Capítulo 17

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Sonreí a la vez que veía el avión alejándose, elevándose cada vez más en los aires, hasta que se perdió entre las nubes y no pudo verlo más.

Seguramente Shawn se haría amigo de su compañero de asiento.

Todavía no podía irme, pero iba a ir con él, dentro de unos días tal vez, pero iba a volver con él. Realmente era lo que hacíamos al final de todo el tiempo, es decir, aunque siempre nos separabamos, volvíamos a estar juntos, era una extraña conexión que teníamos.

Sin nada que hacer en el lugar, tomé un remis para mi pueblo. Solía decirle así, aunque cuando le decía "Pueblo", solía imaginarme los pequeños pueblos en el medio oeste que siempre aparecían en las películas vaqueras, aunque mi "ciudad" no era asi. Era una pequeña ciudad en todo caso, era la terminal de las estaciones, recuerdo que mi profesor de artística solía decirle el campo, y no era así.

Como sea, volví a casa, estaba cansada, así que saludé a mis padres y me metí con rapidez en mi habitación, revisé mi teléfono dándome cuenta de que tenía un mensaje de mi castaño favorito.

Ni siquiera pasó media hora y ya te extraño.
Shawn

¿Crees poder estar sin mi dos días?
Brooke

Lo intentaré, pero no te prometo nada, boluda, te amo mucho.
Shawn

Impresionada de cómo usaste mi término favorito. Te amo.
Brooke

Soy una máquina de sorpresas ;)
Shawn.

Reí por el último mensaje y decidí no contestar. Necesitaba pensar.
Decidí escribir una carta. Me senté en mi escritorio a la vez que buscaba una hoja en blanco y lápiz, luego, comencé.

Ginger, tengo miedo. Realmente lo tengo, tengo miedo porque estoy comenzando a olvidar tu recuerdo, tu voz, tu rostro, que cada vez se vuelve borroso. Tengo muchísimo miedo.

Gracias por hacerme ir tras Shawn, duh. Boluda, ¿Podrías creer si te dijera que iré a vivir con él?

Estoy muy nerviosa.

Pasé lo que pasé, siempre serás mi mejor amiga, donde quieras que estés, te amo.

Brooke.

Fui al jardín trasero, con un encendedor prendí fuego la nota, la solté a la vez que se incendiaba.
Dejé que se incendiara sola, en el césped mientras entrada dentro de la casa, todavía no había hablado con mis padres. Era un problema.

-¡Ma!-Grité cuando entré.

-¿¡Qué!?-Me gritó de regreso.

-¿¡En dónde estás!?

-¡En la cocina!

Fui a la cocina para que ambas dejáramos de gritar. Entré y ella estaba cocinando algo, el olor que desprendía era tremendamente delicioso.

-¿Que cocinas? -Pregunté a la vez que me acerqué lentamente para ver.

-Quete. -Dijo mientras revolvía la olla donde cocinaba-¿Qué querés?

-¿Yo? -Pregunté de manera inocente-Nada.

-Entonces raja de acá.

Bufé de manera molesta, pero me fui a mi habitación porque tenía miedo de cómo iban a reaccionar. No, no tenía miedo, estaba cagadisima. Y lo peor de todo esto, es que estaba sola ahora, a Daniela no pude decirle nada, así que pensé que lo mejor, era invitarla a cenar para darle la noticia junto a mis padres.
Le mandé un mensaje a mi madre preguntándole si podía Dani quedarse a comer, me respondió que si. Hice lo mismo con Dani, solamente que pregúntadole si quería venir a cenar. Me respondió que si.

Sin más que hacer, y más que moría de nervios, me tiré a mi cama para dormir un rato y tratar de calmarme. Iba a irme, con su apoyo o sin él.

Desperté por el grito de mi madre, de que Daniela había llegado y la cena estaba lista. Mis manos comenzaron a transpirar, dando a verse que estaba nerviosa. Acomodé mi cabello varias veces aunque no había forma de que este tomara una forma bonita. Resignada y frustrada lo dejé así, solamente estaba tratando de retrasar más lo que iba a ser inevitable.

Baje la escalera y entré a la cocina, con el corazón a punto de salirse de mi pecho. No pude comer nada, solamente revolvía lo que mi mamá había cocinado una y otra vez, estaba demasiado nerviosa.

—¿Qué te pasa?—Pregunto Dani mirándome, causando que las miradas de mis padres estuvieran sobre mi, me puse más nerviosa todavía.

¿A-A mi? Nada.

Dale boluda, ¿que te pasa?—Insistió—Soy tu mejor amiga, no podes ocultarme nada.

Perdón—Comencé a llorar.

Todos comenzaron a preguntarme que sucedía, era ahora o nunca.

Voy a mudarme con Shawn —Dije entre sollozos. Todos quedaron en silencio, el único ruido que se escuchaba era el mio, de mi llanto.

Trate de calmarme, porque solamente había tensión.

—¿Cuando? —Preguntó Daniela rompiendo el silencio.

Mañana...

¿¡Y nos venís a avisar ahora!?—Gritó mi mamá enojada.

Vos no vas a ir a ningún lado—Hablo de manera seria mi papá.

Quería llorar, aún más de lo que había llorado segundos atrás.

¡No pueden obligarme a nada! ¡Soy mayor de edad y puedo hacer lo que se me re venga la gana! —Les grité.

Subí las escaleras furiosa, y con el corazón dolido, esperaba otra reacción de mis padres. Le mandé un mensaje a Shawn.

Mis padres no quieren que vaya.
Brooke.

A los pocos minutos respondió.

¿Qué vas a hacer?
Shawn.

No lo
Brooke.


Latina |S.MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora