí dormir bajo un pequeño techo en un callejón. Era peligroso, lo sabía. Pero mi mente solo quería dormir, y yo estaba más que dispuesta a complacerla.

Me dormí contra una pared.

Me desperté sobresaltada, con el corazón a mil por hora, la lluvia había cesado, y la noche seguía cubriendo la ciudad, y ya no había silencio. Había risas.

Me levanté de golpe sin saber exactamente dónde meterme, me puse al costado de un gran contenedor de basura, pensando que sería un gran escondite. Estaba asustada. Las risas se escuchaban cada vez más cerca, hasta cuando pensé que las personas de las que provenían entrarían al callejón, se detuvieron. Me quedé en silencio escuchando, pero no se oía nada más que mi propia respiración. Suspiré, pensando en que tal vez solo eran cosas mías, me relajé contra la pared. Cerré los ojos un segundo, y cuando los abrí, tenía dos rostros sonrientes frente a mí.
Quise gritar,pero me había quedado sin voz.

— Nos vamos a divertir mucho lindura —Murmuró uno de los dos hombres mientras miraba descaradamente mi cuerpo tenso.

—Lo gozara mucho —Hablo el otro hombre.

Estaba asustada. Me levantaron en contra de mi propia voluntad. Forcejee contra uno de ellos, que solamente me tenía agarrada, el otro intentaba quitarme la ropa.

— ¡Por favor! ¡Dejenmen! —Supliqué

Parecía que iba a perder, la sola idea de que me tocasen me repugnaba. Seguí luchando sin mucho existo, buscando cualquier salida posible. Le pegué una patada al hombre que intentaba quitarme la ropa, se tiró hacia atrás mientras se tomaba el estómago y maldecía, al hombre que me tenía sujeta le pegué un cabezazo, creo que que había roto la nariz. Me soltó un segundo, y no lo desperdicié. Salí corriendo de inmediato sin perder más tiempo, corrí hasta que mis pulmones no pudieron más, me terminé derrumbando en la calle. Respiraba entrecortadamente tratando de regular mi respiración, luego de unos minutos pude calmarme. Miré a mi alrededor, sabía donde estaba. Me levanté cansada y caminé hasta donde estaba el hotel. Para cuando había llegado estaba amaneciendo. Subí a la que era nuestra habitación en el hotel, respire profundamente y entré; Shawn estaba caminando en círculos, cuando me vio salió corriendo a abrazarme. Le devolví el abrazo gustosa disfrutando de su toque.

— ¡Estaba tan preocupado por ti!

— Estoy bien... Lo siento por ser tan estúpida.

— No importa, estás bien, eso es lo importante.

Tenia tanta suerte de tenerlo, ahora lo sabía.

— Tenemos que hablar Shawn, quiero enfrentarlo — Respiré separándome de él —No se si pueda soportarlo Shawn, yo no pertenezco a tu mundo, y lo sabes.

El castaño suspiró pasándose la mano por su cabello nervioso.

—¿Me amas verdad?

—Más que a nada.

—Cuando amas a alguien soportas lo que sea Brooke.

—Lo sé, pero entiéndeme, estás pidiéndome que deje mi vida Shawn.

—No porque vivas en otro lugar, tienes que dejarlo todo, siempre tendrás a las personas que te importan cerca—Me dijo— Te pido que vengas conmigo porque eres mi novia, y necesito tenerte cerca

—¿Y por qué tu no vienes a Argentina?

Sonreí de costado. El se puso más nervioso todavía, quería reír.

—Porque... —Se quedó callado pensando en alguna escusa. Alcé una ceja.

—¿Por qué...?

—Porque... voy a llorar si no tengo a mi mami cerca.

Me largué a reír sin poder evitarlo, Shawn me acompañó, ambos reíamos sin parar, hasta que me quedé sin aire y me quedé en silencio escuchando la risa de Shawn, pensando en que era uno de los sonidos más preciosos que había escuchado nunca en mi vida. Él se dio cuenta de que me había quedado callada.

—¿Qué sucede?—Preguntó con una sonrisa.

—Nada, solo pienso en cuanto te amo—Shawn sonrió enormemente y se acercó a besarme, respondí a su beso gustosa—Y cuantas ganas tengo de irme contigo...

Shawn se separó un poco solo para verme a los ojos.

—¿Es en serio?—Preguntó entusiasmado

Reí y asentí.

— Te amo demasiado

—Yo más

Volvimos a besarnos.

Latina |S.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora