7.- Siendo sincera, esperaba más.

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Tres minutos, tres minutos y el no ha llegado. Estoy nerviosa, siento que voy a explotar.

Cuatro minutos, no tengo toda la mañana.

Está bien, sólo estoy exagerando porque estoy nerviosa.

- Buenos días Señor Vélez, ¿Cómo ha estado?.- Empiezo a practicar que le voy a decir.- Muy formal.- Hago una mueca.- Buenos días Señor Christopher, ¿Todo bien?. No, eso no. Hola, Buenos días ¿Cómo estás, Vélez?. Eso menos. Buenos días, comencemos con...

- ¿Cuantas veces has practicado que me vas a decir?.- Sin avisar y tomándose toda la libertad, pasa sin tocar. Fijo mi mirada en los papeles y clavo mis uñas en mis muslos.

- ¿Acaso no te enseñaron a tocar?.- Le digo furiosa pero sin mirarlo aún. Me pongo recta, respiro hondo y...

Lo miro.

El me mira.

Nos miramos.

Y puedo decir que se formó cierta magia, cierto toque de melancolía, mirarlo me trajo a la mente muchos recuerdos de nosotros dos juntos, el día que nos hicimos novios, cuando fuimos a cenar y escupí mi bebida encima de el porque estaba muerta de risa, como nos besabamos, abrazabamos, mi primera vez... con el.

- ¿Cómo estás? Princesa.- Sonríe de lado, tiene el cabello más rubio, es castaño pero tiene mucho rubio a la vez.

El chico del centro comercial.

Cuando me iba a probar la ropa en el centro comercial, el día que le dije a Rosie mamá, vi esa cabellera y no, no estoy alucinando, es exactamente igual.

- Estuviste en el centro comercial.- Lo acuso mientras más ideas vienen a mi cabeza.

- Vaya, que inteligente eres.- Dice burlonamente. Ya no lo soporto, apenas estamos hablando y ya lo odio.

- El día que estaba en aquella fiesta con Joel, tu fuiste el viejo amigo.- Le vuelvo a acusar entre dientes, siento la rabia acumularse. Pero no voy a estallar, no frente a el.

- ¿No que era Joey?.- Dice inocentemente mientras asiente. Pero aún así, no lo he vuelto a mirar.

- Tu estabas hablando con Rosie. Con Joel también. Y a Ben no le agradó la idea. Ahora me cae mejor Ben.

- Le prometí a Rosie que no tendría problemas, al final, no me ayudó, quien si me ayudó fue Joel.- Pone los codos en la mesa y pone su cara entre sus manos. Muy cerca, mi respiración se corta y me alejo echándome hacía tras sin ningún disimulo.

- Bueno, empecemos a hablar de tu boda.- Le suelto furiosa.

Calmate. Melody. Luego. Matas. A. Rosie. Y. A. Joel.

- Estás furiosa, lo sé. Te recomiendo que respires y cuentes hasta diez. Te conozco lo suficiente pasa saber que así es como te calmarás.- Sonríe con egocentrismo y ruedo los ojos. No le haré caso.- ¿Qué ha sido de tu vida?.- Me pregunta "Interesado".

- ¿Estamos aquí para hablar de tu boda o de mi vida? Ah, ya entendí, quieres reunir la información suficiente para idear un plan para cagar mi vida de nuevo...

Entonces lo miro y pienso que lo que acabo de decir fue mucho cuando en sus ojos veos tristeza, pero recuerdo las lágrimas que derramé por el y es lo menos que se merece. Parece dolerle tanto que sólo parpadea varias veces y fija su mirada en el escritorio frente a el.

- Encontré mucha variedad de flores del color que tu novia me pidió.- El hace una mueca cuando digo "novia" pero lo ignoro.- ¿Quieres ver fotos? Para saber tu opinión.- Hablo como una profesional, como un robot, de echo.

Diferente #MA2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora