Capítulo 4

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 Y ahora, en este mismo momento, me encontraba fuera del estadio donde el cantante iba a dar uno de sus conciertos. Estaba parada, viendo como miles de fans enloquecidas gritaban y se empujaban por querer entrar. No tenía un plan, necesitaba entrar dentro y encontrar a aquel chico por el cual Ginger estaba loca. Ginger... Seguramente ella estaría junto a estas chicas, gritando, peleando y emocionada por entrar.

Esto es tan duro...

Necesitaba un plan, podría colarme, pero hay oficiales en la entrada que ya sacaron a varias chicas de la cola, por no tener entrada. Así que descarté la idea. Suspiré sin saber que hacer, y una luz brillo en mi cabeza, dándome una fantástica idea. Podría colarme por detrás. Pase con mucho esfuerzo por entre las fans locas, y le di la vuelta al estadio, la puerta trasera estaba siendo custodiada por dos oficiales de la seguridad del lugar, suspiré. Me acerqué a ellos con la intención de pasar, intentando aparentar estar segura. Antes de dar un paso más, uno de ellos levanto unos de sus brazos impidiendo mi paso. Inmediatamente lo miré fingiendo estar confundida.

—Disculpa, ¿Pero que crees que haces? —Le pregunté aparentando estar enfadada, aunque por dentro, moría de nervios, rezaba para que todo esto funcionará.

—¿A dónde crees que vas, niña? La entrada esta por el otro lado.

—¿Es que acaso tengo cara de niña? ¡Tengo que estar en el escenario con Shawn en menos de media hora! —Les grité — ¡Tengo que tocar la maldita guitarra! ¡Me están impidiendo realizar mi maldito trabajo!

El otro guardia, que había permanecido en silencio, se quitó sus lentes de sol y me observó.

—¿Y tu guitarra? —Cuestionó

—Está dentro.

—Déjame ver tus documentos y veré si estas en la lista.

—Gracias

Estaba muerta.

Saqué mis documentos faltos y se los entregué. El hombre los vio detenidamente, esperaba que no se diera cuenta de que eran falsos, si no se dieron cuenta en el aeropuerto, esperaba que aquí no. Me los volvió a entregar.

—Verificaré si estas en la lista y podrás entrar.

—No creo que este en la lista, me pusieron de último momento porque unos de los guitarristas enfermaron.

—Voy a llamar a mi jefe para preguntarle si tu nombre está

—De acuerdo.

El hombre sacó su teléfono celular y marcó el número de su jefe. Mi corazón comenzó a latir con rapidez, los nervios aumentaron y comencé a sudar. En el momento en que preguntará por mi, estaba muerta.

—Hola Jefe, si, tengo a una chica aquí, dice ser parte de la banda...

Sin saber que hacer, corrí hacía dentro. Corrí con todas mis fuerzas dentro del lugar. Escuchaba los gritos de los guardias corriendo detrás de mi. Eso me impulso a seguir corriendo, iba esquivando a las personas y todas las cosas, debía de esconderme, me atraparían en cualquier momento. Aprovechando que tenía ventaja, doble varias veces en los corredores y entré en la primera puerta que vi, cerrándola detrás de mi. Respiraba muy agitadamente, escuché los pasos de los guardias seguir corriendo pasando de lado la puerta, suspiré aliviada, los había perdido al menos, por ahora.

—¿Qué diablos haces aquí?

Señoras y señores, tenía frente a mí, cruzado de brazos y mirándome súper enfadado, al mismísimo Shawn Mendes. Juraría que mi corazón había dejado de latir. Tomó su teléfono y marco un numero mirándome fijamente, estaba asustada.

—Andrew, tengo a una chica en mi camerino. Si, gracias. —Shawn colgó y comenzó a gritarme.

—¿¡Qué diablos haces aquí!?

—¡Lo siento Shawn! Es que te busque, por días, necesito decirte algo...

—¡Vete! ¡Diablos! ¡Seguridad!

Estaba gritando demasiado, la puerta se abrió de pronto, y los mismos guardias de antes me estaban sosteniendo de los brazos.

—Nos vamos —Me habló un guardia.

—¡Shawn diablos! ¡Debes escucharme!

Pero antes de que pudiera decir algo más, los guardias me habían sacado a patadas del camerino de Shawn, y me arrastraban a la salida. En la salida, había una patrulla de policía. Me tiraron adentro mientras me esposaban, y me quitaban la mochila. Me encerraron en la parte de atrás, mientras los dos oficiales revisaban el contenido de la mochila, tenían en sus manos mis documentos, los examinaron rápidamente. Metieron todo de nuevo dentro de la mochila, y subieron a la patrulla.

—Alguien estará un buen tiempo en prisión.

Golpee mi cabeza contra la ventanilla. Diablos. 

Latina |S.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora