Capítulo 29

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No la perderé.

♥♥♥

Rodeé su cuello con mis brazos y él me acorraló contra la pared más cercana. Nuestros cuerpos estaban completamente pegados y húmedos, a causa del mío de haber estado en la bañera con la ropa interior que estaba totalmente calada. Me cogió por la cintura y me levantó, sin haber cesado en ningún momento el beso que me estaba dando. Su lengua entraba sin control en mi boca y rozaba todo mi paladar; la fricción que nuestras caderas hacían constantemente solo provocaron que nuestros cuerpos subieran de temperatura en cuestión de segundos, y que además se escucharan gemidos provenientes de la boca de Erik chocando contra mis dientes. Estaba excitado, joder que si lo estaba.

Ante la sujeción de mi cuerpo no podía quitarme la ropa que nos molestaba a ambos y decidí tomar la iniciativa. Desbroché mi sujetador y lo saqué por completo. No me importaba ir rápido esta vez porque lo estaba ansiando desde la última vez que me acosté con él. Era simplemente increíble. Conseguía estimular mi cerebro sin a penas tocarme y eso solo lo podía conseguir él.

Me miró y su mirada provocó una cierta confusión en mi. ¿Qué pasaba? ¿No quería seguir?

Eché la cabeza hacía atrás inconscientemente por las sensaciones que me llenaron de repente y enseguida me di cuenta de lo que pasaba. Erik se las había ingeniado para sacar su miembro por la bragueta abierta de su pantalón y penetrarme apartando únicamente mi ropa interior, sin necesidad de quitarla.

— Cuánto te necesitaba, dios... —exclamó Erik entre jadeos casi para si mismo pero llegué a oírlo a la perfección por la cercanía.

No dije nada y me sumergí en un mar de emociones. Me agarré a sus hombros por las embestidas que recibía cada segundo y disfruté, disfruté como nunca antes había disfrutado del sexo. Estaba siendo duro y fuerte, lo que provocaba que gimiera. Pero sabía que a él le encantaban por su cara llena de placer y satisfacción.

También sabía que a pesar de su dureza, estábamos haciendo el amor. ¿Que importaba el lugar o la forma de hacerlo para determinar si era amor o solo sexo? Lo que realmente importaba es que ambas personas estuvieran llenas de amor y no solo de placer. Y en eso, Erik y yo podíamos decir que éramos como un vaso de agua a punto de derramarse. Ahora lo sabía con certeza.

— ¡Oh dios mío Erik! —gemí incontrolablemente cuando sentí que estaba a punto de llegar al orgasmo, al éxtasis.

— Córrete para mi —susurró sobre mis labios, mientras los mordía con la única excusa de reprimir algunos que otros gemidos.

Aunque parecía imposible, aumentó el ritmo frenético de entrada y salida y finalmente exploté sobre su miembro. Mis músculos vaginales se contrajeron rápidamente ante el orgasmo y provocaron que Erik también llegara al clímax.

Recostó su cabeza sobre mis pechos y suspiró. Estaba exhausto, al igual que yo. Sacó su miembro con delicadeza de mi interior y me estremecí. Sus brazos volvieron a rodear con firmeza mi cintura y me cogió en brazos. Me abracé a su cuerpo con las piernas y me llevó a la cama donde me dejo caer. Se quedó de pie por un rato y se quitó la ropa que le sobrara, únicamente se dejo los bóxer, entonces se recostó a mi lado.

— Te quiero Erik —le dije con el corazón en la mano. De verdad lo sentía y de verdad esperaba que nada ni nadie volviera a arruinar esto. Aunque más bien, la que había arruinado una relación había sido yo, pero era algo de lo que no quería pensar.

— Yo también te quiero pequeña —ese mote me tocó la fibra sensible y sonreí, nada se sentía mejor que estar así de bien con él.

Me acarició el pelo y me atrajo hacía él. Apoyé la cabeza en su pecho y cerré los ojos. Estaba deseando que el tiempo se detuviera para siempre.

***

{Narra Erik}

Me desperté por unos toques de la puerta y me levanté de la cama rápidamente, olvidando por completo que no corría peligro, puesto que la puerta estaba cerrada con llave. Tapé a Keisy con una sábana para que no pasara frío y me asomé para ver de quien se trataba. Salí sin pensarlo y cerré la puerta tras mi espalda para que no pudiera ver nada.

— ¡Cariño! Te había echado mucho de menos —me dijo Elissa de forma melosa mientras besaba mis labios.

Después de haber besado los labios de Keisy, estos, aunque sonara mal, no me sabían tan bien. Le miré con una sonrisa tratando de que no notara nada raro y le dije que la quería, pero que tenía que encargarme de unos asuntos antes de poder pasar tiempo con ella.

— ¿Me prometes que después de la boda estarás siempre conmigo? —insistió.

Había oído esa misma pregunta tantas veces que asentí con la cabeza antes de besar sus labios para poder irme.

Ojalá no entrara en la habitación donde estaba durmiendo Keisy, pensé.

Me metí en el coche una vez había bajado al garaje y conduje por un par de minutos antes de llegar a un gran edificio abandonado, en las afueras de la ciudad. Habían dos coches aparcados así que suponía que no era el único que había decidido ir a hacerle una visita. En la calle, estaba un hombre. Exactamente el hermano de Ian, vigilando que nadie se acercara mas de lo normal. Le saludé con un gesto facial y entré al edificio. En la puerta, estaba Ian que enseguida se acercó.

— ¿Y mi dinero? —preguntó extendiendo su mano.

Deposite un sobre lleno de dinero sobre esta y continué mi camino sin mirar atrás. Bajé dos pisos y me encontré con Marcos, descansando fuera de la habitación donde se encontraba el padre de Keisy secuestrado. Sabía que estaba enfadado por haberme quedado con Keisy en vez de haber ido con mi prometida y por eso no le dije nada. Al entrar y ver al Sr. Wesley atado me provocó una amplia sonrisa.

— ¡Que cojones...! —dijo al verme entrar. No sabía que yo era el cerebrito de toda esta operación y verme entrar tan gustosamente le alteró. — ¡Eres un hijo de la gran puta! Te voy a matar —gritó a todo pulmón.

Sonreí y me acerqué a la silla donde estaba atado. No le habíamos amordazado porque las cosas que decía siempre solían ser interesantes, sobre todo cuando estábamos aburridos. Esto era mejor que ponerse a ver la televisión. Le cogí la cara para que me mirara y este me escupió. Gruñí y antes de limpiarme le di un fuerte y merecido puñetazo. 

— Este por haberme escupido y este, —le volví a pegar en la otra mejilla mucho más fuerte. — Por Keisy.

Sin querer le rompí un pómulo y comenzó a sangrar. Se estaba quejando y lo único en lo que podía pensar era en venganza y más venganza. Pero sabía que a Keisy no le iba a gustar que matara a su padre, así que no lo hice y le dejé.

— En cuanto me lleve a Keisy lejos, te soltarán —comenté y me acerqué a su oído para una cosa especifica. — Y como digas algo de esto, te juro que contaré todos tus trapos sucios a la policía.

Me despedí de él y salí por la puerta con el fin de irme a aclarar las cosas con Elissa, solo para volver a tener a Keisy. Entonces algo en mi camino detuvo mis pasos. Miré hacía mi izquierda donde se suponía que tenía que estar Marcos y no estaba; en su lugar había una nota.

"Sigo con la idea de llevarme a Keisy lejos de ti, espero que te hayas despedido de ella. Hoy era tu último día."

♥♥♥

Aquí acabó el capítulo 29 afsgasydshd ya saben, si quieren que suba solo tienen que votar y comentar que les pareció <3 ¿Creen que lo de Marcos es verdad o es solo un bulo? ¿Estará Keisy donde la dejo cuando vaya a casa? Esto se pone demasiado intenso y solo quedan 2 capítulos para la final :((( voy a llorar, en realidad no quiero que se acabe T_T 

5 comentarios y 20 votos para el siguiente :)

pd: pasense por Amistad Infiltrada, ya hay dos capítulos <3

CAZATESOROS Justin Bieber FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora