Capitulo 5

107 8 3
                                    

Pasaron como media hora desde que dejamos el palacio, la noche nos cubre con sigilo, me aferro a los dedos de Joe, y este me sostiene con fuerza, miro a su rostro pálido, esos ojos verdes me traen de nuevo a este momento tan descabellado.

― Tenía miedo de que te hicieran daño― murmura Joe, con la voz entrecortada.

Pero yo tenía aun más miedo de que le hicieran daño a Peter que por mí mismo. Cierro mis dedos y apoyo mi cabeza a su hombro, el camino es oscuro, las hojas de árboles se mueven con el viento del norte que nos precede.

Me quito la máscara y lo miro fijo a los ojos, entonces él hace lo mismo y estamos nuevamente a cara descubierta y sin nada más que los pantalones, el moño y los zapatos.

―Al menos estamos a salvo― digo perspicuo.

Joe me mira con el ceño fruncido.

― ¿Porque te preocupa tanto Peter?

―Porque es mi amigo, bueno no tanto, ni de años, pero es un amigo, bueno también quisiera volver por Mateo― Joe se queda mirándome unos momentos.

Miro por la ventanilla y veo dos sombras como de 2metros moverse a mucha velocidad, me aferro al brazo de Joe. Los caballos se inquietan, se detienen y relinchan.

―Quédate aquí― me ordena con voz grave y autoritaria.

Niego con la cabeza, tengo miedo no sé cómo reaccionar, me tiemblan las manos, tengo frio y estoy sudando al mismo tiempo.

Joe sale de la carroza, y va corriendo más rápido que un rayo, apenas y lo puedo notar, escucho el sonido de dolor de un lobo a lo lejos, ese sonido me produce escalofríos. Al girar hacia la ventana derecha, veo dos ojos azules mirándome y unos colmillos iluminados por la luz de la luna. 

―Aquí estas, pequeño…― gruñe.

Me tiemblan aun más las rodillas, mis ojos se quedan observándolo, cuando de pronto veo a Louis tirarlo contra una gran roca, el lobo se incorpora después de unos minutos lo ve fijo a los ojos.

Salgo de la carroza y comienzo a correr, dos lobos se ponen frente a mí, uno con pelaje rojo y ojos amarillos, otro de pelaje gris como el de Peter, de repente se miran y luego se lanzan sobre mí, corro hacia la espesura de los arboles, pero me siguen, miro sobre los hombros y están a solo metros. De pronto escucho el sonido de una cascada a lo lejos, giro en dirección al este y llego hasta un pequeño lago con cascada iluminada por la luz de la luna llena.

Es momento de que haga algo con mis poderes, levanto una gran cantidad de agua sobre mí, y formo una gran barrera entre mis cazadores y yo. Se me ocurre lastimarlos un poco pero no sé cómo, entonces los golpeo con pequeñas bolas de agua, los estoy distrayendo pero no es lo suficiente, ahora hago danzar mis muñecas y el agua se aferra a su torso, cuello y patas, aprieto las palmas de las manos y el agua comienza a estrangularlos poco a poco, esto se siente bien, Oh, no, tengo sed, y estos lobos están con la sangre corriendo a mil por hora, y cálidas. Deseo tirarme sobre su cuello y extraerles las sangre por completo.

Eliezer aparece de repente de entre los árboles.

―Buen muchacho―murmura frotándose los labios.

― ¿Qué haces aquí? ― inquiero con rudeza.

―Buenas noches, Patrick, vine a ver cómo te estás convirtiendo en uno de nosotros―Dice riendo.

¿Qué estará queriendo decir con eso de que me vuelvo como ellos? Pero creo que sí, estoy perdiendo mi esencia pura, me estoy convirtiendo en un demonio, un ser sin corazón, pero ¿qué puedo hacer?

Full MoonWhere stories live. Discover now