1. Lejos

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Habían pocas palabras existentes para describir como se sentía en ese momento, pero decir que se sentía una mierda se quedaba muy corto.

Aunque tenía las odiosas lágrimas en sus ojos que le impedían ver bien, podía notar claramente a su lado a aquel cuerpo delgado y pálido sobre un charco de su propia sangre.

Había matado a alguien y seguía sin procesarlo.

La situación lo estaba sobrepasando y comenzó a hiperventilar mientras ignoraba al resto del mundo.

No importaba cuántas preguntas le estuvieran haciendo las autoridades en ese momento, nada salía de él, más que un terrible llanto y una fija mirada en aquella persona que había amado tanto por tantos años.

Un pequeño quejido salió de su boca cuando vio a Shownu, su Shownu siendo arrastrado hacia una ambulancia, sosteniendo su mirada.

Entonces lo supo.

Él iba a inculparse, su mirada se lo gritaba.

Suspiró entre las lágrimas, no sabía si sentirse mal o sentirse agradecido.

Y finalmente se llevaron a Shownu, dejándolo sólo con aquel mar de personas que no conocía y en una situación que jamás quería volver a estar.

Pero estaba más que seguro que no podría volver a ver a Shownu en mu Ho tiempo y dolía.

Dolía la vida, dolía el destino trágico de una pareja que apenas estaba aprendiendo a sonreír, a ser felices y a amar.

Pero al fin todo había terminado.

El problema, las muertes, la vida en la calle, el cielo, el infierno, las llamas, pero también su relación.

Y es que de eso se trataba su relación, todo era una mezcla de cosas explosivas que no debían juntarse pero lo hicieron.

Como el agua y el aceite.

Lo levantaron del suelo entre varias personas, ya que sus piernas temblaban de nervios aún y lo subieron a un auto policial.

Ni siquiera se molestó en mirar a través de la ventana, no quería saber a donde lo llevaban o qué harían con él.

Pero cuando el auto se detuvo, levantó su mirada y se encontró con las únicas miradas que podían darle tranquilidad en esos momentos: las de su familia.

Se bajó del auto casi corriendo y llegó a los brazos de su padre quien también estaba hecho un mar de lágrimas.

Lo abrazó con toda fuerza que sus brazos se lo permitieron, simplemente pensando en que estuvo muy cerca de que sus decisiones hicieran que su padre tuviera que pasar por el mismo sufrimiento que pasó años atrás.

Sintió como el anciano hombre lo apretujaba contra su cuerpo y le acariciaba el cabello como si aún no pudiera creerse que su hijo estaba sano y salvo después de estar sumido en una situación así.

Y se sintió mal porque sabía que su padre no se merecía ese sufrimiento.

- Papá lo siento... De verdad lo siento... - hundió su cara en el pecho de su padre buscando un consuelo que aún no llegaba.

Sin embargo su padre lo abrazó amorosamente.

- Todo está bien hora hijo... Y todo estará mejor... - en ese momento giró un poco su cabeza y miró a los oficiales de policía que parecían estar discutiendo un tema de suma importancia.

Y sintió miedo por Shownu, porque ya sabía lo que estaba pasando detrás de todo.

Se separó un poco de su padre y los miró fijamente.

- ¿No van a interrogarme? - se limpió las lágrimas y avanzó hacia ellos.

El policía arqueó una ceja y lo miró con seriedad.

- ¿Tienes algo que confesar? - la mirada penetrante del hombre seguía sobre él, como si pudiera leerle hasta el alma y aunque casi estaba hiperventilado enfrente de la nerviosa mirada de su padre, supo controlar sus nervios.

- Quiero que me diga qué les dijo él... - se irguió con decisión frente a él para no parecer vulnerable, entonces el hombre chasqueó la lengua.

- Esa información no puedo dártela, no es de tu incumbencia - el hombre se giró mientras planeaba volver a sus asuntos, sin embargo en un arranque de valentía, Kihyun lo tomó por el hombro y lo giró para que quedara de nuevo frente a él.

- Claro que es de mi incumbencia, yo estuve allí, soy su mayor testigo... - a pesar de que sus ojos estaban húmedos, su mirada delataba decisión, entonces el hombre suspiró y cedió.

- Se declaró culpable ¿Que tienes que decir al respecto? ¿Crees que puedes salvarle el trasero de una condena de prisión por homicidio? - la forma en la que el hombre mencionó tal castigo hizo que su consciencia desfalleciera.

Era él quien tenía la culpa, no Shownu.

- Yo... Yo... - comenzó a hiperventilar, dudoso sobre decir la verdad o no.

- ¿Tú qué? - el hombre le habló con cansancio al escucharlo tan nervioso - ¿Tú la mataste? ¿Qué es esto? ¿Acaso están jugando a quién se va a la prisión primero?

Kihyun suspiró resignado.

- Yo... - suspiró - yo lo vi matarla... - agachó su cabeza avergonzado por soltar tal mentira frente a su propio padre quien rápidamente acarició sus hombros.

El hombre soltó una risita sarcástica.

- Eso creí... - miró a Kihyun con un deje de superioridad, entonces Kihyun volvió a levantar su cabeza.

- Pero fue en defensa propia... Ella quería matarnos... - el hombre no le dio mucha importancia y simplemente hizo una señal con la mano.

- Ya escuché esa historia, ya veremos lo que dicta el juez luego - subió al auto policial y se fue dejando a Kihyun desconcertado.

Miró rápidamente a su padre.

- ¿Por qué me dejó aquí? ¿No me llevarán a juicio? - buscó una respuesta en el rostro de su padre pero él estaba inexpresivo.

- No Kihyun... Estás fuera de esto, ya lo solucioné todo - su padre lo invitó a pasar hacia dentro de su casa para no correr más peligros, pero él se detuvo.

- ¿Cómo que estoy fuera de esto? ¡Yo estuve allí! ¡Soy el único que puede ayudarlo a reducir su condena! - las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos nuevamente.

Entonces su padre lo tomó por los hombros y lo metió dentro de la casa para finalmente cerrar de un portazo.

- ¡Me importa una mierda él! Yo te quiero a salvo... A ti... - su voz se quebrantó - nos vamos Kihyun... No voy a dejarte aquí.

Kihyun lo miró sin poder creérselo.

- No quiero irme, no antes del juicio... - quizá suplicar era la única opción que le quedaba.

- Kihyun nos vamos y no te estoy pidiendo opinión ¿me escuchas? Te irás conmigo por voluntad propia o contra tu voluntad, tu elijes...

Y ese momento supo que no había mucho por hacer.

La culpa se apoderó de su mente y de su cuerpo sin que pudiera hacer nada.

¿Qué haces cuando quieres salvar a la persona que amas, pero también quieres salvarte a ti mismo?

¿Es justo que alguien más pague por tus pecados?

¿Acaso un demonio merece sufrir un castigo por algo que no hizo, solo porque es un demonio?

Your Angel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora