Recuerdo la noche de ayer, cuando comencé mi nueva vida como vampiro. Ahora estoy en una de las habitaciones de la casa de Mateo, Joe ha desaparecido unos minutos, pero ya lo extraño, el color del atardecer se filtra por la ventana, dando a este lugar tan rojo algo de iluminación muebles antiguos, una cama bien arreglada y pinturas de paisajes en las paredes, un tapiz rojo. El aire se llena de un dulce aroma a canela y flores silvestres. Me levanto de la cama y recorro la habitación, hasta que paro en una de las esquinas .
Miro a mi alrededor y está habitación es tan grande, nunca la había visto desde este punto sentado en una esquina acurrucado .
Joe entra y me mira fijo.
-Patrick, te traje algo para que no tengas hambre- comenta lanzando a mis pies una rata muerta.
Mis dedos tiembla, la sangre corre por mis venas rápidamente, siento un cosquilleo en el estómago. Sostengo a la rata en mis manos, el aroma de la sangre emana de sus poros, perforo su diminuto cuerpo y el elixir rojo llega hasta mis labios rejuveneciendo cada célula de mi ser.
-Gracias- murmuro, empapado de sangre de rata en la cara. Joe se acerca a mí cae al suelo con las manos a cada lado de mis caderas; con su lengua rápida y fugaz me limpia la sangre, me exita la forma en la que su lengua recorre mi piel, lo sostengo de los lados de la cara y le doy un beso desenfrenado.
-¿Tienes hambre?-Pregunto. jugueton.
Se detiene y me dedica una sonrisa.
-Sí, pero del sabor de tus labios.
Me quedo tan impresionado por su respuesta.
-Eso no es...- Joe me interrumpe colocando su dedo índice sobre mis labios.
Mi cuerpo sigue con aquella bata que me había puesto Joe, y los bóxers puestos. Necesitaba su cuerpo sobre el mío, tomándome entre sus brazos, sus labios en mi espalda.
« Ahora no mi pequeño Vampiro » Susurra Joe.
Lo miro directo a los ojos. Me pierdo en sus ojos, ¿Qué clase de hechizo es el que usa para envolverme? ¿A caso es el aroma a jazmín?.
Joe me sonríe, toma asiento en la silla forrada de rojo carmesi.
«Te enseñaré un nuevo juego» Dice Joe .
-Quitate todo lo que llevas puesto» me ordena en tono autoritario.
Lo obedezco y quedó en plena desnudez frente a sus ojos verdes quienes me observan atentamente.
-¿Ahora qué ?- Pregunto ahogando un gemido.
Siento como mi cuerpo se entremese ante el suyo. Mis sentidos se vuelven nada, sólo somos Joe, las velas con aroma a flores y mi cuerpo desnudo.
«Ahora tocate para mi» Murmura Joe con una sonrisa malefica en el rostro. Y con una fusta golpeando la palma de su mano.
Lo observo con cuidado y me dejó llevar por su mirada sensual y erótica, me paso la mano por el sexo pero no estoy exitado, mis manos están frías y sigo con hambre.
Joe se levanta de su asiento y camina dando pasos pequeños hacia mí, la fusta rozando mi hombro izquierdo, baja por mi espalda lentamente hasta llegar a mi nalga, el cuero es tan suave que me produce placer con tan sólo sentir su presencia.
Joe da un golpe inesperado y doy un grito.
-Silencio, mi angelito- me susurra a la oreja, -O me veré en la situación de castigarte más.
Wow, ¿castigarme a mi? ¿A caso hice algo malo?
«Debes aprender que el dolor puede ser como un placer y un enemigo al mismo tiempo» Murmura Joe.
Lo miro arqueando una ceja.
«Y a obedecerme, cuando yo te digo que te toques, te tocas, sí digo que te folles, te follas, sí digo que te voy a dar duro, no dudes en eso, pero primero está la obediencia» Dice paseando la fusta por mi pecho lentamente.
«¡Excitate!» Me ordena dándome un golpe en el hombro, siento un leve cosquilleo con dolor, Joe se acerca y me planta un beso sobre la marca del golpe.
«¿Te gusta?» Interroga acariciandome la espalda con la punta de la nariz.
Miro al techo y siento como el poco calor de sus manos, me exita, tengo una erección que ni yo esperaba, Joe me mira fijamente y me susurra al oído:
«Buen chico»
De pronto Joe va hasta uno de los de los cajones de un gran mueble de madera pulida, saca unas esposas y me las coloca en las muñecas levanta mis brazos hacia arriba y me apoya contra la pared. Joe comienza a recorrer mi cuello con besos rápidos. De pronto aparece Mateo con su torso increíble. Se acerca a mi cuerpo desnudo, aparta a Joe con un brazo y con una mano me apoya la cintura contra su pelvis, su erección se nota en aquel pantalón oscuro que llevaba, sus labios saben a sangre y rosas.
Baja hasta mis muslos me observa detenidamente y me muerde en el muslo derecho, mis músculos se contraen al sentir sus dientes y la saliva recorrer mi piel.
-Más- Gimoteo.
Escucho las risas de Joe y Mateo.
abro los ojos y Mateo está frente a mí.
«Ahora sabrás lo que es el verdadero dolor» Me susurra y se acerca nuevamente a mí cuello y Joe se une al juego quitándose los jeans, Se acerca al cuero de Mateo y comienza a masajearle los brazos mientras, Mateo me masturba con fuerza.
Cierro los ojos y me dedo llevar por lo que está pasano. Mis sentidos se adormecen lentamente, cuando no siento nada abro lo ojos y veo a Joe en una esquina de la habitación y Mateo en la puerta.
« Despierta» me ordena Caliel dándome golpesitos en la mejilla.
me pierdo en sus ojos celestes. Me aferro a sus brazos.
-¿Qué haces aquí?- Pregunto frunciendo el ceño.
Levanta mi ropa del suelo, me levanta y me traslada a una habitación mucho más grande, me lleva directo al baño, la tina estaba llena dr agua tibia. Me sumerge en las profundidades y cierro los ojos relajándome.
Abro los ojos y veo a Joe parado cerca de la tina conversando con Caliel, veo el color dorado del agua y sé que han utilizado la escencia de jazmín.
Me aclaró la garganta. Los dos giran y me ven fijamente a los ojos.
Joe. se retira y me deja al cuidado de Caliel.
-Por fin has despertado.
-¿Cuáno tiempo estuve dormido?- Interrogo.
-Una hora- Me dice Caliel levantándome. de los hombros, me rodea la cintura con una toalla y nos dirigimos a la habitación nuevamente.
Veo a Peter sentado en la cama. Se levanta y ayuda a Caliel a acostarme. Se miran el uno al otro.
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Full Moon
WerewolfDespués de que Patrick empezara a controlar sus poderes de "Doem del agua" algo más ha pasado, su vida cambio, pero arrepentirse es una mala opción.