Antes del capítulo quería decir algo (por favor leerlo, no paséis al capítulo) La verdad es que no he escrito porque no me apetecía... Así que lo siento, ando algo desganada con todo y aunque tenga ganas de hacer algo simplemente no me sale! Además estoy triste porque le encontré a mi gatita dos bultos en el vientre y no sé que pueden ser y ando muy preocupada y pensando en eso todo el día u.u, también es porque veo que cada vez los capítulos tienen menos comentarios, yo entiendo que no comentéis en todos para no decir lo mismo pero me gustaría que todas las que votan, también comentasen algo, aunque sea diciendo que les gusta o incluso las cosas que no, no sé, he puesto mucho de mi para esta novela y agradecería que las que leen pero no comentan que por favor lo hagan, para mi significa mucho y me anima a seguir escribiendo y publicando para todas vosotras. Así que si no comentáis porque no os gusta o algo, decirlo. Puedo cancelarla y comenzar a escribir otra.
Y dicho esto, quería dar las gracias a mis lectoras que SIEMPRE tienen algo que decir de los capítulos. Kidrauhldream94, PatsyGarcia, Javieramaguidavilla, isArianaGrande, iClaudialicious, Lesly_sulay6, misterlilo_, feelingbrooks, Beeeeleeeen y muchísimas más, sin vosotras no tendría ningún sentido seguir publicando.
Gracias por leer. Ahora os pongo el capítulo. <3
_
3 días.
♥♥♥
Me revolví en la cama intentando que Erik se fuera de entre mis piernas, pero seguía empeñado en llenarme de placer, algo que fácilmente estaba consiguiendo, sobre todo por lo experto que parecía, y que resultó siendo. Estaba en la gloria, casi rozando el cielo con la punta de los dedos. Su lengua estaba lamiendo mi sexo de arriba abajo mientras que estimulaba mi clítoris en círculos con el pulgar.
Gemía su nombre y eso parecía gustarle porque hacía la misma acción pero con muchas más ganas; bastó con un lametón más para que llegara al orgasmo. Me notaba tan húmeda que hasta me daba vergüenza. Madre mía. Los jadeos parecían no cesar de mi boca, el placer había sido tanto que sentía como mi sexo palpitaba.
— ¿Estás bien? —escuché la voz de Erik mientras se posicionaba a mi lado dejando así que pudiera cerrar las piernas.
Intenté tapar mi cuerpo desnudo por la intimidamente mirada de él, pero igualmente sentía que se me clavaba en los huesos. No sabía si era de amor o de deseo pero odiaba que fuera tan fija.
— Probablemente no voy a poder ir al baño en días... —susurré tímidamente.
Erik ladeó mi cara con paciencia y me miró a los ojos. Parecía que iba a decir algo pero se quedó en silencio sin decir ni una sola palabra.
{Narra Erik}
No me podía creer lo que había pasado. Había estado increíble. Estaba esperando esto por mucho tiempo, y ahora que por fin pasaba me había quedado en blanco, no sabía que decir. ¿Ha estado bien? ¿Te quiero? Era Keisy, maldita sea. La persona que más me conocía y la única que lograba entender mi silencio. Quizás por eso me estaba guardando todo para mi. Sabía que eso con el tiempo no me iba a traer nada bueno pero al fin y al cabo por ahora era lo mejor. No quería volver a cagarla con ella, no ahora. Me mataría si eso pasara.
Y seguramente deba matarme cuando le cuente acerca de mi boda.
¿Qué le diré? "Hey Keisy me acuesto contigo y te digo que te quiero pero no serás tú quién vista de blanco para mi." No quería fallarle a ella pero tampoco quería fallarle a Elissa. Estar en dos bandos totalmente diferentes era una pesadilla hecha realidad. Todos los monstruos que de pequeño temía me estaban consumiendo ahora de mayor.
El corazón gritaba sin voz que debía quedarme con Keisy y en el fondo sabía que era lo que quería.
Pero mi cabeza luchaba contra mar y marea para que mi corazón cambiara totalmente de opinión y siguiera con la boda.
Todavía, a tan pocos días de la ceremonía, no sabía qué hacer.
***
— ¿Y bien? Erik tenemos que irnos en 3 días y todavía no le has dicho nada —me insistió Marcos.
— ¿Qué le digo? Me aterra que se aleje de mi otra vez —comenté con sinceridad sabiendo que a él no debía ocultarle nada porque de todo se terminaba enterando.
— ¿Te vas a quedar con ella o...?
Le corté con un suspiro. — Sí, por supuesto, ¿pero ella querrá quedarse conmigo?
Marcos se encogió de hombros y la duda comenzó a atormentarme desde el minuto uno. ¿Quién querría quedarse con alguien como yo? Nadie. Y si yo mismo pudiera alejarme de mi, también lo haría. Antes de subirme con Keisy, quien estaba con el médico, un comentario que escuché detuvo mis pasos.
— Hoy os he visto juntos, no era mi inteción espiaros, simplemente teníais la puerta abierta y yo pasaba, Keisy era la misma chica dulce que era antes y parecía que estaba viendo un recuerdo del pasado, te aseguro que sino se queda contigo ahora, el destino os volverá a juntar —dijo Marcos totalmente seguro de sus palabras.
Le mostré una mueca de intento de una sonrisa agradeciéndole el esfuerzo de hacer que mis dudas se esfumaran, aún sin haberlo conseguido, y me subí a ver a Keisy. Me sorprendió encontrarla en mitad de las escaleras, con unas muletas que jamás había mencionado ni visto.
— Me las ha dado el médico para que las probara, ¿nos vamos en 3 días? —me preguntó confusa con el ceño fruncido. ¿Habrá escuchado todo? Ojalá que no.
Asentí con la cabeza sin saber exactamente qué decir y ella la agachó. — ¿Que vas a hacer conmigo ahora? —escuché que volvía a preguntar sin apartar la mirada de la barandilla.
— Te prometo que lo arreglaremos, no te pasará nada —le dije acercándome a ella para abrazarla.
Sabía perfectamente a lo que se refería. Temía volver por su familia. ¿Quién podría estar aterrado de eso? La familia se suponía que tenía que abrirte los brazos cada vez que entraras en la que era tu casa durante toda tu infancia y parte de tu adolescencia. ¿Qué tan cruel podía ser un corazón para no amar a quién le corre tu sangre por sus venas? Únicamente la familia de Keisy, de alguien que no se merece nada más que cosas buenas en la vida. La estreché contra mi cuerpo y acaricié su pelo. Su respiración era cortante, estaba asustada. Pero yo también lo estaba. Por ella, porque no quería que le pasara nada.
Entonces, escuché como de sus labios secos salía un pequeño te quiero que se me clavó en el alma.
No podía dejarla sola, nunca más.
— ¿Podemos ir afuera? —me dijo.
— ¿Afuera? —pregunté sin entender demasiado.
— Sí, hace mucho tiempo que lo único que veo es el sol atravesando la ventana de la habitación y ansio por sentirlo desde que desperté —aclaró.
No me negué y enseguida que pude la cogí en brazos. Sabía que tenía que dejar que fuera en muletas para que sus piernas se pusieran mejor lo antes posible, pero perderíamos demasiado el tiempo y se veía bastante impaciente por salir a la calidez del día. En cuanto salí por la puerta escuché como aspiraba todo el aire fresco de golpe mientras una amplia sonrisa se hacía visible en su rostro.
Se fue a sentar con mi ayuda a una hamaca, justo enfrente de la piscina. Me iba a ir de nuevo al salón, para que tuviera su tiempo de estar a solas y reflexionar sobre todo lo que había pasado estando en este lugar, pero me agarró de la muñeca antes de que pudiera andar.
— ¿Quién es la otra?
♥♥♥
El capítulo no es muy largo pero ahora voy a subir todos los días! <3
ESTÁS LEYENDO
CAZATESOROS Justin Bieber Fanfic
Fanfiction"No mires al pasado" Pero... ¿qué pasa cuando es el pasado el que te mira a ti? Esta novela está protegida bajo el código 1409011876991. NO se puede adaptar ni copiar. Cualquiera copia o adaptación que se encuentre será denunciada.