Capítulo 27

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Confusión.

♥♥♥

— ¿Me estas jodiendo Erik? Suéltame —le volví a pedir forcejeando e intentando estar en movimiento todo el tiempo para no dejar pasar ninguna oportunidad de escapar de sus fuertes brazos.

Erik me ignoró por completo como si fuera sordo y me llevó a una especie de ascensor, que mas bien cuando lo miré de más cerca me di cuenta de que era un montacargas. Al entrar estuvo pulsando un botón todo el tiempo para que este subiera y una vez estaba entre dos pisos donde no nos veía nadie, lo soltó para que se detuviera y sacó una llave que guardó en uno de los bolsillos de su pantalón.

— Tengo que hablar contigo —me dijo aflojando el agarre.

— No quiero oírte, ni siquiera quiero verte joder —exclamé enfadada esta vez sin intentar alejarme. Era algo inútil, él tenía mucha más fuerza que yo y por si eso fuera poco ahora nos encontrábamos en un montacargas que solo se activaba con una llave que guardaba Erik en su bolsillo.

— Te han visto Keisy, ¿por qué cojones no has ido directa a tu puta casa? —su voz estaba áspera por el enfado, pero no tenía ninguna razón para estarlo, técnicamente me estaba echando la culpa por algo que yo no había hecho. ¿Acaso se pensaba que era tan tonta como para ir a dar un paseo a la ciudad sabiendo que mi padre podía enterarse? NO.

— ¡No he ido a ningún sitio! Te lo prometo —le aseguré con total seguridad en mis palabras. Estaba segura que no me había visto nadie, al menos no que yo supiera. Las únicas personas que me habían visto eran de confianza, excepto el taxista.

Me miró por unos largos segundos como si no me creyera y luego suspiró.

— ¿Que voy a hacer ahora contigo? Me caso dentro de nada —se quejó golpeando la pared del montacargas con la mano libre en forma de puño,— ¿acaso piensas venirte también a la luna de miel?

— ¿Acaso piensas casarte? —le reté seriamente y pareció como si toda su rabia se hubiera esfumado de repente.

El rostro de Erik ahora estaba relajado, todas sus expresiones estaban relajadas, menos una. Aún seguía con el ceño fruncido. Quizás por no esperarse una pregunta tan directa como esa.

— ¿Quieres que me case? —me agarró por la barbilla cuando intenté librarme de su mirada y se acercó. — Vamos dime, quiero oírlo de tu boca.

Tragué saliva y me quedé callada. No sabía si quería que se casase. Por una parte no quería pero por otra si. Quería que se casara para que no fuera yo quien lo pasara mal, para que fuera otra persona la que aguantara sus mentiras, para que fuera otra persona la que se muriera de dolor. Pero no quería porque todavía sentía algo muy fuerte por él, y el hecho de saber que estará con otra persona me mataba por dentro.

— Vamos dilo —me insistió acercándose cada vez a mi rostro, tocó mis labios con el pulgar y volvió a hablar. — Dime que quieres que me case, pero hazlo mirándome a los ojos.

— Quiero que te cases y que te alejes de mi —dije rápidamente luchando para no trabarme al hablar.

— Te olvidaste de mirarme a los ojos —buscó mis ojos con su mirada y cuando los encontró, esperó con una sonrisa a que yo hablara. ¿Esto era un chiste? Porque había olvidado como reír.

Negué con la cabeza e intenté que la situación no me sacara de quicio ni que me volvería loca, no tan loca como me estaba volviendo Erik. Su mirada era posesiva y se notaba que estaba ansioso por escuchar mi respuesta, la cual no le iba a dar. Mis manos intentaban desesperadamente apartar su cuerpo del mío porque cada vez lo notaba mucho más cerca y no era nada agradable para mi, no después de la pelea de esta mañana y mucho menos después de su amenaza.

CAZATESOROS Justin Bieber FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora