Full Moon

Capitulo 4.

Me quedo impresionado al ver a Peter en el baile, todos los vampiros lo ven con deseo, con ganas de saltarle al cuello, de saborear su sangre cálida. Me muerdo el labio inferior aguantándome las ganas de saltar también a su cuello. Pero de pronto aparece Joe y me agarra de la cintura y me arrima a la suya desinhibido. Me muerde el lóbulo de la oreja y un gemido nace de mis labios, acerca su dedo anular a mis labios y el aroma a sangre danza frente a mi nariz.

―Muerde― me ordena en tono seductor y sensual.

Mete el dedo entre mis labios y mi lengua se enrosca en su dedo, me siento tan bien, por un momento siento manos recorrer mi cintura, ahora las caricias llagan a mi espalda, y brazos. Giro y veo ojos castaños, grises y azules acariciándome. Distintos aromas envolviéndome. Lenguas húmedas recorrerme.

―Es hora del baile― murmura. Pero me dejo llevan por las sensaciones que recorren mi piel y no oigo, ni pongo atención hasta que me da un pinchazo en la nalga izquierda.

Me conduce hasta frente a la escalera. Con la mano derecha sostiene mi mano, y con la izquierda engancha sus dedos a mi cintura. El vals de cuerdas comienza a sonar y nos movemos al son de la música.

―Tus ojos brillan mucho más esta noche― murmura.

Me ruborizo.

―Gracias―Contesto girando.

Miro de reojo en dirección de Mateo y lo veo danzando con Peter.

― ¿Desde cuándo, Peter es el SUMISO de Mateo? ― inquiero mirando a Joe fijamente quien se ve radiante y misterioso con esa mascara.

―Desde hoy― responde al instante.

Seguimos danzando y el ambiente es tan callado, creo  que somos los únicos que están hablando, los demás están tan concentrados. De pronto escucho a un chico Rubio gemir, su amo lo sostiene de las nalgas con fuerza apretando fuertemente los dientes.

― ¿Quieres probarlo? ― inquiere Joe, dispersando mis pensamientos.

― ¿Qué? ―

― Esto― masculla y me agarra de las nalgas con fuerza y dejo escapar un gemido, miro a su rostro y una sonrisa se dibujalentamente, sus dedos parecen perforar mi piel, pero no lo hacen, me dejo llevar por el momento y mi erección es incontrolable, de pronto llega Louis y me da una copa llena de sangre.

―Gracias― murmuro y giro para ver a Peter pero lo único que veo es su rostro mirándome fijamente, sin una expresión que diga que está enfadado, disgustado o que está feliz.

Me deslizo de los brazos de Joe, voy caminando lentamente entre la gente, siento manos tocándome mientras trato de llegar a Peter, es un mar de sensaciones, hasta que por fin llego, lo miro fijamente y este desvía la mirada hacia la puerta principal, debería de ser más educado y no desviarse de mí, ¿acaso he hecho algo malo?, no lo creo, pero tampoco sé el motivo de su desprecio, me armo de valor y le hago un gesto con las manos, para que podamos hablar en privado. Me niega con la cabeza, de pronto siento ira en mi interior, voy y lo sostengo con fuerza de la mano. Mateo me mira fijo y me sonríe.

― ¿Quieres hablar con mi cachorro? ― pregunta sensualmente.

Asiento con la cabeza.

Mateo lo libera y vamos caminando entre los demás con un temor de que en cualquier momento pudieran saltarle al cuello y matarlo en  minutos, caminamos por toda la sala hasta salir al patio donde pequeños faroles  iluminan el lugar.

― ¿Vas a contarme? ― pregunto molesto.

― ¿Qué cosa? ―

― Oh, vamos, sabes perfectamente de lo que hablo.