Su calidez y el sonido de los fuertes latidos de su corazón hacían que se sintiera como en su hogar.
Eran su refugio, definitivamente.
Shownu se puso de pie lentamente sin separarse ni un poco de aquel pequeño cuerpo que se aferraba a él como si su vida dependiera de ello.
Las lágrimas continuaban saliendo en medio de sus imborrables sonrisas y su abrazo se mantenía tan fuerte como al principio.
Shownu no pudo contenerse y acarició con mucho amor el suave cabello de Kihyun y le dejó un par de besos allí, contento de poder sentirlo de nuevo.
— Estoy tan feliz de volver a verte mi ángel... — su voz salía más fluida y su llanto iba cesando.
Entonces tomó la barbilla de Kihyun y levantó su rostro mojado por las incesantes lágrimas.
Con sus pulgares intentó limpiar el húmedo rastro de agua en la rojiza cara de Kihyun mientras él lo veía fijamente, sollozando.
Todo se sentía tan irreal.
Su mirada viajó lentamente a aquellos rosados labios del menor, que estaban entreabiertos y parecían pedirle a gritos un beso.
Un beso que él moría por dar.
Sin pausa pero sin prisa, comenzó a acercar su rostro hacia el de Kihyun, con la única intención de volver a tocar esos hermosos labios con los suyos, al menos como se debería.
Los ojos de ambos fueron cerrándose automáticamente, según sus rostros iban acercándose, pero para cuando sus labios lograron rozarse, Kihyun empujó a Shownu, dejándolo totalmente sorprendido.
— Pero... ¿Qu... — Shownu lo miró interrogante, pero Kihyun parecía tener una mezcla de enojo y felicidad en su rostro — ¿Qué haces Kihyun?
— No quiero que me toques... — se limpió una lagrima que aún recorría su mejilla — ¿Cómo llegaste aquí...?
Shownu lo vio confuso sin entender su pregunta.
— No lo sé — se encogió de hombros — en un taxi cualquiera... ¿Por qué?
Kihyun rodó los ojos con molestia.
— Me refería... — suspiró — ¿Qué haces aquí? ¿No tienes tu propia casa donde ir?
Shownu lo vio estupefacto.
— No... Vendí la casa el mismo día en que fue tu fiesta de graduación, te dije que en cuanto pudiera, saldría de ese lugar contigo... — suspiró — al menos pude hacer algunas cosas...
Kihyun asintió levemente.
— Bien... Estás en tu casa, lo entiendo... — se arregló la ropa y terminó de limpiar la humedad de su cara — entonces me iré yo.
— ¡¿Qué?! Pero... Kihyun... — Shownu intentó tocar su brazo y él retrocedió — tú... Tú dijiste que esta sería nuestra casa, nuestro hogar... — suspiró — juntos.
Kihyun agachó la cabeza recordando las palabras que Mariana le había dicho.
Ella tenía razón, él se apresuró en prometer muchas cosas.
— Yo... — Suspiró — yo sé lo que dije Shownu... — levantó su mirada y la posó en el preocupado rostro de quien había sido su pareja en años anteriores — pero creo que me apresuré demasiado... Ahora que lo pienso, creo que no es lo correcto.
— Kihyun... — la voz de Shownu salió temblorosa — ¿Crees que no he cambiado?
— Espero que si, porque eso es lo que quiero creer... — Shownu asintió levemente con una sonrisa triste.
— Ya no confías en mi... ¿Verdad? — lo miró fijamente casi exigiendo una respuesta a través de sus ojos.
— No... — Suspiró — tienes razón, ya no confío en ti... — miró hacia el auto recordando la cantidad de armas que habían en la casa, sabiendo muy bien que Shownu le había dicho que se apartaría de esa vida cuando estuvieran juntos — pero dime... ¿Por qué debería hacerlo? — una lagrima recorrió su mejilla — te amé incondicionalmente y mi vida giraba en torno a ti... ¿Y tú que hiciste?
Shownu agachó la cabeza.
— Kihyun... Yo se que... — su propia voz se quebró.
— Me mentiste, me heriste, me amenazaste con una maldita arma... — la emoción de unos momentos atrás se convirtió en rabia incontenible — ¡¿No es así?! — avanzó rápidamente hacia él y le dio un fuerte golpe en el pecho obligandolo a retroceder dos pasos — ¡Dime a la cara que yo soy el mentiroso! — sus lágrimas de enojo continuaban corriendo por su rostro.
— No... — susurró — yo soy quien no te merece...
Kihyun asintió entre lágrimas.
— Exacto... No me mereces — se limpió la cara retomando su expresión de enojo — y yo no merezco haber pasado por todo lo que pasé, yo si te amaba... — sollozó — y no es nada justo para mi, que llegues aquí creyendo que tienes derecho a que sea igual que antes...
Se dio la vuelta con la única intención de volver al auto y cumplir con lo que se había propuesto, pero una cálida mano lo detuvo por el brazo y volvió a girarlo para quedar frente a frente.
— Espera... — Kihyun lo miró fijamente, aún muy molesto — antes de que vayas... — Shownu agachó su cabeza y tomó las manos de Kihyun entre las suyas — quiero decirte algo... — Kihyun se sorprendió en demasía, cuando notó que aquella persona que era incluso más alta que él, estaba quedando por debajo de su altura, Shownu se había puesto de rodillas — perdóname Kihyun... De verdad te pido perdón — comenzó a llorar mientras aún se mantenía de rodillas frente a él, totalmente humillado — sé que unas simples palabras no arreglan nada, pero necesito decirlas para calmar mi propio dolor... — suspiró — yo no sabía lo que se sentía estar sin ti, eras el único que se había quedado a mí lado después de todo lo que era y jamás lo valoré hasta ese día en el que supe que quizá no volvería a verte nunca más...
Kihyun suspiró sintiendo sus manos ser mojadas por las incesantes lágrimas de Shownu.
— Bien... — apartó sus manos con suavidad — es buen comienzo, aunque es muy pronto para que responda — metió sus manos en sus bolsillos y se giró de nuevo — ve adentro, de todas formas es tu casa también... Yo me iré a algun sitio.
— Tú... Tú deberías quedarte, soy yo el que tiene que irse... — dijo con voz temblorosa.
Kihyun se detuvo frente al auto y lo miró mientras negaba.
— No, no tienes a donde más ir y yo si... — suspiró sabiendo la crueldad de sus palabras — además, si tú te quedas o te vas, yo no voy a pasar la noche aquí, tengo cosas pendientes...
Shownu asintió levemente poniéndose de pie.
— Bien... — suspiró limpiándose las lágrimas — entonces espero que te vaya bien...
Kihyun asintió, sintiendo un fuerte dolor en su pecho por ver a Shownu así de desprotegido.
— Hay comida en la nevera, seguro estas hambriento... — él asintió confirmando sus palabras — también hay ropa en el armario, puedes darte una ducha y usar lo que quieras... Todo está preparado para usarse...
Shownu sonrió triste pero agradecido porque aún molesto Kihyun le brindaba atención.
Entonces el menor ingresó al auto retomando el riesgo de viajar sin documentos y con un montón de armas en el maletero.
Pero al final, todo era por un buen motivo.
Estaba buscando desesperadamente cambiar lo que ahora era su realidad.